Las fotografías.

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Estamos Roque, Carol, Victoria, Marcos y yo sentados en en una mesa grande con seis sillas al rededor en la clase de Camilo.

- Si hubiéramos estado más pendientes de Cayetano ahora estaría vivo. - Dice Victoria mientras escribe en su cuaderno.

- Yo no sabía que estaba tan mal, ¿Cómo no nos dimos cuenta antes? - Dice Carol haciendo lo mismo que Vicky.

- Porque estábamos muy ocupados jugando a ser detectives. - Dice Victoria enfadada.

- Joder, es que era mi mejor amigo y yo no sabía nada. - Dice Roque alzando la voz enfadado consigo mismo. - Tendría que haberle ayudado.

- O se callan o les separo. - Dice Camilo dándose cuenta de que estamos hablando. - Que esto no es un bar de carretera. ¡Menuda murga!

Ante sus palabras yo solo ruedo los ojos y sigo con la traducción que nos ha mandado el profesor. De pronto se oye el tono de llamada de un teléfono móvil y recuerdo el día en el que Cayetano cambió su teléfono con el de Carol para que no se lo quedara Camilo.

- Cayetano tenía tú móvil, ¿no es así Carol? - Ella asiente a mi pregunta y yo sigo hablando. - Entonces Cayetano tenía las fotos de los cadáveres.

- ¿Y a Iván? ¿Creéis que también le han hecho algo? - Pregunta Vicky preocupada.

- Claro, igual cuando Cayetano fue al bosque a mear, alguien le siguió. - Propone Carol.

- ¿Y le metieron whisky y pastillas con un embudo? - Dice Marcos sin pensar en lo que dice Carol en una posibilidad.

- O se las inyectaron, yo que sé. - Vuelve a hablar ella.

- Yo es la única explicación que veo, Cayetano no estaba tan mal como para hacer tal estupidez. - Digo yo tras pensar en la situación. - Pensad que acababa de enterarse de lo de sus padres y tantas pastillas para la primera vez... Además, el fue el primero en decir que debíamos dejar todo esto, que no quería morir joven. No veo lógico tenerle miedo a la muerte y colocarse hasta tal punto.

- Además de que también enviamos las fotos a los periódicos y en 15 días no han publicado nada. - Dice Marcos encajando otra pieza del puzle de la muerte de Cayetano.

- Señor Novoa, mi paciencia está llegando a su límite. - Tras el profesor decir esas palabras suena el timbre y Marcos suelta el aire contenido.

- Salvado por la campana. - Digo mientras veo a Camilo alejarse.

- Debemos llamar a los periódicos para saber que ha pasado con las fotos. - Propone Carol y todos asentimos de acuerdo y salimos del aula rápidamente.

[...]

Estamos Roque, Marcos y yo en la entrada del internado esperando respuestas de Carol, quien está hablando con los periódicos y Victoria está con ella.

- Ahora vengo. - Dice Marcos mientras se aleja de nosotros, entonces quedamos Roque y yo solos.

- Entonces Marcos y tú... ¿Estáis saliendo? - Me pregunta Roque sin mirarme a la cara.

- Se podría decir que sí. - Le digo mirándole pero el sigue mirando el suelo. - Pero no se lo digas a nadie, por favor. No creo que sea el momento.

- No lo es. - Es lo único que me dice sin mirarme. Después de esas palabras levanta la mirada hacia mí. - Ya sabía yo que te gustaba su acento gallego.

Yo sonrío al escuchar su broma y él conmigo.

- Bueno, supongo que hay que aprovechar la vida.

- Las fotos no han llegado a ningún periódico. - Nos informan Vicky y Carol al llegar a nuestro lado.

- Esto es una mierda. - Dice Roque enfadado y se va.

- Mandaron a un tío vestido de cartero a por nuestras cartas. - Dice Marcos llegando a nuestro lado. - Acabo de hablar con el cartero y dice que este servicio solo lo hace él, y que solo él vino aquel día, pero ese no era el hombre al que le dimos las cartas.

- Pues genial.

[...]

Estoy sentada en el escritorio de la habitación estudiando junto a Victoria y Carolina cuando entran Elsa y Pedro a la habitación y empiezan a mirar entre los cajones y en el armario.

- Pero, bueno, ¿a qué viene esto? - Pregunta Carol.

- Viene a que en este colegio ha muerto un compañero tuyo por consumo de drogas. A eso viene.

Yo miro a mi espalda donde está Pedro revolviendo en mi cajón donde guardo la ropa interior.

- A ver Elsa, esto no es serio. - Digo intentando apartar a Pedro de allí. - Podría haber venido Amelia a ayudarte al menos. No toques mi ropa.

Pedro me hace caso y coge mi neceser para buscar dentro.

- ¿Qué es esto? - Pregunta Pedro con algo del neceser en la mano y es cuando me doy cuenta de lo que es. - ¿No será droga?

- No, es un tampón. - Le digo estresada por esta situación. - Pedro, si montas todo esto porque necesitas uno llévatelo, te lo regalo.

- No pueden venir aquí a mirar nuestras cosas privadas. - Dice Carol mientras le quita a Elsa de la mano su ropa interior.

- Si no vais a encontrar nada. - Le dice Vicky a los profesores.

- ¿Seguro? - Pregunta Pedro con una bolsa que contiene pastillas en la mano. - Danae, me sorprendes.

- ¿Yo? - Le pregunto confundida. - Eso no es mío. ¿Dónde lo has encontrado?

- En el estuche de tus gafas. - Me responde.

- Pero eso no lo he abierto yo desde que acabó el curso anterior. -Le digo sin saber que hacía eso allí. - Eso debe tener hasta telarañas.

- Bueno, y el vestido que te pusiste para Santa Isabel Vicky, ¿también tiene telarañas? - Victoria le mira sin entender a que se refiere y Elsa vuelve a hablar. - Porque telarañas no he visto, pero sí esta bolsita.

Elsa enseña una bolsa igual que la que dicen haber encontrado en mi estuche.

- Y aquí está la tercera, ¿verdad Carolina? - Pregunta Pedro sacando de un cajón de Carol otra bolsa igual.

El Hada Negra De La LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora