La primera semana sin Louis fue abrumadora y reflexiva... demasiado para su gusto, a su parecer el castaño no estaba dispuesto a salir de su mente. Ni siquiera de sus sueños. Al final de los días se daba cuenta que extrañaba una hermosa voz chillona por las mañanas o los abrazos a media noche, tal vez también lo extrañaba a él y su maldita mirada hipnotizadora.
En realidad extrañaba muchas cosas, tal vez a una persona.
Ya no podía seguir evitando sus sentimientos porque... simplemente no podía. Llegaba hasta el punto de parecer un niñato ridículo e inmaduro ¡Y es que se estaba acostando con una chica que se parecía a él!
Que bufonada.
¿Acaso tenía escasez de neuronas? Era posible y rió ante aquello.
La segunda fue a visitarlo junto a Zayn y salió demasiado bien para ser sinceros. Louis los había invitado a ver unas películas con las pequeñas.
Puede que sin querer-según el rizado-sus labios hayan rozado, haciendo que el oji-azul se sonrojara furiosamente.
Puede que también Harry haya recibido un golpe con la lámpara de la sala de Louis después de aquello. Era pequeño pero tenía fuerza, la próxima vez tendría cuidado e iría preparado para la guerra. ¡Claro que lo haría!
La tercera semana tuvo que quedarse a limpiar porque habían hecho una pelea de palomitas por culpa de Harry y sus tonterías.
Fue todo un caos.
-¡Louuuis! que rima con lombriz, que... ¡que cuando le haces cosquillas se hace pis! Y... ¡Y se cepilla con barniz! Y-
-Oh vamos Harry ¡Cierra la boca! Ni siquiera tiene sentido.
-Bien... pero admite que rima con lombriz.
Louis rodó los ojos.
-¡Y te pareces a una!-exclamó con voz chillona.
El castaño agarró un puñado de palomitas y se la lanzó directo a la cara.
-Desearás no haber hecho eso, LouLou.
Y así fue como comenzó todo. Harry metiendo palomitas hasta por debajo de su blusa blanca con rayas y Louis enredándolas en la cabellera rizada.
Jay los regañó como cuando eran unos mocosos, pero siempre es bueno recordar los viejos tiempos ¿no?
Ya había llegado la cuarta y se sorprendió al tener en cuenta que ya era un mes sin su mejor amigo en casa.
Vaya que había hecho notar su falta.
Cuando fue a verlo tuvo que agarrarse de las paredes para no caer de la ternura.
Louis estaba dormido con Doris en su pecho y Ernest en el hueco de su brazo izquierdo. Su rostro se notaba tan pacífico que por un momento se planteó la idea de llenarlo de besos, sin embargo solo atinó a echarse bajo el brazo derecho del menor y descansar por un momento.
Era la primera vez en todo un mes que había podido dormir tranquilo y feliz.
La quinta Zayn pidió acompañarlo de nuevo, él no se negó ya que durante la falta de su pequeño el oji-miel y él habían formado un tipo de amistad.
Estaba bien con eso, y al parecer Louis también.
La sexta semana se habían quedado solos porque Jay, Mark y las niñas habían salido de vacaciones toda la semana.
Harry aprovechó el momento.
-C-creo que... ya sabes, yo...pff, tú... ¡ah! o sea nosotros... uhmm, baile nosotros pendiente- Dijo rápidamente, Louis frunció el ceño.
-¿Qué?
-¡Tenemos un baile pendiente!
-¿De qué estás hablando Hazz?-preguntó riendo.
-Yo planeaba bailar contigo en la fiesta de tu madre pero después te vi con... el punto es que no pude invitarte a bailar ese día y bueno, aprovechando que ahora estamos ya sabes, solos, pensaba si aceptarías bailar conmigo... Si aún no aceptas está bien, no te obligo, n-no hay problema si no quie-
-Está bien Harry, es solo un baile ¿Por qué tanto enredo?-rió negando.
Harry soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo.
-B-bien... Vale.
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It wasn't a mistake, Lou.
DiversosÉl no sabía qué era el sexo, sin embargo, en una noche de curiosidad decide buscar el significado del mismo, sin saber que aquella acción cambiaría muchas cosas tanto en su vida como en la de Harry, su mejor amigo. ¿Tendrá esta historia un final fel...