El Hada Negra De La Laguna

¿Por qué siempre la cagas?

Voy caminando agarrada de la mano de Marcos hasta llegar al comedor. Nosotros nos dirigimos a la misma mesa de siempre donde ya están Roque, Vicky y Carol sentados y nosotros hacemos lo mismo.

- Hemos hablado con todas las Irene del internado, y encima ni si quiera sabemos qué preguntar. - No informa Victoria.

- Sea lo que sea fue lo último que nos dijo Cayetano antes de morir. - Dice Carolina. - Tenemos que averiguar a qué se refería.

En ese momento entra Iván al comedor, nos mira y se aleja hasta llegar a una mesa vacía.

Todos nos miramos extrañados pero luego las miradas se posan en mí.

- ¿Qué? - Pregunto incómoda por sus miradas. - Yo no le he hecho nada.

- Tendrías que hablar con él. - Me dice Vicky. - Solo a ti te contará qué le pasa.

Yo suspiro y me levanto de la mesa para sentarme en una silla en frente de Iván.

- ¿Todo bien? - Le pregunto cogiendo su mano. - ¿Quieres hablar?

- Pero qué manía tenéis todas con hablar. - Responde él. - No tengo nada de qué hablar, ni contigo ni con nadie.

- Genial, ahora déjate de tonterías conmigo. - Le digo y aunque no veo a mis amigos sé que están pendientes de la conversación que estamos teniendo ahora mismo. - Estábamos todos preocupados por ti y ahora parece que nos estás perdonando la vida. Siempre vas con el rollo ese de que soy como una hermana para ti pero te vas sin decirme nada. He sufrido por ti estos días al igual que todos y cuando vuelves me cuentas lo de tu prima y pasas de nosotros. ¿Por qué no te vas un poquito a la mierda y empiezas a madurar ya?

- ¿Pero a ti que te importa mi vida? - Dice él como si me estuviera echando algo en cara. - Vete con el gallego y déjame en paz.

- Pues sí que me importa y no metas a Marcos en esto. Si tienes algún problema conmigo me lo dices a la cara. - Le digo levantándome de la silla y plantándole cara. - Llevó mucho tiempo aguantando tus tonterías. ¿Alguna vez has pensado en lo que siento yo? No, porque te centras sólo en ti. Porque la última vez que tú te enteraste de un problema que tenía te fuiste, ni si quiera te quedaste para estar a mi lado. ¿Y ahora esperas que esté detrás de ti hasta que quieras contarme qué te pasa? Pues lo siento pero no tengo tiempo.

Me alejo de él y me dirijo al aula antes de que empiecen las clases, sin mirar atrás, sin querer saber nada de nadie. Sé que tenía que ir para averiguar qué le pasa pero su actitud me enerva.

Poco a poco él aula empieza a llenarse y yo me quedo sentada pensando en el comportamiento de Iván.

- ¿Todo bien? - Me pregunta Marcos sentándose a mi lado y cogiendo mi mano.

- Sí, nada importante. Ya estoy acostumbrada. - Le digo sonriendo para tranquilizarlo ya que parece muy nervioso - Y a ti, ¿te pasa algo? Te noto nervioso.

- He hablado con Héctor, - me dice mirando al rededor - al parecer nos quieren expulsar del internado.

- ¿Qué? ¿Por las drogas?

- Sí, pero él dice que si nos expulsan que buscará un internado para los cuatro. - Dice él mirando como Héctor entra por la puerta.

- Venga chicos, sentaos. - Dice Héctor acercándose a cada uno de nosotros con una hoja de papel en la mano. - Os dejo la lista con los libros del trimestre.

[...]

Cuando acaba la clase estoy recogiendo las cosas y se me cae la lista de los libros que nos ha entregado Héctor al principio de la clase.