Capitulo XVI- Tutto Bene (Pole)

31 4 0
                                    

Antes todo iba mal,

ahora si me preguntan va

Tutto Bene.

Dan echaba gasolina mientras yo había entrado en la tienda para comprar algo de comer. Final de marzo, casi abril, y las diez y media de la noche, saliendo de la ciudad, sin prestar atención a los teléfonos que estaban encerrados en la guantera y en modo avión. No teníamos nada más que nosotros dos, casi dos completos desconocidos.

− Espero que te gusten las patatas de cebolla porque no había otro sabor. −entré en el coche y le enseñé la bolsa verde.

− Mis favoritas. −sonrió y arrancó rápido, como siempre hacía.

El día que Dan esperase a que me pusiera el cinturón y no corriera en la carretera, temería por mi vida. La música de la radio sonaba a todo volumen, no había nadie más que nosotros, y eso me gustaba porque era como estar en el mundo de paz sin ni siquiera haberlo intentando, era como si el mundo de verdad y el imaginario se conocieran. Como si ambos mundos estuvieran conectados.

Y no muy en el fondo, eso era verdad. Los dos mundos se conectan cuando llega alguien especial, con el que sientes que no hace falta nada que más que poner música, estar solos y disfrutar viendo cómo pasan las horas sin necesidad de estar pendientes a las cosas mundanas como el teléfono o las personas a tu alrededor.

Mi mundo de paz ya se había conectado con el normal, pero no sabía quién lo había logrado.

Paramos en un camping abandonado porque Dan estaba cansado de conducir, era normal. Se frotó los ojos cuando aparcó el coche delante de una caravana vieja y sin puerta, con los cristales de las ventanas rotos y con una cortina muy fea y deshilachada por el suelo. No eran las mejores vistas, pero no me importaba.

− Este camping parece un set post apocalíptico y da un mal rollo que te cagas, pero es lo único que tenemos. −dijo Dan echando su asiento hacia atrás y tumbándose.

− Bueno, lo de perderse conlleva no saber a dónde acabarás. −imité su acción y me tumbé en el asiento. −Aunque dé mal rollo, se está bien.

− Creo que dijiste que se debía a la compañía, así dame un gracias por estar aquí. −se burló de mí sonriendo divertido y se giró sobre su lado derecho para mirarme.

− Sí, te las daría, pero la idea es mía, así que gracias tú a mí. −reí y volví a hacer lo que él había hecho, girarme para quedarme frente a frente.

− Gracias. −sonó muy sincero, como si de verdad me estuviera dando las gracias y no fuera por hacer la broma.

− De nada. −suspiré. −Aunque yo tenía otra idea de lo que era perderse... −musité.

No sé si Dan escuchó la decepción en mi voz o si lo hizo porque estaba cansado de estar metido en el coche, pero salió de él rápidamente, fruncí el ceño y le seguí. Cerró el coche con una sonrisa de oreja a oreja y me miró, yo tenía una ceja levantada y le miraba con un poco de miedo.

− ¿Qué vamos a hacer? ¿Una caminata por este camping tan agradable para que nos salga un zombi? −pregunté burlona, pero mis pies seguían los suyos.

− Eso es exactamente lo que vamos a hacer. −sonrió y pasó un brazo por sus hombros.

Ese gesto hizo que mi sonrisa burlona cayera y que mi estómago diera un giro hasta hacer el pino, creo que incluso dejé de respirar, pero no dejé que se notara. Era un sentimiento confuso, ese gesto hizo que recordara mi vida antigua, como Pablo lo solía hacer, como cada vez que Rubén lo hacía me quitaba o como cuando yo se lo hacía a alguien. Todas eran situaciones diferentes, pero de todas, la mejor era esta.

1. Desde la ansiedad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora