Marcos y yo entramos al comedor cogidos de la mano tras la conversación con Paula.
- Si no le hicieron ninguna foto, no entiendo nada. - Dice el gallego con la fotografía en la otra mano.
- No sé pero lo mejor será que la escondamos y no vayas enseñándola por allí. - Le digo refiriéndome a la foto y mientras él la guarda en el bolsillo derecho de su pantalón, se dirige a por un vaso de leche.
- ¿Zumo de naranja? - Me pregunta y yo asiento. - Siéntate, ahora voy yo y te lo traigo.
Hago lo que él me dice y me acerco a la mesa que siempre ocupamos, donde Iván ya está sentado.
- Buenos días enana. - Me dice cuando me ve aparecer.
- Buenos días Iván. - Le digo sentándome a su lado y Roque aparece sentándose en frente de él. - Buenos días gigante.
- Hola. - Responde él y por último se sientan en la mesa Carol, Victoria y Marcos.
- ¿Dónde estará la nueva? - Pregunta Carolina ocupando el asiento frente a Marcos, quien está a mi lado.
- ¿Acaso tiene importancia? - Pregunto sin interés.
- Para mí que esta vez se ha escapado de verdad. - Dice Victoria sentándose en la única silla libre que quedaba. - Bueno, ¿y tú qué? ¿Vas a ir este puente a ver a tu madre Carol?
- Sí, y a la playa. Tengo unas ganas... ¿Y tú qué vas a hacer? - Responde Carol a la pregunta de Victoria y le pregunta a Iván.
- Me voy con Roque a los Alpes a esquiar. - Responde él.
Noto como Marcos se siente incómodo con esta conversación y agarro su mano. Es normal, perdió a su familia hace poco.
- Después de todo lo que ha pasado necesito a mi familia. - Comenta Victoria.
- Todos necesitamos un hombro en el que llorar. - Dice esta vez Iván y noto como Marcos de cada vez agarra mi mano con más fuerza. - Bueno, quien dice un hombro, dice una lápida.
- Un día de estos van a dejar de hacerme gracia tus putos chistes. - Le dice Marcos a Iván y luego me mira a mí. -Me voy que al final le parto la cara a tu amigo.
Después de eso se levanta de la silla y empieza a caminar.
- Iván, ¿te han dicho alguna vez que eres gilipollas? - Digo levantándome con la intención de ir tras él pero veo que Carol también se levanta. - Tú ahí quietecita guapa.
Cuando acabo de hablar empiezo a seguir a Marcos. Él al notar que estoy detrás de él, se detiene y cuando llego a su lado me abraza.
Yo le correspondo el abrazo y empiezo a hablar.
- No hagas caso a Iván, los dos sabemos lo imbécil que es. - Le digo y nos empezamos a separar.
- Iván me la suda, lo que me preocupa es la foto.
- No sé Marcos, debe ser casualidad. - Le digo para tranquilizarlo. - Hay gente que se parece mucho.
- Esa niña y mi hermana son dos gotas de agua. - Me dice nervioso. - Tengo que ver que más hay en esa caja fuerte.
- Vamos a hacer una cosa, ¿tú tienes la llave? - Le pregunto y él asiente. - Pues si quieres cuando quieras te acompaño y revisamos a fondo lo que hay en esa caja. ¿Te parece bien?
- Gracias.
[...]
Estamos en clase de matemáticas y Mateo ha pasado lista, al parecer la única persona que falta es Julia.
- Pues informad a la tal Julia Medina de que faltar a mi clase, con o sin excusa, son cinco negativos. - Después de sus palabras, el profesor tira un avión de papel que vuela por todo el aula hasta acabar de nuevo en sus manos. - ¿Os gusta? Lo divertido de verdad es saber por qué vuela así. Hoy vamos a calcular... Vosotros dos, ¿hay algo que queráis compartir?
Como Iván y Roque estaban hablando, el profesor ha tenido que parar su explicación y ahora todas las miradas están sobre ellos.
- No, pero gracias por el interés. - Responde Iván. - Tranquilo, sigue con lo tuyo que ya si eso, nosotros te avisamos.
- Hombre, el graciosete de la clase, por fin ha aparecido. - Dice Mateo. - Me vienes bien para explicar la tercera ley de Newton. Cada acción origina una reacción igual y de sentido opuesto, o lo que es lo mismo, haces un chiste, castigo que te llevas.
- Impresionante. - Responde Iván. - ¿Y para ser tan listo te cayó un melón en la cabeza o naciste así?
- ¿Pero a este que le pasa? - Me pregunta Marcos en un susurro.
- No tengo ni idea, pero hace la clase de matemáticas más entretenida. - Le digo de igual forma.
- Esto va a estar bien. - Dice el profesor. - Mañana examen. ¿Te parece divertido, graciosete?
- ¿Entretenida? - Me dice Marcos. - Por su culpa vamos a tener mañana un examen.
- Calla, mira a Iván, está apunto de soltar otra cosa de las suyas. - Le digo y efectivamente Iván empieza a hablar de nuevo.
- Pues si el examen consiste en hacer avioncitos de papel, mira, mola. En la carrera esa, ¿te enseñaron sólo a hacer avioncitos o también barquitos de papel?
- Te lo he dicho. - Le digo a Marcos y él me mira sorprendido.
- Pero eso solo ha hecho que Mateo se enfade más. - Me dice él.
- Lo sé, yo no he dicho que lo fuera a arreglar. - Le digo y el profesor vuelve a hablar.
- El examen valdrá el 20% de la nota final. ¿Te parece divertido? Que veo que tú también cuchicheas mucho con tu amiguito. - Lo último que dice Mateo va dirigido a mí y yo no soy de quienes agacha la cabeza así que le respondo.
- Sinceramente me he reído más otras veces pero no ha estado mal. - Le digo y veo de reojo como Iván sonríe orgulloso.
- Pues el 30%. - Dice Mateo para decir que el valor de la nota del examen ha subido.
- No nos da tiempo a estudiar. - Dice Victoria enfadada.
- Yo solo sigo las leyes de la física: acción-reacción. - Dice Mateo. - ¿Os sigue pareciendo gracioso?
Después de eso, nadie dice nada más.
[...]
- Para entrar a la habitación de Mateo necesitamos las llaves. - Me dice Marcos mientras recogemos ya que ya han acabado las clases.
- De eso puedo encargarme yo. - Le digo y empezamos a caminar. - Cuando las tenga te aviso.
Después de eso, subo las escaleras y voy a la habitación de Fermín. Toco la puerta un par de veces pero no hay respuesta. Así que decido que es el momento perfecto para entrar y coger la copia de las llaves que estoy segura que debe tener en la habitación.
Cuando entro me viene a la mente el recuerdo de cuando Fermín me apuntó con la pistola, por el simple hecho de que ahora mismo está haciendo lo mismo.
- Joder Dana.
- ¿Sabes que es peligroso ir por allí jugando con una pistolita? - Le digo mientras él baja el arma.
- ¿Y tú sabes que es de mala educación entrar a la habitación de alguien sin permiso? - Me dice alejándose un poco y es cuando veo que está sudando y está pálido, no tiene buena cara.
- También es de mala educación responder preguntas con otras preguntas. - Le digo y me acerco a él. - ¿Estás bien? No tienes muy buena cara.
- Tienes que ayudarme.
ESTÁS LEYENDO
El Hada Negra De La Laguna
FanfictionEsta maravillosa portada ha sido hecha por @Atenea_rainbow. Esta es una historia sobre la serie española "El internado". Está narrada por Danae, una chica que llegó al internado de muy pequeña. Ella averiguará los secretos de la Laguna Negra junto...