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Las clases siguieron como siempre, todos corrían de un lado a otro por los pasillos.

Taehyung caminaba rumbo a su salón de clases de matemáticas después de comer su desayuno en las gradas de la academia, sin embargo sintió la presencia de otra persona a su lado.

— Les agradecería si me dejarán en paz solo por unos minutos — siguió su camino sin mirar hacia la persona.

— No dejaste mi desayuno en el casillero — la voz de Jungkook se escuchó detrás de él.

— ¿Acaso tengo la obligación de traerte todos los días tu desayuno? — bufo abriendo la puerta del salón.

— Siempre lo traes sin que te lo diga, solo que fue extraño que hoy no lo hicieras — subió con él las gradas para llegar a los últimos asientos.

— Extraño es que me estés hablando y siguiéndome hasta mi asiento Jungkook — por fin volteo a verlo seriamente.

— Quiero hablar contigo — se paró rectamente metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

— Me confunde tu actitud pero si es algo que quieres hacer entonces te veo en la azotea después de clases — se sentó sacando su cuaderno de su bolso.









El frío del invierno estaba llegando, Taehyung sabía que tenía que comprar ropa de invierno antes de que el frío se intensificará.

Camino hasta la esquina de la azotea mirando los demás edificios de la ciudad, su nariz comenzaba a tornarse de un color rosa por el frío.

— ¿Cómo está tu espalda? — se escucharon pasos acercarse al castaño.

— ¿Te importa? Porque si es así estoy bien — metió sus manos en los bolsillos de su saco de uniforme.

— Lamento no haberte ayudado — llegó hasta donde él castaño.

— No te preocupes nunca lo has hecho y nunca lo esperaré — respondió rápidamente con frialdad.

— Quiero hablar contigo sobre la boda — volteo a verlo.

La respiración de Taehyung se detuvo al escuchar la palabra "boda".

— También quiero hablar contigo — dió media vuelta para estar frente a frente con Jungkook.

— No quiero casarme contigo — hablo llegando al punto. — no puedo casarme con alguien que no amo y se que tu lo sabes —

— Lo se perfectamente — suspiro.

— Entonces ¿Porque no me ayudas en hacer que todos se olviden de esto? — se acerco un poco mirándolo fijamente a los ojos.

— De eso quería hablar contigo — bajo la cabeza pensando si era correcto decirle o no.

— Bien, habla — se recostó en la pared esperando que Taehyung le dijera el motivo del porque no hacía nada.

— No sé si esto está bien o no decirte esto, no puedo pensar correctamente ahora que por fin quieres escucharme — respiro profundo lamiendo sus labios por lo nervios. — me...me amenazaron con tu vida —

Los segundos pasaron en un gran silencio hasta que la estruendosa carcajada de Jungkook se escuchó en todo el lugar.

— ¿No pudiste utilizar otra cosa más creíble que ésto? — siguió riendo sin importar que el castaño lo miraba incrédulo.

— No estoy mintiendo — hablo lo más serio que podía.

— Si claro Kim, según tu quien te amenazó con mi vida — sonrió con burla.

— ¡Por dios Jungkook! Puedes al menos creerme en ésto — grito con enojo.

— ¿Cómo puedo creerte si estás diciendo algo muy tonto Kim? — llevo sus manos a su cintura dando pequeñas vueltas golpeando su lengua en el interior de su mejilla.

— ¡¿Cómo podría estar jugando con ésto Jungkook?! — se acerco tomándolo por los hombros. — Mis padres son unos malditos dementes —

— ¿Tus padres? — levantó una ceja mirándolo confundido.

—  Ellos quieren que me case contigo por el dinero, yo no quiero eso por lo que me amenazaron con hacerte algo si no lo hacía, conozco a mis padres y se que son capaces — lo miro con terror intentando que le creyera desesperadamente.

— Estás loco — lo empujó, arregló su saco mientras se alejaba un poco del castaño. — solo mira a lo que has llegado solo para casarte conmigo, ¡tú eres el maldito demente culpando a tus padres con algo tan atroz! — grito.

— ¡No te estoy mintiendo! — grito con enojo mirándolo fijamente. — créeme, yo nunca te mentiría Jungkook, nunca — susurro.

— Quiero que te alejes de mi Kim — dijo lo más serio y cruel que podía ser.

Sus labios se entre abrieron mientras sus ojos no podían parar de ver los ojos del contrario, no podía asimilar lo que estaba pasando, hasta que Jungkook hablo por última vez antes de irse.

— Por favor, sólo créeme en esto — suspiro profundamente intentando calmarse.

— Eres un mounstruo Kim — con una fuerte mirada de odio lo miro para después irse sin mirar atrás.

— ¿Porque no me crees aunque sea una vez? — respondió con la vos rota en un susurro. —





Por favor, no me digas que soy un mounstruo cuando solo quiero protegerte.





































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