CAPITULO 40

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P.O.V Christian

Miro por decimoctava ocasión hacía los perímetros en donde colocamos a la seguridad. Nadie de los hombres íbamos a volver a permitir que se repitiera otra vez aquella vez catastrófica, así que aunque las mujeres de la casa se pusieron locas aceptaron poner seguridad en donde quiera poder realizar la celebración.

Luke y Frank se encuentran igual que yo a cada minuto miran hacia donde se encuentran los de seguridad; Miro a mi pequeño hombrecito en los brazos de mi madre, mi pequeño Teddy, hace un mes nació y durante este tiempo no sé cómo aún no me he derrotado de amor por las dos personas de mi vida. Acaricio su pequeña cabecita y beso su pequeña frentecita con su gorro blanco.

—Cuídalo bien mamá.

—No tienes que decírmelo hijo, está cosita preciosa está bien cuidado —. Sonrió y camino hacia el altar saludando a varias personas. Cada vez falta poco para ver a mi pequeña cruzar el altar.

Miro a Luke y veo que se encuentra nervioso— ¿Nervioso?— asiente.

—Más que la primera vez— ambos sonreímos y vemos venir a mi suegra. Al vernos nos evita yendo hasta Frank quien frunce el ceño y asiente. Comienza a caminar hacia los de seguridad los cual nos causa preocupación.

Ambos nos acercamos hasta Janeth— ¿Sucede algo con Ana o con Renata?—. Se voltea mirándonos y sonríe.

—Chicos, esté claro que no en unos momentos más llegan es solamente que ustedes saben, los nervios y el estrés. Es normal que las novias se retracten, en unos momentos más llegan—. Sin dejar que le digamos algo sale casi corriendo a la casa.

—Hay algo que no me cuadra Luke, lo has visto?—. Asiente

—Si, tenemos que ir a ver qué está sucediendo—. Nos vamos del altar hacia la casa dejando a todos los invitados confundidos y preguntándose , ¿en donde carajos se encuentran las novias?

Al entrar en la casa se escuchan una charla, nos acercamos y vemos que se trata de mis queridos suegros. Frank mira a mi suegra.

—¿Hace cuánto dices que se fueron Janeth?.

—No lo sé Frank, como hace una hora pero dijeron que solamente iban a eso y regresaban. Se llevaron mi auto.

—Crees que mis princesas se arrepintieron y huyeron—. Fruncimos el ceño y ambos salimos de nuestro escondite.

—¿Que es lo que están ocultando?—. Nos voltean a ver, mi suegra sonríe mirando a Frank, el cual asiente.

—Chicos no es lo que piensan, es solo que Ana y Renata fueron al hospital a algo y no han regresado.

—¿Como que fueron al hospital?, ¿Están bien?, ¿Porque no nos lo dijeron?—. Se me adelanta Luke diciendo molesto.

—B...Bueno porque no es nada malo, es solo que iban a algo, pero no me dijeron.

—Muchachos acabo de enviar a varios hombres a buscarlas—. Un celular suena y veo que es el de Frank, contesta y todos quedamos aguardando.

-Bueno?...¿Donde están princesas...¿QUE?!...por supuesto que no... enviaré a alguien por ustedes...Ana...Anastasia he dicho que no....no me cuelgues... ANASTASIA!

—Era Ana?, ¿Donde se encuentra?, ¿Amabas están bien?—. Pregunto preocupado, Frank asiente.

—Si ambas vienen en camino. Solo que no entendí algo acerca de gasolina, carro y aventón—. Mi suegra se toca la frente y niega.

—Creo que ya sé cuál fue el problema, olvidé ponerle gasolina al coche y se me pasó decirles que no tenía mucha gasolina.

—No puede ser mujer. Ahora hay que esperar a mis hijas llegar. Así que tranquilos muchachos vayan al altar y todos a esperar a que lleguen.

Todos salimos de la casa pero sigo preguntándome o más bien nos preguntamos ambos a qué fueron ese par al hospital, pero Ana me va a oír cuando este aquí. Llegamos, tomamos nuestras posiciones y esperamos a que lleguen.

30 min. después

Ha pasado media hora y ni indicios de ellas. El juez nos avisa que si no llegan tendrá que pasar a retirarse porque tiene otra boda que oficiar. Mi suegra lo retiene, lo más que pueda pero tanto el juez como todos nos estamos comenzando a impacientar.

Cuando el juez nos dice que no puede esperar más, se escucha el rugido de una motos. Todos miramos hacia la parte de la entrada y como si fuera chiste, bajan de la parte de atrás de dos motociclistas musculosos nuestras mujeres con nada más y nada menos, sus vestidos sucios de barro, despeinadas y con una chaqueta de cuero casa una.

Se bajan y para variar los abrazan despidiéndose de ellos. Al voltearse ambas se quedan pasmadas viendo que todos nos encontramos con los brazos cruzados esperando una explicación.

— ¿P...pero hija que les paso está todo bien?—. Pregunta Janeth preocupada. Ana contesta que si y comienza a relatar lo que sucedió. Me mira acercándose a mi.

—Y bien?—. Arqueo una ceja esperando una explicación— ¿Me puedes decir porque estás toda sucia y desarreglada, el día de nuestra boda?.

—Te debo explicaciones pero ahora solamente quiero hacer algo—. Sin darme tiempo a contestarle me toma de la mano y nos lleva hasta donde está el juez. Le pide la pluma y los papeles. Él se los pasa y Ana firma en su apartado, me entrega la pluma, la miro y coloco mi firma ahí en el papel.

Renata hace lo mismo con Luke y el Juez nos declara a ambos marido y mujer. Los invitados se encuentran desconcertados al igual que seguimos Luke y yo, pero al menos podemos decir que al final estamos casado y estas dos bellas mujeres son al fin nuestras mujeres legalmente.

Tomo la mano de Ana y la llevo rumbo hacia la casa — Ahora que nos casamos y somos esposos, tú tienes que darme una explicación, ¿de porque estás así y sobre todo porque te fuiste?. ¿Pesabas huir?—. Pregunto lo último con temor. Ana niega.

—No pero será que hablemos en privado, Señor Grey.

—Ahora no me haga enojar mucho porque tan solo hace falta poco para castigarte por lo que acaban de hacer tú y tú hermana.

—Pues lo espero con gusto señor—. Sonríe coqueta. Por Dios está mujer no se cansa. Me va a volver loco.

Iguales y Distintas entre el amor (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora