Capítulo IV: Acechador de las sombras.

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NARRA ROBERT:

-Hagdiel: Espero que su idea funcione.

-Robert: Funcionará.

Nos fuimos acercando sigilosamente al objetivo, estando lo suficientemente cerca salimos de los arbustos donde nos encontrábamos e inmovilizamos a las Wroggis más pequeñas, sería bastante molesto que intervinieran en el combate. La G. Wroggi se sorprendió al vernos salir de la nada y se levantó de su nido dando inicio a nuestra estrategia.

VUELVE A NARRAR KAEDE:

El monstruo se puso de pie y salté desde unas rocas un poco detrás y me aferré a su cuello clavando un cuchillo en su garganta. Conseguí hacerle varios cortes pero tuve que alejarme pues el veneno al contacto con mi mano me hizo varias heridas.

-Robert: ¿Te encuentras bien?

-Kaede: Solo escuece un poco, tal vez con un poco de medicina se cure. La mala noticia es que no pude romper la bolsa por completo.

-Robert: No te preocupes, si te hubieras quedado más tiempo podrías haber perdido la mano.

-Kaede: ¿Qué hacemos entonces?

-Robert: Pelear.

-Hagdiel: Les dije que le diéramos de ostias desde el principio.

-Robert: Tranquilízate Hagdiel, hayas o no tenido la razón ahora la bolsa de su garganta está debilitada, si conseguimos hacerle un corte limpio se romperá. Ataquen apuntando al cuello, especialmente tú Hagdiel, con tu lanza será más fácil.

-Hagdiel: Perfecto, hay algo que quiero probar.

-Kaede: Iré primero.

Desenvainé mi espada y eché a correr hacia el monstruo. Estando casi frente a ella me lanzó una nube de gas venenoso desde su boca la cual esquivé, sorpresivamente desde dentro del veneno apareció Hagdiel cargando a gran velocidad para realizar una perforación en el cuello de la Wroggi cayendo a varios metros por la fuerza del ataque.

-Hagdiel: ¿La maté?

-Kaede: Yo creo que sí.

Todos nos quedamos alerta y efectivamente, el monstruo se levantó un poco malherido goteando sangre de su garganta.

-Robert: Al menos ya no pedirá ayuda.

-Hagdiel: ¡Acabemos con ella!

Hagdiel cargó nuevamente con toda su fuerza pero a escasos centímetros de darle de lleno un monstruo salió de la nada como si tratara de socorrerla.

-Robert: Joder.

-Hagdiel: Mierda...

Un Nargacuga se había parado entre nosotros y la Wroggi, con solo mirar su cara se sabía que no traía buenas intenciones.

-Robert: Ustedes dirán.

-Hagdiel: Al carajo la misión, con nuestra habilidad actual no tenemos posibilidades -dice esquivando un arañazo del Nargacuga- Lo mejor será abortar.

-Kaede: Yo no voy a irme, no dejaré que este cabrón me detenga.

-Robert: Piénsalo bien, vive para intentarlo otra vez o échalo a perder muriendo ahora.

-Kaede: ... Vale vámonos.

Hagdiel lanzó una bomba que emitió una luz cegadora lo cual nos dio la oportunidad de huir de vuelta al campamento y de ahí hasta el gremio.

-Hagdiel: ¿Y ahora que?

-Robert: Creo que fue suficiente cacería por hoy, ¿Por qué no intentamos una misión de recolección?

Monster Hunter: The Hunters WrathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora