Antes de leer
Hellou! ¿Qué hay pajaritos?🥺💕 Espero cada unx esté de lo mejor🥺. Lamento muchísimo tenerlxs tan botadxs, pero había estado a full y claramente con un bloqueo🥺. Espero puedan perdonarme y que disfruten este capítulo, que como cada capítulo que he creado, es con muchísimo cariño✨
Con amor, Thiare. XOXOXO💕
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El día de ayer fue glorioso junto a Eithan, no hay otra palabra para describirlo o quizá sí: maravilloso. Fue gloriosamente maravilloso.
Anoche bajé de su motocicleta y miré hacia el granero, que estaba solo, con su apariencia de estar vacío... pero pronto eso cambiaría...
Quisiera contar que hoy es igual, pero la situación para mi no ha sido realmente ... positiva.
Eithan me trajo hasta mi casa y no paró de darme las gracias en todo el camino. Quisiera contarles que hoy me encuentro igual de tranquila y feliz, pero no, me encuentro en este maldito granero con ella a mis pies. El sudor me rodea la frente y siento mi ropa empaparse del sudor de mi cuerpo. He estado luchando por varios minutos con ella, solo para que se pudiera quedar tranquila y ponerle las malditas esposas. Su propia sangre me ha manchado el labio y me da asco de solo pensarlo. Me propinó un puñetazo con la misma mano que yo había teñido de sangre por su frente ensangrentada, ahora esa sangre me cubre el labio. Pensé que con el puñetazo me lo había roto, pero no tenía ninguna herida, era su propia sangre que me había manchado. Un asco.Se me vienen a la cabeza los recuerdos de anoche...
Camino hacia mi casa y siento la mirada, alguien me observa, alguien a lo lejos me observa, pero resulta que no era tan lejos...
Alguien se aproxima por mi espalda y me intenta tapar la cara con algo, apostaría que para sedarme. Que bueno que soy rápida.No pasan ni dos segundos en que la persona que intentaba atraparme se encuentra ahora bajo mi cuerpo. He dado vuelta mi cuerpo de tal forma que he tomado a la persona por el cuello y doy vuelta por mi espalda para dejarla justo bajo mi rostro, queda bajo de mi como si se hubiese arrodillado y me estuviera mirando hacia arriba.
¿Qué haces? Es lo que pienso decir, pero solo un "qué hac..." alcanza a salir.
Es ella. La persona que se encuentra mirándome desde abajo es ella, pero no responde, intenta zafarse y vuelvo a ser más rápida, mi brazo le rodea el cuello y la aprieto por la espalda, como cuando amenzas a alguien con un cuchillo en el cuello por detrás, pero la diferencia es que yo no tengo un arma a mano.
—¿Qué haces aquí? —Vuelvo a cuestionar.
—¿Cómo que, qué hago? —Me responde a la defensiva— ¿No es obvio?
Una carcajada amarga sale de mi boca y mis labios responden de forma filosa:
—Tú jamás eres lo suficientemente obvia. —Sé que mi rostro ha contraído una mirada fría.—Uh...—Responde a modo de burla— ¿No estás feliz de verme?
—¿Feliz? Yo diría que la palabra es... asombrada — y un guiño sale por mi parte.
—Ah. —Declara ella.— No te asombra que esté aquí. —Reflexiona más para sí misma en voz alta.
—Claro que no. Sabía que volverías. —Sé que la arrogancia retumba en mi voz, junto a la sonrisa afilada que me curva los labios.
—Ah.. —Suena más como un quejido— Tan importante te crees —y eso suena más como pregunta, que como afirmación.
—Lo suficiente —le respondo en corto.
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Nada es lo que parece
Ficção Adolescente"El infierno está vacío, todos los demonios están aquí".