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Taehyung se sentó en la parte trasera del auto observando detenidamente al pelirosa, era más que obvio que no le creía en nada.

— Sabes que no va acabar bien si sigues mintiendo ¿verdad? — suspiro tomando el bate entre sus manos y observar la sangre que se deslizaban de él.

— ¡No miento! — grito en una mueca de dolor al ver al peligris mirarlo fijamente. — No lo haría, no cuando mi familia y mis amigos están en peligro —

— La familia es una mierda — respondió desinteresado. — al igual que los amigos, eres tan inocente que piensas que ellos te protegerán o hablarán bien de tí cuando no es así, el egoísmo, la envidia y la avaricia son cosas que siempre estarán a tú alrededor —

— Mi familia y amigos no son así, ellos me han ayudado mucho — contraatacó tomando asiento en el suelo con una mueca de dolor. — al igual que a tí —

— Al parecer no sabes mucho de mí — sonrió moviendo sus piernas. — la persona que más necesitaba, me enseñó a no necesitar de nadie —

Jimin suspiro mirándolo fijamente, aquel chico parecía tan tierno sonriendo con una sonrisa cuadrada, pero eso solo era un disfraz.

— ¿Cuánto tiempo llevas en esto? — interrumpió.

Jimin muy molesto por lo anterior pensó antes de hablar, llevaba mucho tiempo metido en esa mierda.

— Tres años — susurro bajando su cabeza observando sus piernas.

— ¿Que han hecho tus amigos y familiares por tí en estos tres años? — lo miro con una ceja alzada.

Hubo un gran silencio, después que aquellas personas lo obligaron a entrar no supo más de su familia y amigos, sabía encontrarlos en las calles pero estos solo lo miraban terriblemente mal y se alejaban dejándolo con la mano alzada.

— Aquí, tú estás solo, y es aquí cuando te das cuenta quien sigue a tu lado y quién no — en un fuerte suspiro bajo del auto y se acerco al pelirrosa que aún mantenía su cabeza baja. — Y tú, lo estás —

Elevando con poca rapidez el enorme bate observó todo los movimientos del contrario, y sin empatía alguna apretó con fuerza el bate y lo estampó contra su cabeza.

El cuerpo del pequeño chico cayó al suelo siendo iluminado por la luz de la luna.

— Créeme, te hice un favor — dijo observando aún lado de la carretera al escuchar un auto cerca. — que mala suerte —





















— ¡Papá! Quiero ir al parque — dijo corriendo a la oficina de su padre que escribía en su laptop.

— Ahora no hijo, tengo que terminar unos papeles para esta noche, puedes ir con mamá — respondió sin despegar la mirada de la pantalla.

— Mamá no me quiere, ella me odia — pucherio caminando hasta estar a lado de su padre.

— Le diré a tu niñera que te lleve ¿Está bien? — le dió una pequeña mirada.

— Como siempre — dijo para después correr de nuevo por los pasillos dejando a Jungkook.

Miro a la puerta donde Eunwoo había salido sin poder seguir en lo que hacía, había descuidado mucho a su hijo pero realmente estaba muy ocupado en su empresa.

A las horas la niñera llevo al pequeño a dar un paseo mientras hablaba por teléfono con una de sus amigas, mientras Eunwoo observaba a los niños jugar y el no poder levantarse de aquella banca dónde aquella chica lo había obligado a estar.

STUPID LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora