Capítulo XXXI- We're good (Dua Lipa)

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Esto no será una carga si ninguno guardamos rencor.

Dimos todo lo que pudimos.

Es hora de que me despida.


No había tenido algo tan claro en mi vida como eso. Y, muy probablemente, Nacho me iba a matar después de haberle dado la chapa que si por uno o por otro, pero realmente era lo que tenía que hacer.

− ¿Me lo explicas otra vez? –preguntó Nacho dándole otro sorbo al batido.

Suspiré limpiando la barra con mala cara y rodé los ojos. Le había contado la historia dos veces, pero él seguía insistiendo en que se la contara de nuevo, como si se la quisiera memorizar para aprendérsela.

− Simplemente les dije que los quería a los dos. –murmuré. –Y que todo iba a seguir como antes.

− Yo flipo. –susurró. –Entonces... ¿Con ninguno? –preguntó levantando una ceja.

− Exacto. −confirmé. −Con ninguno.

No había elegido entre ellos y tampoco había elegido a los dos, simplemente me había elegido a mí. No hacerles daño a ellos era no hacerme daño a mí tampoco. Quería seguir siendo amigos, y ahora que había descubierto mi verdadera sexualidad tenía que disfrutarla.

− A ver... −suspiré. –Ahora viene Rubén, así que espera un poco y podrás escuchar la historia por tercera vez. –salí de la barra para atender a una señora mayor.

Cuando vino Rubén, Nacho y él se sentaron en una mesa y cuando terminé mi turno me senté con ellos.

− ¿Le has dado un adelanto? –pregunté comiendo.

− Nop. –respondió Nacho mirándome. –No quería quitarte la ilusión de ser tú quien se lo contara, Julita. –bromeó.

− Soy todo oídos. –dijo Rubén bebiendo un poco de su cerveza.

− Ayer cuando estábamos en el lago... −empecé nerviosa.

<<Me preguntaron que a cuál de los dos elegiría, como si fueran no sé... Dos sabores de helados y solo tuviera que quedarme con uno para la bola del cucurucho. Me sentí Alicia en ese momento, y vi el miedo en la mirada de ambos. El miedo, el nerviosismo, los vi realmente rotos. No quería ser la mala del cuento en la vida de otra persona, no otra vez. No quería ser Alicia.

Así que simplemente les dije que los quería a los dos, pero que no me iba a quedar con ninguno. Que los quería tan por igual que no quería hacerles daño, y ahí me di cuenta de que yo no era Alicia. Porque ella había decidido quedarse con los dos sin preocuparse por lo que iban a sentir ellos y yo no me preocupé por lo que yo misma iba a sentir mientras ellos estuvieran... Bien.

Es como cuando Natalia y tú cortasteis y os seguisteis viendo. O como cuando tú y yo lo dejamos, sabíamos que nos queríamos, pero no era el momento. Pues esto es el igual, no era mi momento con ninguno de los dos, y no iba a forzarlo.

Supongo que todo llega a su momento y este no era el mío>>.

− A veces me pregunto por qué estudias filología. –se burló Nacho de mí. −Y luego se me aclara. –murmuró.

− Joder, Julia. –susurró Rubén. –Si te soy sincero yo pensaba que ibas a estar con Dan. Es muy tu tipo. Pero me alegra saber que has sabido elegir bien, de puta madre, si te digo la verdad.

− Yo era team Laura. –dijo Nacho bajando la cabeza. –Pero también estoy de acuerdo con la decisión. –miró a Rubén y luego a mí. –Y concuerdo con que era lo mejor que podías hacer.

1. Desde la ansiedad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora