1

20.2K 1.3K 174
                                    



Lo único que quiero en este mundo, es estar contigo.




















Dentro de la mansión Jeon, fuertes gritos se escucharon estremeciendo a todo los que ahí trabajaban.

— ¡Tengo la edad suficiente para elegir mi futuro y él no está incluído! — su voz fue tan fría y profunda que él castaño lo miro con sus manos apretadas en puños.

— Jungkook, por favor acéptalo — la señora Jeon miraba con pena a los padres del castaño.

— Lo siento pero no quiero tener nada con él — se puso de pie caminando a la salida de la sala.

La sala quedó en un silencio incómodo hasta que la voz del castaño se escuchó rompiendo aquel silencio que había durado vários minutos.

— Por favor no lo obliguen hacer algo que él no quiere, él tiene todo el derecho de hacer lo que sea en su vida — suspiro poniéndose de pie frente a los mayores dándoles una sonrisa. — Él ya es una persona independiente, no le pueden obligar a casarse conmigo —

Se despidió de ellos y salió de la sala con la mirada perdida.

Sus familias ya eran amigas antes de que ellos nacieran, después de muchos años los dos se convirtieron en mejores amigos protegiéndose mutuamente. Pero todo aquello había cambiado de una manera drástica.

Si tan solo él castaño hubiera cayado ocultando sus sentimientos por él, esto no hubiera ocurrido.

Pero era tan difícil ocultarlos cuando todos los días se veían mientras jugaban en el jardín; cuando sus manos se rozaban, cuando sus cuerpos se unían en un abrazo, cuando lo veía sonreír. Era tan difícil.

La puerta principal fue abierta, camino ha su auto mientras arreglaban su corbata.

Nesecitaba un poco de aire fresco lejos de todo pensamientos, rodeo el auto abriendo la puerta y antes de que subiera su vista fue a parar al balcón donde él pelinegro lo observaba con un cigarrillo entre sus labios.

Apartó su vista inmediatamente entrando al auto y encenderlo, aceleró saliendo del enorme portón ocultandose a la distancia.







Él bullicio de las personas y el aroma a comida se escuchaba hasta la cocina de aquel lujoso restaurante, él castaño ayudaba a sus trabajadores en ese día tan apretado, su cabello recogido en una redecilla concentrado en prepara los platillos más pedido por los extranjeros, langostas.

Con su mirada fija en los platillos fue probando uno por uno para encontrar errores, pero todos sabían deliciosos.

— Muy bien, llevarlos a las mesas — los meseros tomaron las bandejas y se marcharon.

Su familia es millonaria por así decirlo, pero este restaurante tiene un lugar en su corazón, lo había construido con su propio dinero sin ayuda de nadie, trabajo en restaurantes convirtiéndose en un famoso chef, aunque no necesitaba trabajar decidió generar sus propio dinero para no seguir dependiendo de sus padres.

Aún con 22 años estudiante de arquitectura y fotografía tenía su propia fuente de ingresos, orgulloso de si mismo seguiría adelante en busca de un gran futuro.

— Jefe, hay una llamada para usted — miro a la chica que lo miraba fijamente con una sonrisa.

— Sigan ustedes solos, regresaré después — lavo sus manos y camino a su oficina tomando el celular y contestar. — Hola —

— Taehyung cariño — inmediatamente supo de quién era aquella voz.

— Hola señora Jeon, ¿Necesita algo? — un fuerte suspiro se escuchó del otro lado de la línea.

— Solo dime Rose, no estoy tan vieja — él castaño no quería ser cruel con ella pero llamaba en el peor momento.

— Está bien señora Rose, pero está llamando en un momento...— fue rápidamente interrumpido.

— Lo sé cariño lo siento, te llamaba para saber si podías venir a cocinar unos platillos — él castaño frunció el ceño confundido.

— ¿Y sus cocineros? — la pequeña risa de Rose lo confundió más.

— Se suponía que Jungkook se iría con sus amigos acampar por lo que les di el día libre a todos, sin embargo hace poco me llamó diciendo que sus amigos se quedarían en la casa —

— En resumen Jungkook hará una fiesta y no hay nadie que la preparé — escucho una afirmación del otro lado de la línea. — bien, ¿Cuando es? —

— Hoy — los ojos del castaño se abrieron enormemente. — era mañana pero lo adelantaron para hoy, debido a que ese día tendrán una excursión de parte de la academia —

— Lo siento pero como sabrá estoy ocupado y no podré hacerlo yo solo, puedo conseguirle el número de un amigo para que lo haga — tomo su libreta buscando el numero rápidamente.

— No, este...quiero que lo hagas tú, haces unos platillos muy deliciosos — ahí él castaño entendió, cerró su libreta y respondió.

— Señora Rose, lo que realmente quiere usted es de que esté con él ¿No es así? — con una voz penosa afirmó haciendo que él castaño suspirara. — Está bien, iré ahora mismo con unos ayudantes, solo dígame la hora que llegarán y preparé los platillos cuánto antes —

Después de poner en orden antes de salir le pidió a dos de sus cocineros que le ayudarán a cargar las cosas a su auto, después de unos minutos subieron y emprendieron marcha a la mansión.

— La casa de los Jeon es enorme — bajaron del auto con todas las cosas.

— Es una mansión — los dos chicos miraban sorprendidos la enorme casa adornada por una hermosa fuente.

— Ya saben a lo que vinieron así que andando — tomaron las bolsas y entraron a la casa con la llave que tenía.

— Chanyeol tu arreglarás las cosas mientras Jin y yo cocinaremos — los dos asintieron y rápidamente se pusieron hacer las cosas.

A las dos horas la puerta fue abierta dejando ver al pelinegro y casi todo su salón entrar, la música sonó con fuerza y la luces de colores se activaron.

Su vista fue a parar donde el pelinegro que hablaba animada mente con las chicas sentados en el sillón.




                  Solo no los mires.








 

STUPID LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora