Capítulo Nº1: Actualidad

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Schengen, Luxemburgo, 2015
(Noroeste de Europa. Unión Europea)

Estudio en una antigua, pero moderna preparatoria de la ciudad. Mis padres quieren que sigua aquí, porque dicen que estaba segura. ¿Segura? no entendía por qué, si este es un pueblo tranquilo. Seguramente alguna cosa de padres, seguramente porque la preparatoria tiene años de funcionamiento y excelencia, lo que parecía justo hasta hace un par de años, ya que estaba en la ciudad de la cual ahora mismo sólo quería escapar. Me refiero a ciudad y pueblo al mismo tiempo, porque según la cantidad de habitantes, es una ciudad, pero esto es solo por la cantidad de habitantes aledaños, porque la ciudad en sí, es pequeña, como un pueblo, así que, para nosotros es más pueblo que ciudad.

Vamos a agregar algo muy importante, no soy lo que piensas ni lo que parece, no. No soy la chica dulce, tímida e ingenua que piensas —o quieras— leer. Puede que sea dulce, pero ¿Tímida? ¿Ingenua? No soy la chica subordinada que lees en la mayoría de tus libros, no. Yo era líder. Yo soy la popular.

Espero que no te sientas incómodo(a), pero en algún momento el personaje debe cambiar, ¿No?

Hoy, como la mayoría de mis días, voy por las escaleras de la preparatoria de vuelta a clases cuando mi celular comienza a vibrar en mi bolsillo. Miro el nombre en la pantalla y suspiro derrotada.

—¿Qué hay má? —saludo de forma seria, sé que mi tono es neutral.

—Hola cariño, ¿cómo va el día? —habla mi madre emocionada.

—¿Qué pasó? —respondo cortante.

—Estaba pensando que hoy por la noche podríamos ir a cenar, ¿Qué te parece? —invita mi madre, con la voz llena de ilusión— podemos acercarnos a la ciudad y tú también, ¿Qué dices?

Mis padres trabajan fuera de la ciudad, a tres pueblos lejanos a la nuestra, pero a veces, cuando queremos vernos nos acercamos a la ciudad intermedia, que está a solo una hora y media, mucho más cerca de lo que tendrían que viajar mis padres cada día, es por ello que viven fuera también. Por lo que, constantemente estoy sola, a excepción de algunos fines de semanas en los que vienen, aunque tampoco vienen siempre: mucho trabajo.

—Má, no puedo hoy. Tengo mucha tarea y además, ya tenía planes —respondo para zanjar la conversación— Nos vemos otro día, ¿sí? Besos má. —y corto, sin dejarle paso a mi madre a agregar algo más.

Apenas corté la llamada, mi celular volvió a vibrar en mi mano.

—Má, ya te dije que no podía hoy... —pero fui interrumpida a media frase.

—¿Ya me estás rechazando? pero si aún ni te invito —ríe la voz al otro lado de la línea.

Río, es Scott, mi mejor amigo.

—No viniste a clases, ¿nos vemos hoy? —pregunto— podemos pasar el rato en mis horas libres, como habíamos planeado.

—Claro que sí, nos vemos a las 13:30 afuera de tu casa —recibo en respuesta.

Yo río y corto la llamada.

Sigo caminando por el pasillo de la preparatoria, con sonrisa y celular en mano por la respuesta que había recibido. Scott es un gran amigo, no me malinterpreten, pero últimamente me encantaba gastar todo mi tiempo con él, es divertido y me hace olvidar todos los malos ratos y problemas que rondan por mi cabeza. No tengo muchos amigos, menos varones, pero él era todo lo que necesitaba cerca (con respecto a varones claro, tenía dos preciosas amigas que no cambiaría por nada), amistoso y leal.

Miro hacia el frente y por el pasillo vienen mis dos grandes amigas, Cast y Besty. Cast de piel blanca y pelo castaño oscuro y Besty igualmente de piel blanca, pero de cabello rubio. ¡Son una monada!
Yo por mi parte tengo el cabello castaño, jamás he logrado descifrar si realmente es claro u oscuro, pero todo depende de la luz, soy morena y un tanto pálida a la vez, ¿trigueña podría ser? Mis ojos son verdes, es lo que más amo de mi.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora