El club de los corazones rotos.

42

Renjun dejó caer su cabeza en la pared del baño. ¿Cómo había terminado de esa manera? ¿Qué había hecho?

Arruino todo.

Confirmaba que debería estar loco por estar ahora mismo dándose una ducha en la casa de Jaemin, en la casa de un asesino. Se dio múltiples golpes en la cabeza contra la pared deseando que nada de esto hubiera pasado.

Las autoridades fueron rápidas y no tardaron en informar la situación a los noticieros para que la búsqueda fuera mas amplia y rápida. Renjun soltó una lágrima al ver su vida acabada y volvió a golpearse contra la pared.

Bajo la mirada y abrió los ojos de sorpresa. Sus manos estaban cubiertas de sangre al igual que su cuerpo. Tembloroso alzo la mirada hasta la regadera y ese líquido rojo salía, chocando contra su cara. Parecía que el agua había sido reemplazada por sangre.

Renjun negó con la cabeza y cerró los ojos. Llevo sus manos hasta sus oídos y susurro que no era real, que era otra de sus alucinaciones. Que su mente le estaba jugando una broma, que nada era real.

─Uno...dos...tres. ─se susurró a si mismo para después abrir los ojos con fuerza.

No había sangre, solo agua corriendo por su cuerpo. Todo había vuelto a la normalidad. Decidió que seria mejor salir lo antes posible. Se secó con rapidez y se colocó la ropa que Jaemin le había prestado.

Camino por la pequeña mansión deteriorada hasta llegar a la cocina. Encima de la mesa del centro se encontraba un platillo de galbi con otros platillos de acompañamiento. Renjun dio pasos hasta el platillo y por mera curiosidad tomo asiento para tomar uno de los palillos y dudar sobre comer un pedazo o morirse de hambre.

─Disfrutando mi comida, que agradable. ─comento Jaemin sarcástico mientras se adentraba a la cocina.

Renjun tomo un pedazo y se lo llevo a la boca para masticarlo. El sabor se le hizo vagamente conocido y tomo otro pedazo. Después otro y otro.

─ ¿Te gusta? ─pregunto Jaemin.

─ ¿Lo hiciste tu...? ─preguntó el mayor tomando otro pedazo de carne y llevándolo hasta su boca para degustar.

─Alguien conocido me paso la receta.

─Me gusta.

─La carne que estas comiendo es de Jeno. ─comento para después darle una mirada mortífera.

Renjun hizo a un lado el platillo para después escupirlo en el suelo y sentir las náuseas de querer vomitar, tosió. Jaemin le robo el platillo y comenzó a comer.

─La receta es de mi madre. ─conto Jaemin saboreando la textura en su boca─. Ella también me obligaba, sino, yo seria el que terminaría siendo la comida.

─ ¿¡Qué te sucede!? ─le grito Renjun enojado, escupio los restos de carne al suelo y se limpio la boca con su mano.

─Tú fuiste quien robo mi platillo.

─No tienes nada de empatía.

─No te muerdas la lengua...─dijo Jaemin con ironía.

Renjun respiro profundamente, tratando de tranquilizarse. Después lo miro.

─ ¿Y ahora qué hacemos?

─No se a que te refieres. ─susurro y quedaron en silencio.

─Diré a lobo que venga. Me encargare de él.

Jaemin soltó una risa cuando escucho ese plan.

─ ¿Tiene continuidad ese plan acaso?

─Escaparnos. ─mintió Renjun.

─No quiero. ─Jaemin se veía tan tranquilo devorando su comida, como si la policía no estuviera buscándolos.

─Entonces yo lo haré.

─ ¿Tu solo? ─pregunto burlándose─. No sobrevivirás allá afuera ni un día, te volverías loco.

─Me entregare a la policía y daré por hecho que tu eres lobo.

Jaemin borro su sonrisa para ponerse serio. Tomo el tenedor que estaba usando para su comida y lo clavo en la mesa, a centímetros de la mano de Renjun.

El celular de Renjun comenzó a sonar, interrumpiendo la tensión. Lo saco y se sintió terrible al saber que era su madre. Contesto.

─Renjun, hijo, ¿qué sucedió? ─pregunto su madre sonando herida. Renjun trago en seco al escucharla de esa manera, quería abrazarla y llorar mientras pedía perdón─. La policía vino a casa y-y, ¿tú no hiciste todo eso, verdad? Dime que no, te lo suplico. Dime que él no t...

Jaemin le arrebato el celular para después aventarlo contra la pared, este se destrozó por el impacto y algunas piezas terminaron en diferentes lugares de la cocina.

─No vuelvas a contestar una llamada. Van a rastrearnos. ─lo amenazo.

─Dame tu celular. ─exigió Renjun extendiendo la mano.

─No.

─Dámelo.

─No.

─Quiero hablar con lobo.

─ ¿Vas hablar con lobo? ─pregunto sin creer sus palabras─. ¿Tu mismo?

Jaemin se la pensó un rato y se lo entrego sin dejar de fijar la mirada en todos sus movimientos, el mayor tomo el celular. Jaemin bajo su mano hasta toparse con el tenedor por si Renjun cruzaba la línea.

HOY

Lobo, deja de esconderte.

Deja de ser un cobarde, todos te tienen miedo menos yo.

¿Qué estas esperando?
11:46 PM

─Dejalo. ─dijo Jaemin al verlo tan enfocado en el celular en espera de algún mensaje─. Te volverás más loco de lo que ya estas.

─ ¡No estoy loco! ─le grito Renjun al borde de la desesperación.

Jaemin trato de acercarse para tomar el celular pero Renjun cegado por el enojo lo empujo lejos. Sintió un dolor terrible en su cabeza que le hizo nublarse la mirada y volver a la oscuridad.