Fearless (dangerous Temptation) Justin Bieber 

Capítulo Sesenta y Dos.

Seguimos platicando y riendo. Eran las seis de la tarde, tenemos que darnos un pequeño relax antes de entrar en acción. 

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Salí de bañarme. 
Pensé en Bieber. ¿Que estará haciendo? Muchas veces me he imaginado que es lo que hace mientras no está conmigo.. ¿Pensará en mí? ¿Me extrañará? ¿Me querrá ver?. Tomé la suave bata blanca de baño que estaba al salir de la regadera, me la puse y me abracé. He cambiado, algo en mi ha cambiado.. Él me ha cambiado. Miré mis manos. Miré mis brazos. Me miré en el espejo. Mi cabello color chocolate empapado, despeinado, descontrolado igual que yo. Igual que mis pensamientos. Igual que mis sentimientos. 
Mis ojos azules que poco a poco van perdiendo la chispa de niñez, de ilusión. Mi boca, pequeña, carnosa. Subo mi mano lentamente y los rozo con mis dedos. Sonrío al recordar que al hombre loco que está en la otra habitación me come la boca cada vez que me besa. Sin duda haría lo que fuera por Justin. Sin duda él me ha cambiado.. Puedo decir que soy una chica descarada y perra a su lado si se debe, pero también puedo decir que soy la chica más amorosa y enamorada a la vez cuando estoy junto a él. Cierro los ojos frente al espejo y me miro de nuevo.. Un recuerdo.

*Flashback*

Me terminé de poner mi traje y me miré al espejo ¿Como no amar esta danza tan hermosa? Con 15 años bailar música gitana era algo que me apasionaba... 

- ______ ¿Estas lista? 
- Si tía - bufé.

Amaba bailar frente a miles de personas, amaba que me miraran como disfrutaba de esto, amaba todo lo que me hacía sentir esa simple danza. Pero odiaba que mis tíos se aprovecharan de mi don. Desde los 10 años que vivo con ellos y desde los 12 me obligaban a bailar para conseguir dinero, para eso servía solo para el dinero. Me dirigí con mi tía hacia la esquina de siempre, el lugar de siempre, y casi las personas de siempre. Cada día tenía que hacer un baile diferente, para que si así las personas que vieron el baile del día anterior den más dinero el día de hoy. Mi tía pone la música y me empiezo a mover instantáneamente, aunque haga esto casi por obligación, era el único lugar donde me olvidaba de todo y me encantaba... Así pasaba todo el día en la calle, hasta que mi tía encontrara que el dinero era suficiente. Los murmullos a veces entre las canciones o cuando me iba me hacían llorar casi todas las noche. 
"La puta ______ bailando de nuevo, la necesitada de dinero." 
"¿Sabías que hace show privados? Es una puta con todas sus letras." 
"_____ es puta por eso baila así."

Removí la cabeza para alejarme de mis pensamientos, nunca más quería tener que volver a hacer algo así.

Me cambié rápidamente con unos jeans ajustados, una blusa de tirantes negra y unos converse. Así era yo, sencilla y desarreglada. Retiré la toalla de mi cabeza dejando caer mi cabello sobre mis hombros y empecé a cepillarlo, pensé en qué estaría haciendo Justin. Terminé de cepillar mi cabello y lo alboroté. Me miré al espejo eh hice una mueca. Sonreí exageradamente, hice viscos, saqué la lengua y hasta arrugué la nariz. Más aburrida imposible. Suspiré y me dirigí a la cama.. Vi una camisa de mi Bieber ahí, de cuadros verdes y naranjas, con líneas negras.. Era de botones, me la puse y me abracé a ella. Miré al techo por un momento y cerré los ojos. 

"- ¿Quién eres para decirme que no puedo salir con poca ropa? -pregunté al mismo tiempo que levantaba la ceja derecha y me cruzaba de brazos. Ah y mientras lo asesinaba con la mirada. 
- Soy el chico del que estás enamorada, eso cuenta como novio. -me guiñó el ojo y sacudió su cabello agitando bruscamente la cabeza. 
- ¿Y te crees mucho? -pregunté divertida y realmente sorprendida. 
- Sinceramente me encanta serlo. -me tiré un beso y entró al vestidor dejándome con la palabra en la boca."

Sonreí al recordarlo.

Quería salir a pasear un minuto. Así que agarré la tarjeta de mi habitación y mi Iphone. Salí por el pasillo camino hacia el ascensor, hasta que una voz que conocía bien dijo algo. 

"Repasemos el plan." Esa voz era de Justin, estaba segura. 
La duda se sembró en mi... ¿Qué plan? Me acerqué hasta el lugar donde venía la voz y escuché. 
"Nosotros estaremos en el aire, rondando el lugar."... 
"Ustedes se encargaran de ver si llegan los Lombardi y me reportan al radio quien más ha llegado."
"A las 11 bajaremos porque hay un show de mujeres árabes.. Creo que bailarán, en ese momento nosotros entraremos y nos escabulliremos, todos estarán distraídos y el Rey no invitado"... 

¿Fiesta?, ¿helicópteros? ¿Que vino a hacer Justin acá? ¿Y porque no me ha dicho nada? No quieres que estés ahí, dijo mi voz interior.. pero sé que a Justin le gusta que lo acompañé ¿O no? Empecé a sentir movimiento y salí hasta mi habitación de nuevo, quería que Justin me contara, pero no lo podía obligar.. Entré a la habitación rápidamente y me acosté en la cama a ver televisión, minutos después llego Justin...

- Te ves linda. - Me sonrió. 
- Uhm... gracias... ¿Qué haremos ahora? - Dije tratando de sacarle información. 
- Yo.. uhm... - dijo pasando su mano por el pelo - tengo que ir a hacer algunas cosas, volveré a tarde, así que por favor _____ no hagas nada cuando no esté. Solo quédate aquí ¿Si?
- ¿Al menos puedes decirme a donde iras? no quiero... Preocuparme. -Le insistí.
- Solo saldré a arreglar asuntos. 
- ¿Mataras a alguien? 
- No,______. No voy a matar a nadie. - Lo mire con incredulidad. El suspiro. - O eso espero yo. -Dijo luego.
- Podría ayudarte si quieres... No se... – Me interrumpió.
- No vas a ayudarme a nada. Vas a quedarte aquí a esperarme. 
- ¿Mientras que tu vas con mas putas? No quiero. 
- ¿Que putas? No iré con putas, iré a dar unos cuantos sustos y ya. Tú no puedes hacer nada. - Lo mire caminar hasta su maleta y sacar una biblia. La abrió esperando ver su arma pero no estaba. Entonces yo reí. 
- _____ ¿Tomaste mi arma? 
- No sé cuál es tu arma. ¿Esta cromada? 
- Si. 
- 2 Peines extra largos cromados adicionales? 
- Si. - Dijo mientras se acercaba a la cama mirándome divertido.
- Si, la vi. 
- Regrésamela. 
- Búscala.
- No estoy para juegos, la necesito ahora.
- Búscala.
- No termines con mi paciencia por favor. Tengo que salir en 20 minutos - dijo mirando su reloj.
- Entonces tienes 20 minutos para buscarla. - le guiñé el ojo y me pare para salir de la habitación. Vi cuando tensó su mandíbula. Lo había cabreado.