No pasó nada.

2.4K 150 16
                                    

Despierto malhumorada por el ruido que está haciendo Carolina.

- ¿Te desperté? - Me pregunta ella con el uniforme ya puesto al ver que estoy despierta.

- ¿Qué haces? - Le pregunto aún dormida. - Todavía no ha sonado el despertador y ya haces ruido y estás con el uniforme.

- No he hecho casi ruido. - Me dice ella sentándose en mi cama mientras yo me incorporo. - Que tú despiertes es raro, ¿No dormiste bien?

- No hagas de hermana mayor conmigo, no tú.

- Estás siempre a la defensiva conmigo.

- ¿Dónde vas? - Tras mi pregunta ella se levanta en silencio y abre la puerta. - A ver a Marcos, ¿verdad?

Ella sigue frente a la puerta en silencio unos segundos más hasta que sale cerrando la puerta desde fuera.

Yo vuelvo a tumbarme en la cama e intento volver a dormir, pero se me hace imposible así que decido levantarme y vestirme. Como sé que ahora mismo Marcos no debe estar en la habitación de los chicos decido dirigirme para allá con mi bloc y mis lápices de dibujo.

Paso por los pasillos intentando no hacer mucho ruido y que no me pillen. Cuando estoy frente a la habitación de los chicos abro la puerta para echar un vistazo dentro y al verlos a todos acostados en sus respectivas camas menos a Marcos que no está, decido entrar. No hace falta que toque la puerta, desde que éramos pequeños hago esto y a nadie le ha molestado nunca. Me siento en la cama deshecha de Marcos, saco mi material de dibujo y empiezo a dibujar la habitación y a los chicos durmiendo.

- Carol también ha venido. - Oigo que dice Iván en voz baja mientras yo dibujo su silueta, al parecer no estaba dormido. - Se ha vuelto a ir con Marcos.

- Lo sé. - Digo yo también en un susurro. - ¿Quieres hablar sobre eso?

- No, solo quiero que se arrepienta de lo que está haciendo. - Dice con rabia.

- ¿Carolina? Si quieres te ayudo. - Hago que sonría un poco con mis últimas palabras.

- Al botafumeiro, ¿tú quieres hablar? Es muy temprano, ¿hay algo que te preocupe?

- Estoy un poco rallada, no te voy a mentir. Todo esto es demasiado, y mira que he pasado por cosas malas. - Le digo mirándolo desde la distancia y susurrando.

- Pero eso fue antes de venir aquí y conocerme a mí. - Me dice mirándome con superioridad y sonriendo.

- Claro. - Le respondo sabiendo que no es del todo cierto.

- ¿Seguro que no hay nada más que te preocupe? - Dice él incorporándose y palmeando su colchón para que vaya a sentarme con él.

Sin pensarlo mucho me acerco a él, me siento en el colchón y apoyo mi cabeza en su hombro.

- Puede que haya algo. - Él sigue en su posición para poder mantener mi cabeza en su hombro. - No entiendo por qué sigues llorando por ella.

- No lloro, nunca lloro.

- Claro, lo que vi el otro día en el baño no eran lágrimas. - Le digo recordando la noche en la que conocimos a Montoya.

- No pasó nada el otro día en el baño. - Dice él separándose. - Nada.

- Claro, me gustaría enviarte a la mierda pero te estás yendo tú solo. - Me levantó de la cama, cojo mis cosas y me acerco a la puerta.

- Nae, Nae joder para. - No le hago caso y salgo de la habitación.

[...]

Me dirijo al comedor y se acerca Paula junto a Evelyn corriendo.

- Cuidado que os vais a caer. - Les digo.

- ¿Tú eres un hada seguro seguro? - Me pregunta Evelyn.

- Claro, ¿lo dudas? - Contesto agachándome a su altura.

- Es que se me mueve un diente y Héctor me contó un cuento donde había hadas que se llevan los dientes de los niños. - Me dice Paula. - ¿Tú eres una de esas?

- Bueno, yo podría serlo pero, os voy a contar un secreto. - Me acerco un poco más a ellas y les susurro. - Suspendí el examen para ser un hada de los dientes.

- Pobrecita. - Dice Evelyn y hace que se me escape una pequeña risa.

- Pero me alegro mucho, ¿sabéis por qué? - Ellas niegan y yo sigo hablando. - Porque así un amigo mío que es un ratoncito consigue ocuparse de los dientes de los niños buenos. No puedo deciros como se llama pero su apellido es Pérez.

- Lo ves lista, te dije que eso lo hacía el Ratoncito Pérez. - Le dice Evelyn.

- Pues tendremos que ir a buscarlo. - Añade Paula y se vuelven a ir corriendo.

Yo vuelvo a levantarme y oigo a Marcos.

- Se te dan bien los niños. - Le veo sonriendo y con un vaso en la mano.

- Y a ti las novias de los amigos.

- ¿Te han dicho alguna vez que eres bipolar? - Me pregunta un poco enfadado. - En serio, no hay quien te entienda.

- Mira Marcos, no tengo nada en contra tuya pero no te puedes imaginar lo que me molesta que Carolina haga lo que está haciendo.

- ¿Y si Carol está confundida?

- ¿Y si no?

- Si te interesa, han encontrado un cadáver en el bosque. - Me dice Marcos tendiéndome un vaso lleno de zumo. - Yo también te conozco. Vamos a sentarnos.

Acepto el vaso vacilando y sorprendida pero le hago caso y me acerco a la mesa donde solemos estar todos.

- ¿Y si el muerto es Montoya? - Oigo que dice Vicky cuando estamos al lado. Miro la mesa y veo que la única silla libre es la que está junto a la de Iván, la que siempre ocupo.

Sin mediar palabra me siento y sigo escuchando a mis amigos.

- ¿Por qué tiene que ser él? - Dice Cayetano y parece asustado.

- No. Puede ser porque ayer le dimos la película y no ha salido nada en el periódico. - Dice Marcos. - Carolina y yo los hemos mirado todos.

Tras las últimas palabras de Marcos me río y miro a Iván, esta vez la que sonríe con superioridad soy yo.

- ¿Tienes algún problema? - Me pregunta Carol dando un golpe en la mesa.

- No, seguid con lo vuestro. - Me limito a responder sin dejar de sonreír y de mirar a Iván.

Él intenta pasar de mí y eso hace que mi sonrisa sea mayor.

Iván se levanta cansado del silencio y de mi mirada y sale del comedor a paso rápido.

- Escuchen, ¿por qué no nos escapamos a la laguna a ver que ha pasado? - Dice Carolina ignorando lo que acaba de hacer su novio.

Me sabe mal que el capítulo sea un poco corto pero hacía tiempo que no actualizaba y he dicho, de esta semana no pasa. Lo siento mucho, espero que os haya gustado el capítulo e intentaré actualizar más seguido.

El Hada Negra De La LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora