Dentro

2.5K 150 1
                                    

- ¿Por qué no vas a avisar a los otros? - Me pregunta Iván sin mirarme.

Yo, aún sabiendo que no me está mirando, asiento y voy a buscar a los chicos y a Victoria.

Subo las escaleras y me acerco decidida a la habitación que comparto con Vicky y Carolina.

Entro sin tocar antes y hace que Victoria se sobresalte desde su cama repleta de apuntes.

- Joder. - Dice mientras coloca sus apuntes.

- Perdón, no quería asustarte. - Le digo cerrando la puerta. - ¿Por qué no vienes al pozo? Lo mejor será acabar con esto lo antes posible y no podremos hacerlo si el grupo se rompe.

- Dana, tú sabes más que nadie lo que es no poder hacer nada interesante en tu vida, sabes lo que es que la gente se ría de ti por no tener un sitio en la mesa. Tú como yo hemos encontrado una salida en este internado, la diferencia es que a mí me pueden echar porque tengo que mantener una puñetera beca. Yo no puedo cagarla.

- ¿Crees que vas a poder mantener la beca cuando todo se vaya a la mierda? - Le digo sentándome en mi cama.

- Tampoco me va a servir de nada si muero.

- No voy a obligarte ni mentirte, si Alfonso está muerto es muy probable que nosotros muramos, pero también es posible que lo arreglemos todo, que vivamos. Puede que seamos los héroes de esta película, ¿te vas a perder eso?

- Eres muy inocente.

Sí, es verdad. Soy muy inocente, espero lo mejor del mundo cuando nada está bien. Mi silencio indica que es verdad pero decido decírselo con palabras.

- Puede que tengas razón, es posible que quiera una vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto pero ya ves lo que me ha tocado. Mis padres drogadictos y alcohólicos en la cárcel, yo en un internado del que no salgo nunca, no puedo tener la vida social que me gustaría porque estoy aquí encerrada. Mientras otras chicas tendrán su primer beso o su primera vez en una casa, en un coche o incluso en un bosque yo estaré aquí encerrada rodeada de personas que tienen mayor libertad. Te puedo asegurar que hay veces en las que he soñado con una vida perfecta, la vida que no he tenido nunca pero creo que no hubiera cambiado nada al saber que os he conocido a todos. Pero no te creas que no he soñado también con mi muerte, cuando tenía cuatro años soñaba con suicidarme, cuatro putos años y aún me acuerdo de mis sueños. Así que créeme cuando te digo que he pensado muchas veces en mi muerte y ahora sé que si voy a morir quiero que sea así, que alguien haga por mí lo que yo no me he atrevido a hacer por cobarde. Así que deja esos puñeteros apuntes y ayuda a tus amigos, sé la valiente mientras yo soy la cobarde porque por una vez en la vida me gustaría ser la persona que sobrevive a un gran peligro gracias a los demás, para sentir que soy querida y que no debo morir, que mi destino es quedarse en este mundo. Pero no podré sentir eso si una de mis amigas pasa de mí. Sé que soy egoísta pero esta vez me toca serlo a mí.

- Esto no es una película, con un discursito y unas cuantas lágrimas no me vas a hacer cambiar de opinión.

Ella vuelve su mirada a los apuntes.

- Te puedo asegurar que no verás una lagrima saliendo de mis ojos. Piensa que te necesitamos.

Espero unos segundos pero al no recibir ninguna respuesta me levanto y me dirijo hacia la puerta.

Abro la puerta mirándola y salgo por ella.

- Lo siento. - Dice en un susurro.

- Tranquila, no te guardamos rencor.

Cierro la puerta lentamente y camino hacia la habitación de los chicos pero antes de que pueda llegar a la habitación veo la puerta abrirse y a Iván, Cayetano y Roque salir por la puerta.

El Hada Negra De La LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora