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─ ¡Jisung! ─grito Renjun divisando al menor saliendo de la escuela. El nombrado volteo a verlo, troto hacia él para posicionarse a su lado─. ¿Ya te ibas a casa?

Jisung asintió, tardo un rato en darse cuenta de que Renjun tenía una actitud positiva.

─ ¿No te gustaría hacer algo más interesante? ─pregunto y el menor no respondió─. Mira lo que compre.

Renjun saco dos boletos de su mochila como si fuera arte de magia. Había tratado de buscar algunos boletos disponibles para el acuario de Lotte World. Así poder entretener al pequeño Jisung y que disfrutaba de los múltiples peces.

─ ¡Chachan! ─exclamo como si se lo mostrara a un niño, pero Jisung no se emocionó─. Los compre para que vayamos los dos juntos.

Jisung llevo su mirada hasta los boletos para tomar uno en mano y observarlo. Nunca en su vida había ido a un acuario pero tenía la fantasía de ir a uno.

─No. ─se negó regresándole el boleto.

─ ¿Por qué no? Los compre para que también podamos comer ahí. ─dijo con tristeza─. No me gusta que me niegues todo.

─Yo, no...

─Acepta por mí. ─suplico con ojos brillosos─. Nos divertiremos mucho, acepta solo por mí.

Jisung dudo, tenía que admitir que estaba algo aterrado en aceptar. ¿Y si todo era una broma para burlarse de él o una estrategia para llevarlo con lobo?

No era del tipo que salía al exterior por gusto, le irritaba los sonidos del mundo y solo salía cuando era necesario.

─No, no, no, no. ─se negó múltiples veces mientras comenzó a sentirse extraño. Quiso escapar pero Renjun no se lo permitió, lo tomo de la mano para que lo mirase fijamente.

─No voy a dañarte, solo quiero hacerte feliz por unos instantes. ─admitió sintiéndose horrible al ver la expresión de temor en el rostro del menor.

Jisung volteo a su alrededor presintiendo que alguien más los estaba vigilando y no pudo evitar comenzar a sentirse paranoico. Renjun noto eso y agarro al menor de la mano para comenzar a llevarlo hasta la parada del autobús.

─ ¿A do-onde me llevas? ─pregunto Jisung tartamudeando.

─Ya te dije, al acuario en Lotte World. No esta tan lejos.

Llego el autobús y los dos subieron. Renjun pago por el pasaje de ambos para después tomar asiento. Jisung seguía sintiéndose inseguro y alarmado, sin previo aviso su cuerpo comenzó a temblar ligeramente y un pequeño susurro negativo apareció en su cabeza. Después otro, otro y otro, en reacción, cerró los ojos con fuerza, casi como si estuviera luchando contra ellos.

Pero estos fueron remplazados por una tranquila melodía. Llevo sus manos hasta sus oídos y noto que traía unos audífonos, abrió los ojos sin comprender lo sucedido. Volteo a ver a Renjun y este le regalo una cálida sonrisa para después articular "puedes descansar".

Jisung sintió una paz por primera vez después de meses. Se relajó para recargarse en el asiento y concentrarse en la musica.

(...)

Miraba todo a su alrededor con suma curiosidad y admiración. El Jisung de seis años estaría tan emocionado por tantos colores llamativos en todos lados.

Se adentró a un pequeño pasadizo hasta encontrarse con un enorme acuario de vidrio transparente en donde se dejaban ver varios peces, invertebrados y plantas de diferentes tamaños. Jisung se quedó asombrado de tan grande que era el acuario, a su lado, era una cosa tan pequeña y diminuta.

Llevo una de sus manos hasta el vidrio y el color azul del agua se ilumino en su rostro. Le parecía tan fascinante e irreal que había olvidado los fantasmas que gobernaban su cabeza.

─Jisung, mira lo que te compre. ─aviso Renjun apareciendo con un gorrito de tiburón en manos─. No se si te gusten los tiburones pero...

─Me gusta. ─interrumpió de manera acelerada.

Renjun se puso de puntitas y coloco el pequeño gorro de felpa de tiburón en su cabeza, dejándose ver más tierno de lo que ya era. Después se colocó el suyo.

─Renjun, siento que tu eres mi ángel. ─susurro Jisung con un leve sonrojo en sus mejillas.

─ ¿A qué te refieres? ─preguntó sin entender.

─Mi madre dice que los ángeles salvan a personas heridas. Que los ángeles llegan cuando menos te lo esperas pero cuando más los necesitas. ─le dijo con una leve sonrisa de felicidad─. Por favor no te vayas de mi lado, siento que serás la única razón por la que sigo vivo.

─No me iré. ─dijo Renjun─. Te lo prometo.

El club de los corazones rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora