El Consorte || Kookmin Omegaverse

15.

Las cosas interesantes que se podían hacer en pareja en el palacio eran en realidad muy pocas.

En general...

No había demasiado entretenimiento en ese tiempo.

El haber pasado tanto tiempo juntos hacía que casi nunca vieran algo nuevo el uno del otro. Pues sabían todo al punto de adivinar qué estaría pensando el otro en cada momento.

Eran fáciles de leer para ellos.

Incluso aveces tenían la rara sensación de estar teniendo conversaciones telepáticas entre ellos.

No hacía falta más que fijarse que caras hacían para saber qué pasaba por su mente.

El rey se mostró incómodo ante su madre quién no paraba de decirle al omega cómo debería cuidarse para su embarazo.

Cosa que todavía no sucedía.

Pensaban que había algo mal con el príncipe ¡Su virilidad se ponía en juego!

Aunque eso no le importaba.

Otros también decía que el omega había perdido la facultad de concebir después de su aborto.

Lo cual el médico descartó.

Tenían un problema enorme con tanta gente metiéndose en su vida privada.

¡Jimin no quería sus consejos!

¡Solo no quería tener que cargar un niño!

¡¿Tan difícil era eso!?

¿¡Qué más incómodo podía haber que su suegra y los consejeros reales le digan cómo, cuando y en qué posturas debían hacerlo para concebir?!

Buscó la mirada del castaño manteniendo una sonrisa fingida mientras los escuchaba.

"Sácame.de.aquí"

Esa fue la expresión que le había dado.

"No podemos irnos... El rey de otro reino vino a darnos un regalo por eso..."

Jungkook señaló con la vista a un alfa que bebía vino y hablaba entre risas.

El consorte jaló su ropa impaciente.

" ¿ Y por qué no se ocupa de tener sus propios hijos?" Seguía con aquella falsa sonrisa de labios mientras gesticulaba con las cejas y los ojos"Todos aquí se creen con el derecho de meterse en nuestra vida... Ya estoy HARTO."

_ Ojojojo_ La madre del castaño reía en alto_ Espero pronto tener nietos, los Jeon siempre se han caracterizado por crecer muy rápido..¡Casi no te hace falta enseñarles nada! ¡Y nacen tan grandes! No más grande que ese pavo ¡Son enormes de bebés!

Jimin observó el pavo en el centro de la mesa. Se le hizo gigante por alguna razón, se veía pequeñito ante aquel animal muerto.

No podía ser posible...

¿Una cosa tan grande?

Cómo podía crecer algo así de gigante...

Para la reina viuda estaba bien, ya que era del mismo tamaño que el castaño... Pero él...

Él era muy pequeño para eso...

No podría tener un bebé así de grande creciendo en su vientre... Se iba a romper...

Sudo frío solo observando al pavo al imaginárselo como un bebé.

Creo qué me desvanezco...