16

4.4K 718 51
                                    

─ ¿Tienes un cigarro? ─pregunto Haechan una vez que llegaron a la parada del autobús─. Sicheng se robó mi cajetilla, quien sabe para que.

─ ¿Él fuma?

─No lo sé  supongo que apenas esta empezando. ─respondió encogiéndose de hombros─. ¿Qué harás mañana?

─Te dije que iré al estreno de la película de Song Kang.

─Ah, cierto. ─recordó rodando los ojos─. Como olvidarme de él...

─Nunca entendí porque no te agrada, es muy amigable.

─ ¿De qué hablas? ─pregunto ofendido─. Se ve que es una persona grosera y más cuando me rechazo una foto.

─Porque invadiste su privacidad, ¿qué reacción crees que iba a tener cuando te lo encontraste en un concierto y le pediste una foto?

─Es famoso, debería saber las consecuencias de ser uno. ─soltó con molestia─. Si ya sabe que el mundo artístico es duro para que se dedica a eso...

─Bueno, cambiando de tema. ─dijo mientras posaba las manos en los hombros de Haechan para atraer su mirada─. ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa?

─No, mi padre esta muy estresado.

─ ¿Por el caso? ─pregunto y Haechan asintió con una expresión de angustia─. Pero ni lo vamos a molestar.

─Lo sé pero no me gusta cuando se pone de esa manera. Esta mañana me dijo que tuviera cuidado, al parecer le dio tristeza lo sucedido con Doyoung, Lucas y Yuta. ¿Cómo fueron capaces de hacer todo eso por tanto tiempo?

─Yo pensé lo mismo.

─Mi pregunta aquí es esta. ¿Por qué estaban ellos allá? ─pregunto Haechan después de un rato en un silencio pensativo─. ¿Sera que iban por mujeres?

─Ni idea, pero si me dijiste. ¿Cómo se llamaba a donde fueron?

─Estuvieron en Kyunsuengi, donde los asesinatos son el pan de cada día, según mi padre. Fue en un karaoke, casi en medio de la nada. Quisieron entrevistar a los dos empleados de ahí pero desaparecieron.

─Debe ser exhausto para tu padre. ─se cruzó de brazos y observo el autobús que se detuvo en la parada.

─Lo es, viene a casa muy tarde.

─ ¿Hoy vendrá tarde?

Haechan asintió para después sonreír con diversión al entender a que se refería.

─ ¿Tanto te gusta mi casa?

─Me gusta tu perro. ─le contesto Chenle contagiándose de su sonrisa─. Siempre se alegra cuando me ve.

─Porque le das comida en secreto. ─dijo mientras le daba un empujón con el codo de manera amigable. 

El club de los corazones rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora