Iguales y Distintas entre el amor (Terminada)

EPILOGO

P.O.V Anastasia

Dos años después.

De algo que me e dado cuenta es de que toda historia tiene un principio y un final, pero, ¿qué pasa cuando no es así?, yo conozco la respuesta, te sientes perdido y desorientado algunas veces insignificante pero todo comienza a tener forma cuando todas las piezas comienzan a encajar una por una, como un puzzle.

Te podré decir las cosas que quieres escuchar hasta endulzarlo y decirte que todo fue un camino fácil lleno de color rosa, pero la realidad, es otra. Comenzó siendo una pesadilla, humillada y maltratada, algunas veces pensé en preguntar qué era lo que necesita para ser perfecta y mi madre ( la que creía que era) me pudiera aceptar, mas sin embargo gracias a mis mejores amigas y a un fabuloso aunque controlador y algunas veces irritable hombre pude llegar a ser otro o más bien me llegue a descubrir yo misma. Aún puedo recordar como Christian me confundió con Renata y me dio ese acalorado y apasionado beso que tan solo necesitaba eso para caer enamorada a sus pies.

Y aunque al parecer él sintió lo mismo y me llevo a un lugar para que me enamorara de él, lamento decir que no funciono porque sabía que le hacía daño a mi hermana, y no sé lo merecía así que preferí que ella fuera feliz, pero, nunca se rindió y ahora tenemos una bella familia, que...

—Mi amor— dejo la pluma sobre mi cuaderno y levanto la vista hacia la entrada de mi estudio personal. En el marco recargado se encuentra el hombre que todavía al pronunciar mi nombre hace que tiemblen mis piernas.

Me levanto como puedo de mi silla a causa de una panza de embarazo de 5 meses y sobre todo gemelar. Al verme caminar como pingüino comienza a reírse, lo cual hace que me sienta de mal humor.— Se burla de mi señor grey?.

—Para nada nena, es solo que te ves hermosa con esa pancita y tu caminar.

—Lo que deseo es que este par nazcan y ahora si, la fábrica se cierra— Christian me atrae a su brazos y besa mis labios.

—Sabes que quiero al menos una docena más.

—Claro que si señor Grey, si usted los tendrá. Ahora en donde ese par de diablillos.

—Bueno como dijiste que querías descansar. Tus padres y los míos se ofrecieron, ahora tenemos una casa solo para nosotros y podemos dejar por un día que mis padre y los tuyos de las arreglen, ¿no crees?.

Asiento y antes de poder besarnos la puerta de mi estudio se abre dejando entrar a una casi igual Renata por ella con lágrimas.

—Ana, hermanita emergencia—. Christian y yo nos separamos y cómo puedo camino hacia ella para mirarla.

—¿Que sucede hermana?—. Pregunto preocupada al verla en ese estado.

—E...e..es que, Luke....chocolates.....termino—. Solamente logró comprenderle esas palabras, ya que lo dice llorando.

—Hay no, otro drama de embarazada—. Dice Christian. Mi hermana si su mirada matará ya sería una mujer viuda.

—Porque no te callas y te vas Grey, esto— dice señalándome a mi y a ella —Es una conversación de hermanas y sino fuera porque ustedes los hombres parecen un tanque de gas caliente que quieren meter siempre su paquete nosotros las mujeres no nos veríamos en este cambio. AHORA SI NO TE MOLESTA, VETE.

Christian asustado levanta las manos y casi sale corriendo dejándonos sola. Mi hermana mas calmada o más bien furiosa camina como puede hacia uno de los sillones y se acuesta.