Fearless (dangerous Temptation) Justin Bieber 

Capítulo Sesenta y Cuatro.

Capítulo Sesenta y Cuatro.

El tiempo se hizo segundos, para cuando entramos ya había empezado el baile. Brad y yo visualizamos a los gemelos. Di ordenes de en qué lugar esta cada uno. Donde estaba uno estaba el otro. Iba directo al grano metí mi mano en la chaqueta y asegura mi Glok. Gire a la derecha y entonces vi que las luces se apagaron. Quite el seguro de mi arma. Las luces se encendieron y apareció esa bailarina en el centro del escenario. 

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Mientras bailaba vi a Brad moviéndose de un lado a otro. Estaban rodeando el lugar. Busque a Justin con la mirada y después de unos minutos lo vi caminando igual que Brad ¿Por que eran tan obvios? Hasta yo podía notar que estaban en algo. 
Justin estaba casi detrás de dos tipos. Empecé a caminar mientras bailaba hacia ellos. Me movía con sensualidad única. Los hombres se apartaban mientras yo me hacia camino. Entonces me propuse ser la distracción de esos dos que Justin estaba Asechando.

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Mire a Brad para decirle si todo estaba en orden. Me hizo seña y entre en acción. Me acerque justo hasta atrás. 
Vi a la jodida bailarina de espalda a ellos. Ella estaba meneando su gran culo delante de ellos. Todo iba perfecto. Hasta la bailarina parecía estar de nuestro lado. Saque mi arma apunte. La bailarina se giro y mis ojos se encontraron con los de _______. Palidecí 
¿Qué mierda hacia ella ahí? ¿Cómo llego hasta ahí? No podía apuntar a los Gemelos si ella estaba ahí meneando su culo. Mi culo Técnicamente. Ella era mía y estaba ahí mostrando casi todo. La fulmine con la mirada. Ella me guiño el ojo.

Bajé el arma de golpe para que ella no me viera así. Esperé a que un montón de gente se juntara delante de mí para escabullirme al medio y que nadie me viera. La volví a mirar y ya no estaba. Sinceramente, me asusté. La busqué por todos lados con la mirada y no estaba. 
Caminé hacia Brad.

- Br... 
- No se mueva señor. -me ordenó. 
- ¡¿Qué demonios?! Es enser... 
- ¡No se mueva! -me gritó entre dientes. 
- ¿Qué pasa? -pregunté serio. 
- Un Lombardi -espetó mirando sobre mi hombro. - No voltee que está dudando si es usted y ya trae pistola en mano. -murmuró y bajó la mirada cuando al parecer Lombardi lo vio. Bajé la mirada y me acerqué más a Brad. 
- ¿Viene solo? -pregunté murmurando. Levantó la mirada y observo disimuladamente. 
- No. -suspiró. 
- ¿Con quién viene? -guardé el arma. 
- Viene con una de las bailarinas, no la está tratando muy amablemente. - espetó.

¡Mi Winston! Recordé.
Levanté la mirada de golpe. 

- ¿Como es la bailarina? -pregunté. 
- Es.. -se volvió a fijar. - Estatura media, muy blanca. -se detuvo por un momento y se volvió a fijar. - Castaña, delgada. Viéndola bien se parece mucho a su mujer señor. -volvió a bajar la mirada. 
Me quedé helado por sus palabras, por un momento creí que al verla bailar sería una alucinación. Pero es ella, era ella.
- No se parece.. Es mi mujer. -me di media vuelta y el italiano ya estaba a medio metro de mi con mi chica. 
- ¿Se te perdió algo Bieber? -exclamó con su maldito acento Italiano.
- Si hijo de puta. Se me perdió una mercancía ¿Eso te suena verdad? - Espeté. 
- Nunca pensé que te demorarías tanto Bieber, pensé que al otro día ya estarías detrás de nosotros... te demoraste un poco. 
- Llegara antes o después tu igual estarías muerto. 
- No lo creo. Estas en medio de tu propia trampa mortal. Morirás. 
- Soy mucho mejor que tú, siempre lo he sido ¿Crees que te tengo miedo? 
- Deberías Bieber, este es mi lugar, acá todo lo manejo yo, acá todos me aman, acá todos te quieren muerto. 
- Lombardi.. -suspiré. - No te aman, te chupan los huevos para que no les hagas nada. -reí sarcástico. 
- Quién no pueda con el enemigo, que se una a él. -dijo serio. 
- Me gustas mas como enemigo que como amigo. -reí. - y de vivo a muerto, me gustas mas.. muerto. 
- ¡Ay a mi me fascina verte vivo! disfruto tanto que te quieran hacer la vida imposible. 
- Pregúntame donde están esos que me quieren hacer la vida "imposible" - exclamé. 
- ¿Donde? 
- Seis metros bajo tierra, italiano. 
- No me llames así, igualado. La diferencia entre tú y yo Bieber - Dijo mientras me rodeaba lentamente, dejando a Winston delante de mí. - Es que yo no tengo una debilidad. 
- ¿De qué hablas? -le respondí mirando a ______ fijamente. 
- Tú respóndeme. ¿Cuáles son tus debilidades? ¿O tus puntos débiles?
- Mi madre, los lujos y las mujeres. -respondí aún mirando a mi mujer. 

El maldito italiano explotó en carcajadas.

- Vaya, vaya. Pues a tu madre ya la perdiste. Esta muerta. Seis metros bajo tierra. -se burló. 
Subí la mano a mi cadera, acariciando mi arma. Cerré los ojos y el Rey volvió.
- Ten cuidado con lo que dices Lombardi. No vaya ser que termines a lado de mi madre seis metros bajo tierra. -le contesté. 
- Y también no vaya ser que conmigo se vaya la chica de tu vida, ______ Winston.

Apenas escuché su nombre se me tensó la mandíbula, no le podían hacer daño a ella, no podían. Pero la tengo que proteger, tengo que hacer que salga viva de acá, como sea. Bien hecho Lombardi, tocaste la zona débil.

- Tú te lo buscaste Italiano, nos vemos en el infierno.