Capítulo Veinticuatro.

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Así que la miré. Ahí estaba, perdida también en sus pensamientos, confundida, con la mirada perdida hacia la carretera. Me miró. Y me sonrió.

- ¿A dónde me llevas, Bieber? -preguntó tranquilamente. 
- Es sorpresa. Srita Winston -sonreí con insuficiencia. Ella se sobresaltó.
- ¿Cómo demonios sabes mi apellido? -frunció el ceño, se acomodó en el asiento. Mirándome. Esperando una respuesta de mi parte. Sonreí aun más.
- Me extraña que te sorprendas ______. Soy el rey de la Coca -miré hacia la carretera, aun sonriendo. Si mi madre me estuviera viendo creo que ya se habría expresado por mi comportamiento con un "Eres tan hijo de puta, Justin". 
- Esa no es respuesta. -dijo en seco. La miré.
- Se todo ____. No te sorprendas, con un simple nombre o un simple apellido puedo saber muchas cosas.
- ¿Que más sabes de mi? - espetó.
- Nada, solo tenía curiosidad por tu apellido, nunca me lo dijiste.
- ¿Seguro? 
- Si necesito saber algo de ti te lo preguntaría. 
- ¿Cómo se yo que no investigaste nada más?
- Ya déjalo ir _____. - Fruncí el ceño - Te llevo a un lugar especial.
- ¿Donde? y no evadas mi pregunta anterior.
- Te lo dije, no averigüé más. Y no te diré donde te llevo.

Ella me frunció el ceño y dirigió su mirada de vuelta a la ventana. ¿Que estaba escondiendo ___ que no quería que supiera más de ella?.
Llegamos a la zona despejada, _____ Se había quedado dormida, Estaciones en la entrada del bosque y la desperté.

- Levántate dormilona -Le dije mientras la movía.
- ¿Dónde estamos? -Dijo Somnolienta.
- Campo verde nena, baja. -Le abrí la puerta y ella bajo.

Camine hasta la maleta del auto y saque un morral, note su mirada penetrante, se veía curiosa. Camine campo adentro y ella me seguía de cerca.

- ¿Qué haremos? ¿Qué llevas ahí? ¡Justin! ¿Por qué no me contestas? ¡Me iré si no contestas! 

¿Por qué ella hacia tantas preguntas? podría volver loco a cualquiera. Me gire rápidamente quedando frente a ella antes que siguiera reclamando y haciendo preguntas sin cesar. La pegue a mi sin importar su tensión y la calle con un beso.

- Deja... de... preguntar... tanto. -Dije sobre sus labios.
- Entonces.. no hagas cosas de las que pueda preguntar -me dio un leve empujón y se sentó en el cofre del auto. 

Estaba molesta. Niña bipolar a la vista. Suspiré poniendo los ojos en blanco. Callado me acerqué a ella, mirándola. Debo admitir que me gusta verla nerviosa. Más si es por mi. 

-Aléjate, Bieber. Te quiero a tres metros de mí -reclamó. Reí al verla así de molesta y ridícula.
- No seas ridícula _____. Vengo a enseñarte algo. -coloqué el morral de cuero negro que tenía entre mis manos, saqué dos armas. Una Sig Sauer P226 y Beretta F92. - ¿Cual quieres? -levanté las dos armas para mostrárselas. 
- ¿Me están diciendo que elija el arma con la que me vas a matar? -preguntó molesta. Realmente esta chica me volverá loco.
- ________.. -hice una pausa. - ¿Crees que te mataré? -pregunté mirándola a los ojos. 
- Me espero todo de ti. -exclamó, sus labios estaban presionados en una delgada línea.
- ¿Te esperas todo de mi? -alcé una de mis cejas. Ella asintió.
- Todo. -murmuró. Suspiré algo hondo, dejé las armas de nuevo en el morral. Me acerqué a ella, con la mirada baja. Acaricié mi barbilla. Pensando. 
- Bieber. 
- Winston. -la miré. Aun estaba enojada. Pero ¿Quien manda a que sea tan jodidamente hermosa y sexy aun estando enojada? De un momento a otro nuestros labios estaban unidos. Yo besándola y ella.. Besándome. Sus labios. Jesús. ¡Qué labios los de esta chica!
Me separé poco a poco de sus pequeños y carnosos labios. Sus labios estaban entre abiertos, su color cereza resaltaba. Sonreí victorioso.

- Winston. Dijiste que me querías a tres metros de distancia. -murmuré sobre sus labios.


Fearless (dangerous Temptation) Justin Bieber 	Donde viven las historias. Descúbrelo ahora