Un Omega con mal olor. [Yoonmin]

52.

- ¿Por qué vinimos aquí, Jinnie? - preguntó el omega, llevaba en su bolso los materiales y algunas otras cosas - ¿Qué haremos?

- Me pidieron que hablara contigo, que te trajera aquí - el castaño lo miró nervioso - Es sobre tu padre.

- No, Jinnie - el omega lo miró con pánico - Ya te dije que no estoy listo - sus manos empezaron a sudar - ¿Y si viene borracho? - su pulso se aceleró - ¿Y si me sigue odiando?

- Jimin - tomó su rostro haciendo que lo mirara - Esta es la última vez que lo verás - vio al alfa moreno venir detrás del pelirubio, no entendía que estaba pasando - Ya no puede esperar más, NamJoon me dijo que solo podrás verlo unos minutos.

El castaño empezó a respirar irregular, escuchó las pisadas de alguien tras él, siendo la señal de que estaba acercándose.

- ¿Jimin? - dijo una voz un poco ronca.

- ¿Qué haces aquí? - dijo asustado volteando, su amigo lo tomó de los hombros para que lo mirara, sonriendo un poco para que se calmara.

- Estaré aquí - dijo el pelirubio y el moreno asintió de acuerdo, una señal que él también se quedaría.

Jimin respiró profundo y caminó unos metros, quería hablar a solas con él, no sabía que pensar, que esperar de una persona que en su momento creyó que era lo más importante como para no lastimarlo.

El hombre que olvidó que alguien más lo necesitaba.

Estuvieron en silencio un par de minutos, el castaño lo miraba con su ceño fruncido, con su mente revuelta y con su corazón dolido. Él estaba ahí, realmente estaba junto a él.

No se veía como ese tipo que olía alcohol y cigarrillo, atuendo desaliñado y cabello revuelto. El hombre que veía en ese momento, era el padre que alguna vez y de manera borrosa recordaba.

- ¿Por qué? - fue lo primero que dijo el omega a su padre.

- Amaba demasiado a tu madre - dijo el hombre avergonzado - Quería saber...¿Por qué nos hizo esto? - remojó con su lengua sus labios resecos - ¿Por qué rompió mi corazón de esa manera?

- Te vi sufrir...- musitó el omega - ¿Por qué querías respuestas? - sus ojos se aguaron - Yo te necesitaba.

- El amor por tu madre me cegó, estaba roto, ella me dejó por otro hombre, por alguien que tenía otra familia - contestó con su mirada ausente - Esa niña me lo había dicho, pensé que era una mala broma y me enfrenté a su madre para que no se acercara a nosotros, no podía creerle. Pero...Dios esa mujer estaba loca - suspiró tembloroso - Hasta que lo descubrí, ambos en la recámara, en nuestra casa, fueron unos... - lloró en silencio - Era mi destinada - su voz se rompió - Teníamos una familia, un lazo...a ti - tomó un poco de aire de continuar - Pero...se fue y yo...no quería morir, no podía morir - su cuerpo temblaba - Me deje influenciar por malas personas, volví a encontrarme con ellas en mi momento de vulnerabilidad - cerró sus ojos recordando aquella noche - Mi objetivo era convencerla de que no me abandone, una oportunidad. Amarnos y no tener que vivir ese dolor mortal...Un lazo roto - murmuró - Yo no era tan fuerte como para sobrevivir al rompimiento de lazo con tu madre, preferí poner mi dolor antes que el tuyo...Fui un egoísta - su cuerpo estaba temblando - Y tampoco pude salvar mi lazo - cubrió su rostro con sus manos - Tenía tanto miedo, necesitaba encontrarte antes de hacer lo correcto - sus manos temblaban - No soy nada hijo, no merezco nada y ahora lo sé. Solamente era un estúpido adulto que temía al fracaso, a la soledad...Y al dolor que causa amar a una persona que no te merece.