Capitulo IX- Be around me (Will Joseph Cook and Chloe Moriondo)

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¿Estamos destinados a ser amigos?
Quiero darte más que eso.

Dan.

Eso se repetía en mi cabeza una y otra vez mientras Susana se saltaba el límite de velocidad y algún que otro semáforo en rojo. Y ahí fue cuando me di cuenta de que necesitaba sacarme el carnet urgentemente. Por si me necesitaban más veces y yo no tenía cómo ir. Por si acaso... Yo qué sé, simplemente por si acaso.

Susana aparcó literalmente en mitad de la nada y corrimos hasta el círculo de gente que se había formado. Mis recuerdos sabían perfectamente qué era ese círculo, ya lo había visto antes. Mucho antes. Solía formarse uno o dos cada día.

Una vez mis amigos y yo vinimos a las carreras porque el primo de Jesús corría. Era cuando Pablo y yo todavía estábamos en secreto y nadie sabía que estábamos juntos, pero creo que ese día todos los que estaban allí se dieron cuenta de que teníamos algo.

Al salir de la carrera, unos chicos se nos acercaron, habían corrido y habían perdido así que estaban enfadados y nosotros estábamos en su camino. Jesús estaba a mi lado y a mi otro lado estaba Pablo, lo vi todo a cámara rápida como cuando pasas un trozo de película sin verla porque tienes miedo de lo qué va a pasar, pues era exactamente eso. Yo tenía miedo de lo que iba a pasar, por eso lo pasé tan rápido.

Los chicos se llevaron a Pablo del cuello, ahí supe que yo estaba completamente enamorada de él y que haría cualquiera cosa, por muy loca que fuera, porque permaneciera a mi lado. No me lo pensé dos veces y para cuando me quise dar cuenta yo ya estaba yendo detrás de esos imbéciles. Jesús y su primo se metieron en el círculo arremetiendo contra los chicos que se habían llevado a Pablo y yo lo pude sacar en dos segundos.

Le cogí de la mano y no miré hacia atrás ni un momento, no me preocupaban mis amigos, no me preocupaba nadie ni nada más que no fuera él. Él no me soltó la mano y esa era la primera vez que lo hacía, sé que no estuvo bien, pero me gustó que eso pasase. Me gustó porque Pablo recibió mi mano, recibió mi abrazo. Por primera vez, delante de todos.

Pero ahora era todo distinto, en ese círculo no estaban mis amigos, no era Pablo al que tenía que sacar de ahí. Arón y Nacho se metieron en la pelea y separaron a Dan de otro chico con ayuda de Susana. Recorrí todas las caras de ese lugar buscando la de Laura y la encontré con Luisa. La estaba abrazando, tenía la cara enterrada en su cuello como lo había hecho conmigo el sábado.

Aparté la mirada al notar la sensación en el estómago.
 
Susana abrió la puerta del coche y los chicos metieron a Dan dentro. Creo que ni siquiera se había dado cuenta de que estábamos todos ahí, con él. No se dio cuenta de que estaba yo. Era la primera vez que alguien no se daba cuenta de que estaba yo delante.

−   Tómate esto. −Susana le dio la pastilla y este la aceptó. – ¿En serio, Daniel? ¿Me estás vacilando? ¿Otra pelea?

¿Otra?

Fruncí el ceño y miré a Arón, que estaba a mi lado, apoyado en el coche de Susana. Pero él no me miraba a mí y de haberlo hecho, no me hubiera contado nada con todos delante.

− Estoy muy cabreada contigo. No te haces una idea de lo que supone esto, joder. −Susana cerró la puerta de atrás, donde estaba Dan y se montó en el piloto. –Julia, ¿te acerco?

Miré a Dan, dentro del coche en la parte trasera. Parecía un preso en un coche de policía.

−    No hace falta, Susana. Gracias.

Ella asintió y arrancó rápido, aunque no tanto como lo había hecho para llegar. Miré al resto del grupo, estábamos todos ahí. Nacho, Arón, Luisa, Laura y yo. Los miré a todos.

1. Desde la ansiedad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora