¿Irene?

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Despierto en la cama de Marcos junto a él y un montón de apuntes de matemáticas tirados sobre el colchón. 

Me incorporo en la cama y miro a mi alrededor, Iván está en su cama también dormido igual que Roque y Carol se encuentra dormida sobre el escritorio.

A la mínima que me muevo los apuntes que hay encima de la cama empiezan a hacer ruido y me asusto pensando que podría haber despertado a alguien pero por suerte no ha sido así.

Miro la hora y veo que aún queda una hora y media para ir a desayunar así que salgo de la habitación de los chicos y me dirijo a la mía para coger lo necesario para ir a ducharme.

En cuanto entro veo a Julia y Victoria, cada una en sus camas, dormidas. Me fijo en los papeles que hay sobre la cama de Vicky, hay una foto del profesor de matemáticas y otra chica, y también hay algo que tiene pinta de ser un examen.

Pienso unos segundos en si debería hablar con Victoria de eso pero decido dejarlo correr, no quiero problemas con Vicky y no quiero meterme en sus cosas.

Salgo de la habitación y voy directa a las duchas. Mientras el agua cae por mi cuerpo pienso en la extraña actitud de Iván la noche anterior. ¿Qué mosca le debió picar? Simplemente es Iván, él es raro de por si.

Cuando salgo de la ducha y me visto voy directamente a la habitación de Fermín para ver como está, ayer no tuve tiempo de pasarme.

Toco la puerta un par de veces y oigo la voz de Fermín de detrás de la puerta.

- Ya voy Jacinta, me he quedado dormido.

- ¿Debo ofenderme? Siempre que vengo aquí me llevo un disgusto. - Digo yo volviendo a tocar la puerta.

- Siempre la cago contigo, unas veces te apunto con una pistola y otras te llamo Jacinta. - Dice Fermín en broma mientras me abre la puerta.

- Ya me lo compensaras. ¿Cómo estás?

- Bien, aunque no puedo mover el brazo. - Dice echándose a un lado para dejarme pasar. - Tendrás que ayudarme con los trabajos manuales.

Cuando dice eso empiezo a reírme y él me mira confundido pero aún así sonríe.

- Perdona, estás hablando con una adolescente y no te has dado cuenta de lo mal y raro que ha sonado eso. - Le digo y ahora es él quien ríe.

- Bueno, yo me refería al tema de mi trabajo en el internado. Por cierto, felicidades. - Aclara él.

- Gracias. Podría ayudarte, pero con una condición. - Le digo poniéndome seria y él asiente esperando a que continúe. - Que me digas que cojones está pasando para que tú tengas que ir con una pistola por allí y por qué es tan peligroso como para que quieran matarte.

- No puedo decirte nada Irene. - Dice él y luego me mira preocupado.

- ¿Irene? - Le pregunto confusa.

- Perdona, Dánae. - Se disculpa moviéndose nervioso hacia la puerta. - Voy a llegar tarde, tengo que irme.

Él sale de la habitación dejándome sola y yo salgo tras él pero cuando estoy en el pasillo ya no lo veo.

- Mira que bien está cuando quiere. - Digo para mí misma. - Pues ya me he quedado otra vez sin información.

Miro el reloj y me doy cuenta de que en cinco minutos empiezan las clases y no quiero llegar tarde al examen de matemáticas.

Cuando entro al aula, el primero en verme es Iván y se acerca a mí.

- Felicidades estúpida. -Dice él pellizcándome en el brazo y riendo.

- Me lo tomaré como un gesto cariñoso. - Le digo sonriendo y él se ríe por mi comentario.

- Sabes que no se me da bien demostrar cariño. - Dice volviendo a pellizcarme en el brazo.

- Vale, lo pillo. - Le digo para que deje de hacerlo y nos reímos los dos. 

Veo que Marcos se está acercando pero, antes de que nadie pueda decir nada, aparece Mateo ordenando que nos sentemos y nos callemos porque iba a empezar a repartir los exámenes.

- Toma regalo, Nae. - Dice Iván refiriéndose al examen.

Yo simplemente ignoro su comentario y me siento ya que el profesor está empezando a repartir los exámenes.

Cuando veo lo que nos ha entregado el profesor me sorprendo, no es nada, solo medio folio en blanco.

- Pues sí que va a ser corto el examen, ¿no? - Dice Roque.

- Y tan corto porque ya estáis todos suspendidos. - Dice Mateo y todos nos quejamos. - Estáis suspendidos por haber robado las preguntas de mi habitación. A no ser que el culpable dé la cara y acabe con esta injusticia.

Nadie dice nada y yo tampoco, creo que ha sido Vicky, pero ni aunque esté segura la delataría.

- Ya, veo que la valentía no es vuestro fuerte. - Vuelve a hablar nuestro profesor de matemáticas. - Coged los bolígrafos. Estoy seguro que alguno sabe quién me robó, pero claro, no lo va a decir delante de todos. El que lo sepa sólo tiene que escribirlo en el papel y meterlo aquí.

Mateo señala una pequeña caja verde, es allí donde debemos dejar los papeles.

Después de que Mateo lea los papeles y de no encontrar un culpable se dirige a nosotros enfadado.

- Bien, por el momento todos os vais a quedar aquí este puente.

Después de esas palabras solo se oyen quejas. 

- No puedes hacer eso.

- Íbamos a irnos de viaje.

- Íbamos a estar con nuestras familias.

Sigue así unos minutos hasta que Julia decide hablar.

- Falta mi papelito. - Dice ella y Mateo coge el papel de Julia para poder leerlo. 

- Muy bien. El examen será el lunes a primera hora. - Dice el profesor tras leer lo que ha escrito Julia. - Disfrutad todos del puente, menos el graciosete.

Yo miro a Iván, no puedo decir que me sorprenda que haya sido él, pero al ver su reacción estoy casi segura que no ha sido Iván.

- Pero, qué cojones... - Dice Iván sorprendido por lo que acaba de decir Mateo.

- Podéis empezar a salir. - Dice el profesor y empieza a haber movimiento en la sala.

Marcos se acerca a mí y me abraza por la espalda. 

- Felicidades guapa. - Dice dándome un beso en la mejilla. - ¿Dónde has estado toda la mañana? No te he visto.

- Lo siento, he estado algo ocupada. 





El Hada Negra De La LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora