Un Omega con mal olor. [Yoonmin]

12.

- Yoongi~ - llamó la pelinegra moviendo su hombro suavemente para que le prestara atención- Debemos saludar a mi tíos - dijo agarrando su mano llevándolo a la sala donde la familia de la omega se encontraba reunida, riéndose entre ellos con una copa de vino - Esto es importante para mi Yoon - puchereó la omega parándose frente al alfa con su manos en sus caderas - Esta cena ha estado planeada desde hace semanas, comportarte como un buen novio - lo regaño bajo evitando que los demás se enterasen - Tus padres lo entenderán.

- Pero hoy tenía una cena con ellos,Suzy- dijo el alfa con su ceño fruncido incómodo por la atención que estaban recibiendo disimuladamente por parte de los allegados de la omega - Jamás mencionaste esto - miró de reojo a su alrededor - Los hubiera citado otro día y no tendría que haber dejado plantados a mis padres - murmuró tomando un poco de champagne de su copa - Eso fue egoísta y desconsiderado.

- ¿Egoísta? - dijo indignada soltando una risa seca - Presentarte a mi familia , formalizar nuestra relación, preparar todo esto para que te sientas cómodo - bufó la pelinegro cruzando sus brazos , evitando mirar al alfa - Por si no te enteraste, tuve que traer a mis familiares del extrajeros pagando sus vuelos , Yoongi - lo último dijo con voz palpable de enojo - Llama a tus padres y diles que irás. Tú eres el egoísta - volteó dejando al alfa en medio de la sala con varias miradas de desaprobación.

El pálido suspiró con cansancio, saliendo de aquella casa para respirar un poco  de aire fresco, intentando ordenar sus ideas, pesando en formas de obtener el perdón de su novia al ser un poco ¿egoísta?. Tal vez la omega tenía razón, sus padres vivían en la misma ciudad , pero siendo su tiempo limitado viéndolos solo un par de veces. En cambio, para la pelinegra, era todo lo contrario. La omega debía viajar durante horas para poder reencontrarse con sus padres. Además, ella había quedado de acuerdo en pasar todos los fines semanas en casa de sus padres aunque nunca se lo había consultado. Sin embargo, el problema radicaba que eran un martes, y el alfa recuerda perfectamente haberle mencionado aquella cena, pues se sentía emocionado el poder pasar un tiempo padres e hijos. Había reservado con antelación de meses una mesa en uno de los restaurantes más lujoso para sus padres, todo esto debido a sus treinta años de casados, siendo un regalo especial, una cena junto a ellos. Una de las pocas que han tenido desde hace años.

- A veces, suele comportarse como un niña - dijo una voz de pronto a sus espaldas asustando al alfa quien se encontraba inmerso en sus pensamientos - Te vi sorprendido al llegar - siguió hablando el mayor parándose junto al alfa con sus manos en los bolsillos de su pantalón. Su rostro tenía leves arrugas pero su presencia seguía siendo imponente como la de un alfa. El hombre giró su cabeza sonriendo al pálido, siendo esa una sonrisa de compresión pues no se podía ignorar el hecho que sucedió dentro de la sala minutos atrás, siendo un espectáculo visto por todos los presentes - ¿Mi hija no te informó de la cena Yoongi? - preguntó el mayor siendo el silencio la respuesta - ¿Tenías algo está noche?

- Una cena con mi padres por su aniversario - murmuró el alfa mirando al cielo oscuro adorando con distintas luces destellantes haciéndolo sonreír de lado - Lamento aquella escena señor - brindó un reverencia de disculpa - No se volverá a repetir.

- No debes disculparte muchacho - contestó el alfa mayor negando con su cabeza - El actuar de mi hija estuvo mal, como su padre lo reconozco - habló el alfa colocando su mano en su hombro.

- No, fue egoísta de mi parte no pensar en ella - el alfa pálido con una reverencia más - Su hija no los ve a menudo y no fue considerado de mi parte no dar el crédito merecido a ella al preparar todo esto. Perdón por lo sucedido anteriormente - dijo el azabache recibiendo una mirada de regaño por parte del mayor.

- Está mal no informar a tu pareja. Porque deduzco que le avisaste a mi hija acerca de la cena con tus padres, ¿cierto? - recibió un asentimiento del contrario un poco avergonzado - Es egoísta no tomar en cuenta a tu pareja, sus asuntos y compromisos. No necesitas disculparte - dijo el alfa tranquilizandolo - Porque le diste su lugar viniendo aquí, pero ella debió respetar tu compromiso.