Julia.

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Después de que Héctor se fuera yo me he quedado sola, mirando a la nada pero sin moverme.

- Hola. - Después oír la voz de Marcos detrás de mí veo que se sienta en frente de mí.

- Vaya, parece que mi sitio secreto no es tan secreto. - Le digo sonriendo.

- ¿Sitio secreto la entrada del internado? No lo dirás en serio, ¿no? - Me dice sonriendo.

- ¿Que llevas ahí? - Digo cogiendo lo que tiene en la mano.

- Te has perdido la clase de matemáticas, es como una especie de tarea. Si conseguimos resolver el cubo de rubik, tenemos un diez en la asignatura. - Me dice él mirando mis acciones. - Pero yo no tengo tanta suerte para que me coincidan los colores.

- Es algo sencillo, no es suerte. La clave es tener claros una serie de algoritmos. - Digo mientras resuelvo el cubo de rubik.

- Ajá, ¿y tú sabes cuáles son esos algoritmos? - Me pregunta centrando su atención en mis manos y el cubo.

- Sí, aquí tienes. - Le digo devolviéndole el cubo ya resuelto. - Ya puedes ir a por el diez.

- Pues gracias. - Dice dejando a un lado el cubo y cogiendo mi mano. - ¿Por qué no has venido hoy a clase?

- He estado pensando. ¿Puedo hacerte una pregunta? - Él asiente y yo vuelvo a hablar. - Pero me tienes que decir la verdad. No me enfadaré, te lo prometo, pero quiero saberlo.

- Me estás asustando. - Dice mirándome esperando mi pregunta.

- ¿Qué te ha dicho Carol? - Él al principio se sorprende pero luego relaja su expresión.

- No te preocupes por eso. - Dice acariciando mi mejilla y sonriendo. - Pensaba que cuando aceptaste salir conmigo también aceptaste que las chicas se tiraran a mis pies. Algunas dirían que soy irresistible.

- Sí, pero mi novio es mío. - Le digo y noto como mis mejillas desprenden calor, por eso escondo mi cara entre mis manos mientras oigo la risa de Marcos.

- Creo que es la primera vez que te veo sonrojada. - Dice tras calmar su risa, apartando con mis manos de mi cara. - Solo tú novio.

Sus últimas palabras hacen que me sonroje aún más si es posible y él ríe. Me levanto intentando disimular mi nerviosismo y estiro a Marcos del brazo.

- Venga, vamos a clase. - Digo caminando y aflojando el agarre de Marcos ya que en este momento me está siguiendo el paso.

- ¡Marcos! - Al oír una voz aguda llamar a Marcos sabemos de quién se trata, Paula viene corriendo a su hermano.

- Hola Paula. - Dice él mayor sonriéndole.

- Pero bueno Paula, ¿y esa energía? - Le digo al notar que a pesar de estar estática sus manos se mueven de forma nerviosa.

- ¿Estás nerviosa por algo? - Le pregunta su hermano y ella niega repetidas veces.

- ¿Qué es un coeficiente? - Pregunta Paula mientras sigue moviendo sus manos.

- ¿Un coeficiente? ¿Solo uno? ¿Dónde has oído eso? - Le responde su hermano cogiendo con su mano libre el brazo de Paula para que se esté quieta.

- Es que Elsa dice que soy muy lista porque tengo 152 coeficientes. - Dice la pequeña y yo me sorprendo.

- Guau, eres muy lista. - Le digo y ella sonríe orgullosa.

Miro a Marcos y él parece estar pensando en algo, está tan concentrado que no se da cuenta de que Paula le está llamando.

- ¿Por qué Marcos hace eso? ¿No le gusta que sea lista? - Me pregunta Paula al ver la extraña acción de su hermano.

El Hada Negra De La LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora