Rosebot: concluir el trabajo

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Tarda unas cuantas horas, pero la mujer de hojalata consigue devolver el sistema de calefacción a su funcionalidad normal. Tiempo en que los otros tres tripulantes descansaban aún.

Esto llega en parte a sorprenderla, de la buena forma. Hasta les toma una foto, para regalársela a Strider más tarde, junto con alguna nota cursi de lo orgullosa que se sentía o algo similar.

Decide cocinar para cuando despierten. Desayuno, almuerzo o cena daba lo mismo, considerando que el tiempo era diferente en el espacio. No de la forma en que pasaba, sino... cómo se sentía. Sin tener una estrella que marcara distintos periodos, era difícil asociar algún momento del día con una actividad específica.

Terezi y John son los que más abiertamente comentan sobre la buena mano de Lalonde para la cocina, engullendo con pocos modales, para gusto de Strider.

Y a pesar de los persistentes comentarios de este, recordándoles que no hablen con la boca llena, o que se tranquilicen; o que él y la chica troll discutan por insignificancias, el ambiente es ameno. Como el de una familia en las fiestas. Una muy disfuncional y extraña, pero una familia en sí.

Luego de lo desastrosas que fueron las últimas semanas, se lo merecen. Estar en ése punto, en el que sentía que... estarían bien. Todos con distintos grados de aceptación, pero en paz.

Y después de dicha... cena? Podrían llamarle así? Si, probablemente si. Las cosas se tranquilizan bastante. Como superando el periodo más intenso, por así decirle. No más intentos de homicidio, no más drama emocional, más tiempo para mantener el Teseo en el mejor estado posible- lo cual incluía atender más a cosas como el sistema de calefacción, obviamente -más música, tanto solos de piano de John, como duetos entre él y Rosebot.

Dirk aún sentía... algo, ciertamente, al vagar por los pasillos oyendo risas ajenas, y no sabía cómo definirlo. Luego de haber hablado con el pelinegro, haber sacado fuera esos sentimientos... aún tan claros como un paisaje bañado en niebla matutina. Fue un peso menos, en cierta forma, pero lo dejó con una pregunta sin resolver, que aún resurge cada tanto, en los momentos de mayor quietud del rubio:

Qué viene ahora?

Sumada a imágenes que aún tenía de Egbert que lo dejaban confundido. Como el rencor que no le tuvo por haberlo besado cuando estaba bajo la influencia, que ya de por sí contaba como acto sin su consentimiento; pero no se molestó por ello. O... los «te amo» que a pesar de la explicación del otro humano de «creo que necesitas oírlo» no cuadran muy bien con... su propósito.

Quería ilusionar a Dirk con palabras vacías, para una vez más acercársele? Era lo único que en sus ojos tenía sentido.

Pero... no había intentado nada.

El dilema con John parecía ser que... Strider le otorgaba más significado del necesario a lo que decía o hacía, para crear así un panorama que quepa en su imagen mental de él: un enemigo.

Sí, uno con el que tenía una especie de tregua, por el momento, dada la promesa de no odiarse, pero seguían siendo dos ideas contrastándose.

Y ya que el tema en cuestión está sobre la mesa: su plan original.

La motivación... hmm.

Sigue ahí, porque no ha desaparecido su temor por caer en la irrelevancia, pero ahora siente que lo hace a rastras, y hasta es tedioso, en ocasiones.

No debe olvidar que Dave, Roxy y varios otros le siguen, con toda la intención de confrontarlos. La risa que se echarían si supieran que John está haciendo lo mismo, con impactos interesantes.

El Príncipe sabía desde el principio que sus acciones sembrarían dolor y una sensación de traición en muchos. Seguía consciente de ello, pero...

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