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Cerró la casa con seguro para después meter la llave en su bolsillo del pantalón, observó al rededor de su casa, la brisa de los árboles acariciaban su rostro haciendo que su cuerpo se estremeciera por el frío.

Tomo su largo abrigo blanco poniéndose mientras caminaba al auto negro que esperaba frente a la casa, ya que solo iba de salida a la casa y subir a su auto para conducir hasta el parque donde se suponía era el reencuentro.

Las calles de Seúl estaban un poco vacías por lo que no fue un problema para llegar rápido, sin embargo su mente recordó algo al pasar por una de las calles cerca del parque, con algo golpear su pecho volteo a mirar a su derecha.

Aquel restaurante que había soñado desde pequeño estaba cubierto por plástico con un muro de lámina cubriendo al rededor, pestaño repetidas veces para borrar aquellos recuerdos y conducir hasta por fin llegar al parque.

Dejo el auto en el parqueo, tomo su celular, billetera, mascarilla y las bolsas de regalos para después bajar y caminar al centro del parque tomando asiento en una de las bancas, miro la hora de su reloj dándose cuenta quien había llegado 10 minutos antes.

— Bueno, es que soy idiota — se burló de si mismo.

Mientras esperaba observaba con atención a los niños jugar en todo el parque con sus amigos o padres, mordió su labio inferior al recordar que perdió su tiempo al desear tanto que su madre le pusiera atención desde pequeño.

Estaba tan metido en sus pensamientos cuando el empujón en su pierna lo asustó, rápidamente miro hacia su pierna encontrando la linda sonrisa de Eunwoo.

— Hola hyung — sonrió dando pequeños saltos en su lugar. — papá nos está esperando —

— Eunwoo no seas así, lo siento mucho — sonrió apenada tomando la mano del pequeño para alejarlo un poco.

— Descuida — se puso de pie.

— Mi jefe lo está esperando, el problema es de que...hay que regresar caminando — hablo con vergüenza.

— Porque nos vinimos con su novio y el tuvo que irse de urgencia y nos dejó tirados — hablo rápidamente haciendo que la chica se sonrojara apenada.

— Descuiden, traje mi auto podemos irnos en el, vamos — los dos asintieron y comenzaron a caminar hacia el auto deportivo.






















En el transcurso el pequeño Eunwoo hablaba mucho preguntando demasiadas cosas a Taehyung haciéndolo reír.

— Me gusta su cabello, tenemos los mismos ojos ¿Me quedaría igual que a usted? — pregunto refiriéndose al cabello.

— De seguro pero aún eres pequeño — sonrió dando la vuelta.

— Por favor siga recto y después giré en la primera calle a la derecha — Taehyung asintió.

— ¿Tiene hijos? — eso tomo por sorpresa a Taehyung haciendo que lo mirara.

— No — por el retrovisor pudo observar a la chica mirando al niño con pena. — aún soy joven —

— Papá es joven también — respondió poniéndose de rodillas en el asiento para poder ver por la ventana mejor.

Giro a la derecha y siguió recto escuchando de la chica que ya estaban cerca, minutos después ella señaló un enorme portón al frente.

— Ya llegamos — sonrió emocionado volteando a ver a Taehyung.

Taehyung parqueo el auto después de cruzar el portón y mirar al pequeño que lo observaba con una gran sonrisa, pero...

Un brillo resplandeció en el pecho del pequeño observando el objeto con terror.

— Hay que bajar — abrió la puerta y bajo para después cerrarla.

Todos habían bajado menos Taehyung que observaba un punto fijo, no quería hacerce ideas antes de entrar, sabía que no era el único en este mundo pero era mucha coincidencia que fuera exactamente iguales.


— Las cadenas están hechas de oro puro, la pequeña esfera es muy frágil por lo que debes tener cuidado con ella — señaló con una sonrisa.


Unos golpes en el vidrio de la ventana le regreso a la realidad, con un fuerte suspiro dejo la mascarilla en el asiento y salió cerrando el auto.

Camino con la cabeza levemente baja detrás de las dos personas de adelante, subió las escaleras hasta estar frente a la puerta.

Levantó su cabeza con firmeza arreglando su abrigo blanco y cabello, a los segundos las puertas se abrieron dejando ver a una de las sirvientas, al entrar miro la casa.

Era grande de dos plantas con un hermoso aroma a fresa, la mano del pequeño Eunwoo tomo la suya encaminando lo a dónde debía ser el comedor.

Al abrir la puerta el pequeño corrió hacia la mesa dejandolo en el pasillo, escuchó unas voces hablar animadamente mientras les decían cosas lindas al pequeño.

— Eunwoo ¿Dónde está? — se escuchó una fuerte y ronca voz.

Taehyung suspiro reconociendolo, en un momento tubo la cobardía de dar media vuelta y huir pero ya era tarde.

— Puedes entrar — se volvió a escuchar de la misma persona en el interior.

Taehyung suspiro frotando su rostro para después elevar su cabeza y caminar hasta la puerta.

Giro sobre sus pies hasta estar frente a la puerta y entrar con pasos firmes.

A los segundos se escucharon sonidos de sorpresa, la familia Jeon estaban en sus asientos observándolo con incredulidad.

— ¡Papá, papá! El es quien me salvó — lo señaló con felicidad.

Jungkook miraba fijamente a Taehyung con su rostro pálido, después de tanto tiempo lo volvía a ver.

— Hola, nos volvemos a ver después de tanto tiempo — sonrió cerrando un poco al hacer una sonrisa cuadrada.





































Intentaré actualizar seguido ❤️

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