The Phantom Of The Opera?

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Observó la pantalla de su computadora con una pequeña sonrisa y un muy suave rubor en sus pómulos, era algo raro que estuviera orgulloso de un dibujo suyo lo que convertía eso en un momento muy especial para él.

Se aseguró —reiteradas veces— de guardar el dibujo hasta finiquitarlo, incluso abrió una pequeña carpeta especial para salvar cada paso del desarrollo de su sencilla pero adorada obra de arte.

En ese momento si sentía como un adolescente torpe, estar admirando un dibujo así era extraño, más aún cuando lo había basado en su propio vecino.

Por supuesto que no lo había hecho exactamente igual, sería terrible si por alguna loca razón del mundo Lust descubriera sus redes sociales, mirara el dibujo y notara las coincidencias.

¿Qué le diría en ese caso? 

"Te dibujé porque me agradas y no sabía cómo expresarlo en palabras exactamente. Lo siento tanto." 

No, que vergüenza, querría morirse en ese instante.

Desplazó el pensamiento para luego publicar el dibujo con unas cuantas etiquetas que se le pasaron por la mente. Era un tranquilo día domingo y ya había terminado las tareas de la semana, tenía tiempo para si mismo antes de que llegaran sus padres con comida comprada.

Lástima, le hubiera gustado preparar algo con ayuda de Lust e invitarles aquello, tal vez podría ser para la otra, si es que su vecino-amigo aceptaba. Probablemente sería así, así como él mismo se encontraba algo solo, seguramente el de ojos lila también lo estaba.

Se incorporó de su asiento para buscar algún snack, no podían culparle por el hambre, era joven estaba en desarrollo, ¿okey?

Una pequeña bolsita con maní y pasas secas fue la que sacó, pronto abrió y comenzó a comer, ahora que había terminado todos sus deberes a tiempo se sentía un poco aburrido, aún faltaban horas para la visita ya que movilizarse de un lado a otro de la ciudad solía tardar considerable tiempo.

No estaba seguro de querer dibujar más, al menos no de momento, esperaba que llegara inspiración divina para algún nuevo boceto pero luego de detallar tanto la imagen del retrato-no retrato de Lust, nada parecía motivarle tanto como para hacer que las líneas fluyeran.

¿Tal vez podría escribir? No, nunca se le había dado muy bien, solo lo hacía para programar pequeñas cosas.

Le gustaba mucho el arte; los dibujos, la música, ver gente tocando instrumentos o cantando, bailes e incluso disfrutaba de leer ciertas cosas que se le hacían interesantes. Pero de algo estaba seguro, según él su único dote artístico era el dibujo.

Fue fácil que se sumiera en sus pensamientos, el aburrimiento era un interruptor de las corrientes de pensamientos variados que ahora lo ahogaban, sentía que podría quedarse divagando por siglos, ¡incluso milenios! 

Al menos eso fue hasta que escuchó fuerte música resonar como si proviniera de uno o dos parlantes. Se sobresaltó, por poco cayó de su asiento aunque por suerte logró aferrarse a su asiento.

Inmediatamente volteó a observar la pared que daba al departamento ajeno mientras trataba de identificar la música que sonaba con tal intensidad.

Las fuertes notas del órgano, las trompetas y la batería junto a ciertos instrumentos de cuerda que no podía reconocer específicamente, le hicieron reconocer una de las canciones de "El Fantasma de la Opera".

Vale, ¿por qué Lust estaba escuchando esa canción con tal volumen? 

El cantar de aquella mujer inició al compás de la música pasada el minuto de introducción en el que los instrumentos tuvieron para brillar.

Hooked || Lust GradientDonde viven las historias. Descúbrelo ahora