Contrastes Narrativos

John: despertar, de nuevo

John despierta de su desmayo inducido luego de diez horas, sintiéndose confundido, aturdido, y definitivamente no listo para salir de las suaves y deliciosas sábanas de algodón. Podría derretirse de lo bien que se sentía.

Sin embargo, decidió que era mejor ignorar a su cuerpo, empujándose hacia arriba con dificultad, y soltando un largo bostezo.

"Dios, no había dormido así en... ah..."

Estira ambos brazos hacia arriba, y por fin pone los pies en el suelo.

Sin cambiarse, o ir al baño, sin siquiera revisar su apariencia en el espejo, decide ir a ver a alguno de los tripulantes, para saber la hora, por lo menos.

Su opción más cercana es Terezi, por lo que va directo junto a ella.

"Guau! Te ves terrible, Egbert." saluda ella, con una sonrisa incrédula.

"Gracias, ni siquiera lo intento!"

"Lo sé."

"Cómo sea, qué tanto tiempo me dormí?" pregunta, frotándose los ojos, de forma que apartaba los anteojos de su rostro por un momento.

Pyrope lo piensa un segundo, intentando recordar a qué hora el humano de cabello alborotado se había ido. "Calcularía que... diez a once horas. Dios, qué te sucedió?"

Él suspira. "Rose me recetó un poco de ambien, para dormir mejor y eso." confiesa, cruzando sus brazos y frotándoselos.

"Oh, eso explica mucho." dice ella, como si fuese un misterio que nadie había notado era un misterio, pero que definitivamente acababa de ser resuelto.

"Qué, hice algo estúpido?" pregunta John, preparándose para la respuesta.

"Pues... no diría que estúpido... pero estabas... raro." comenta, con una mueca. "Empezabas a reír de la nada... te distraías y no nos escuchabas... te ponías abrazable. Lo más cercano a eso que recuerde era Makara, antes de volverse completamente loco."

"Ah... así de obvio era..." responde el pelinegro, con las mejillas rosadas.

"Hey! No estoy diciendo que fuera malo! Sólo... diferente." le asegura, acercándose a darle una palmada -un poco más fuerte de lo necesaria- en la espalda. "Ánimo!"

"Ah- ok...?"

Terezi vuelve a sonreír. "Ven, te mostraré cómo pilotar el Teseo." sugiere, tomándolo de la muñeca.

John le sigue el paso, aún algo confudido, pero dejando sus dudas para otro momento.

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La sala de control, como decide llamarla el humano, es más pequeña de lo que esperaba. Aunque se imaginaba algo sacado de Star Wars o algo así, y no es como si estuvieran en medio de una guerra espacial. Obviamente no sería lo mismo.

"Por aquí, mira!" lo llama la chica troll, sentándose en uno de los asientos de al frente y presionando unos cuantos botones.

"Qué hacen esos?" pregunta John, confundido por todos los parpadeos y colores de las pantallas.

"Es para desactivar el piloto automático." explica ella, tomando el volante y haciendo unos movimientos de prueba hacia la izquierda y la derecha, con suficiente fuerza para sentir el movimiento en la nave.

"Guau!" exclama Egbert, mientras se sentaba y abrochaba el cinturón.

"Si, ten cuidado... aún al haber tenido algo de experiencia con Sgrub, no deberías fiarte de mis capacidades al 100%, después de todo aprendí yo sola." dice, moviendo unos cuantos controles y presionando más botones, consiguiendo reducir la velocidad gradualmente, hasta que simplemente parecieran estar flotando.