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Aveces cometemos errores que después nos damos cuenta de ello, piensas que ya no puedes remediarlo y piensas que con el tiempo se irá arreglando, mentira.

Por el intento de ser libre había metido a otras personas en su mundo oscuro, nunca fue su intención, sin embargo ya lo había hecho.

Su infancia no fue como la de cualquier niño que jugaba al balón en el patio con sus amigos, no tuvo una fiesta de cumpleaños como la cálida voz de sus padres al deciarle un feliz cumpleaños en la mañana. Había pasado la mayor parte de su niñez dentro de cuatro paredes con los fuertes gritos de sus padres.

No estaba seguro en ningún lugar de aquella casa donde amigos de su padre entraban a su habitación para molestarlo, desde muy pequeño supo que los humanos eran los verdaderos monstruos.

Hasta que lo conoció.

Al sentir aquellas tan mencionadas mariposas en su estómago pensó que era algo normal cuando lo vió, pero él no tenía ningún interés en ese niño sucio que lo miraba con admiración.

Tantos intentos fallidos para después regresar con su cabeza baja a su habitación, aquel niño no quería verlo por ser... extraño.

Pero cuando pensó que ya no tenía oportunidad ese niño se le acercó, la felicidad no cabía en su pequeño cuerpo de 7 años, al tiempo ya eran grandes amigos.

Repentinamente aquellos hombres dejaron de entrar a su habitación para molestarlo, sus padres habían cambiado o eso parecía. Cuando aquellas extensas horas de juego terminaban era encerrado en su habitación, pero eso ya no le importaba porque por fin tenía un amigo y eso nadie se lo podía quitar.

Jungkook es muy lindo

Eran las palabras de aquel pequeño castaño mirando a Jungkook irse con sus padres.

Cada noche deseaba a las estrellas que le cumplieran su deseo.

Taehyung, quería estar con él.

Pocos años después Jungkook le hizo la promesa de siempre protegerlo y amarlo como amigos, le prometió tantas cosas que ilusionaron al pequeño Taehyung.

Pero esto nunca se cumplió cuando se enteraron de lo que sus padres hablaban detrás de ellos, planeaban casarlos en un futuro no tan lejano, aunque para Taehyung le había parecido tan genial, para Jungkook era tan desastroso e indignante.

Nunca pensó que eso los llevaría alejarse,dónde Jungkook había construido una pared imaginaria entre ellos dos dónde Taehyung trataba de derrumbar.

¿Porque no quieres jugar conmigo?

¡Solo alejate de mí!

Los años pasaron y aquella amistad que habían construido ya no estaba.

Ahora ya eran unos jóvenes independientes.

Taehyung después de sufrir la peor separación de su mejor amigo siguió su vida en la sombra.

Aunque Jungkook no lo quisiera ver cerca Taehyung se mantenía detrás de él todo el tiempo, porque aunque para Jungkook no le haya significado nada aquella promesa que hicieron de pequeños, para él castaño era muy importante y la cumpliría.

Sabía a lo que se enfrentaría por solo cumplirla, pero siempre evitaba aquellos comentarios venenosos que los demás decían a su espalda.

Ese niño no tiene dignidad.

Parece un perro faldero detrás del Joven amo.

Parece que él no aprende después de tantos años que Jungkook lo rechazó.

Entiende, Jungkook te odia.

No eres más que un niño inmaduro, al ponerle tanta atención a una promesa de niños.

¿Acaso está detrás de él por su dinero? Que locura.

Es tan irritante verlo en la mansión todo el tiempo, no se cansa de seguirlo.

No es más que un niño sucio.

Por su culpa el joven amo está estresado.

Seguro el tubo algo que ver en esa supuesta boda.

Maldito homosexual.

— ¡Maldito idiota! — se escuchó aquella estruendosa abofetada en toda la sala.

El rostro del castaño se inclino hacia un lado con su rostro siendo tapado por su cabello, aquella mujer no dejaba de tirar maldiciones.

— "No pueden obligarlo a casarse" — apretó sus puños con fuerza. — Que intentas hacer ¿eh? — lo miro fijamente. — ¡Hablá! —

Proteger a mi amigo de ustedes — susurró.

— ¡Que dijiste! — volvió a gritar con fuerza.

— ¡Proteger a mi amigo de ustedes! — grito con fuerza mirando con amenaza hacia la mujer.

— ¡Soy tu madre respétame! — lo señaló con enojo.

— ¡Ustedes no son mis padres! — grito desgarrando su garganta, sus ojos con dos llamas de irá en ellos miraba a los dos mayores.

— Tienes razón, ¡dejaste de ser nuestro hijo después de la muerte de tu hermano! — lo señaló. Como una persona sin sentimientos sonrió regocijándose en el dolor que en los ojos del castaño se hallaba.


El dolor de la perdida de su hermano mayor.




















Hola, solo preguntarles si les está gustando la historia.

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