Terezi: desahogarse con Rosebot

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"No es justo!" chilla Pyrope, sintiendo sus mejillas tornarse un sombra más intensa de turquesa. "No puedo creer que un par de humanos sea capaz de tener una moiralianza que se ponga al nivel de la que tenían Zahhak y Leijon!" se queja, haciendo una mueca.

"Quizás si me explicaras más a detalle podría comprender mejor el porqué de tu repentina interrupción." dice la robot, acercándosele y poniendo una mano en su hombro.

"Estaban... viendo alguna película, y Dirk empezó a ponerse nervioso, pero Egbert lo calmó con tanta facilidad y luego...!" se interrumpe a sí misma, cubriéndose el rostro. "Por qué te estoy describiendo esto?!" exclama de pronto, con las mejillas ardiendo.

Lalonde suspira, comprendiendo de donde viene el aturdimiento de la chica troll. Su especie se toma muy en serio las relaciones, y lo que ella acababa de intentar describir podría considerarse el equivalente de revelar intimidad sexual. Obviamente se sentiría avergonzada.

"Para ser justas, yo te pregunté." admite, con un suspiro. "Hay alguna razón por la que te haga sentir tan alterada? No estarás... celosa?" pregunta, procurando no ser invasiva.

"Si!" admite Terezi, con clara frustración. "Tienes idea de lo que daría por tener una relación así con Vriska?" continúa, aferrándose de uno de los cojines del sofá de descanso y abrazándolo fuertemente. "Probablemente ni me habría molestado en considerar un romance rojo..."

"Serket no se sentía cómoda con las relaciones íntimas, cierto?"

"Algo así..." murmura la chica troll, con un tono de voz que indicaba decepción. Probablemente no era la primera vez que se sentía de esta manera.

"Si te hace sentir mejor... tampoco solía ser buena con las emociones... le confesé mis sentimientos a Kanaya bajo la influencia del alcohol, y luego tropecé con las escaleras..." suspira, agregando ese último detalle, con una ligera sonrisa.

Terezi ríe. "Te advertí sobre las escaleras, bro!"

Rosebot sonríe, abiertamente. "Te lo dije, dawg."

Quizás la chica troll no haya tenido mucha suerte en los últimos años. Aún no se había reencontrado con su querida moirail -a la que aún planeaba proponerle un relación enrojecida el segundo en que la vuelva a ver- además de verse involucrada en el increíblemente deprimente juego de Strider.

Pero no dejaría que eso la desanime. Las cosas parecían cambiar de dirección. Egbert realmente estaba cambiando las cosas. Y quizás... aún tenía la oportunidad de hallar paz y vivir una vida plena.

"No quiero molestar tu meditación," interrumpe Lalonde, entrelazando sus dedos, "Pero temo que la curiosidad me está devorando. Sobre la relación que posiblemente se esté dando entre John y Dirk." comenta.

"Agh, no te adelantes, Lalonde. Puede que hayan cambiado las circunstancias, pero Strider sigue siendo un hijo de perra terco."

"En realidad... no estaba refiriéndome a nuestra apuesta..." confiesa la mujer de hojalata. "Aunque... también, implica que tal vez tenga una ventaja..."

Pyrope gimotea. "Sabía que tendrías la suerte de tu lado!"

"No, no. Esto no tiene nada que ver conmigo. Además, no eres capaz de conocer las Posibilidades, a través de la Mente?"

"Buen punto, aunque no estaba utilizándolo para hacer trampa! Ahora tengo mis dudas..."

"Supongo que no quedará más que seguir observando... y analizar la situación." concluye Rosebot, levantándose a buscar el estuche de su violín. "Te gustaría escuchar?" sugiere a Terezi.

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