Has hecho trampas

1.9K 134 14
                                    

Marcos se ha quedado dormido en mi cama, le dije que estaba cansada y que quería dormir un poco pero al final él ha sido quien se ha dormido. Yo no puedo ni cerrar los ojos unos segundos sin recordar la conversación con Iván.

Miro a Marcos a la cara y sonrío. Empiezo a acariciar su pelo y él aún sin despertarse se acerca más a mí.

Tras estar unos minutos así me levanto de la cama intentando no despertar a Marcos y me acerco a uno de los escritorios de la habitación, cojo un bloc de notas y un lápiz y escribo una nota para Marcos.

He ido un rato a la biblioteca.
No quería despertarte.
Te quiero.
- Dánae

Dejo la nota sobre la mesita de noche esperando que cuando se despierte lo vea y salgo de la habitación.

En realidad no voy a la biblioteca, voy a buscar a una persona. Necesito hablar con Fermín.

Bajo las escaleras apresuradamente pero paro de andar en cuanto oigo a Paula llamarme.

- Dana. - Cuando me giro hacia esa voz veo a Paula acercarse junto a su amiga Evelyn a mí.

- Dime guapa. - Le digo agachándome a su altura.

- Elsa tiene un bebé en la tripa. - Me dice Evelyn susurrando.

- ¿En serio? - Pregunto haciéndome la sorprendida. - Qué guay, ¿verdad?

- Sí, y va a salir por el ombligo de Elsa. - Dice Paula y yo sonrío y asiento repetidas veces.

- Lo sabemos todo de los bebés menos una cosa muy importante. - Dice ahora Evelyn gesticulando con las manos.

- ¿Qué no sabéis? - Pregunto yo pero enseguida me arrepiento sabiendo que he entrado en un terreno bastante peligroso.

- No sabemos por dónde entran. - Dicen las dos a la vez y yo maldigo internamente.

- Bueno, pues entran... - Miro a mi alrededor y veo a Fermín entrar en la cocina así que suspiro aliviada y me levanto. - Chicas, lo siento pero tengo que hablar urgentemente con Fermín. Adiós.

Camino rápido hacia la cocina sin dejar que me respondan, entro y cierro la puerta después.

Al parecer está Fermín solo en la cocina.

- ¿Chocolate? - Pregunta él mirándome.

- Hablar. - Le digo sentándome en la pequeña mesa y él hace lo mismo.

- Si es por lo de la pistola te dije que debías confiar en mí. - Me dice entrecerrando los ojos como si me estuviera analizando. - No has venido por eso.

- No, mientras no me pegues un tiro todo bien. - Le digo negando repetidas veces con mi cabeza. - Necesito hablar de la vida y creo que eres la mejor opción, ahora mismo necesito a una persona adulta que me aconseje.

- Pues estás en el sitio equivocado, yo sé bromear pero dar consejos me cuesta. - Me dice y yo sonrío triste y me levanto pero él hace que vuelva a sentarme. - Eso no quiere decir que no vaya a escucharte. ¿Pasa algo?

- Imagínate que estás saliendo con alguien al que quieres mucho pero le conoces de poco antes, quizás unos meses. Y la persona con la que tienes mucha confianza y a la que quieres un montón se te declara. ¿Me sigues? - Le pregunto y él asiente sin hacer ruido para que siga hablando. - Pues imagínate que tienes que tomar una decisión porque hasta tú mismo te sientes culpable de estar dudando. ¿Qué opinas?

- ¿Debo imaginar también que no se trata de ti sino que se trata de una amiga y que no se trata de Marcos e Iván sino que se trata de unos completos desconocidos? - Me pregunta con una ceja alzada y yo me sorprendo cuando dice lo último.

El Hada Negra De La LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora