Dear Jason | HoO

26. Eidolon

--¡Se acabó!-- Grito Leo --Nuestras cosas. ¡Ahora mismo!--

Sus manos se incendiaron de inmediato

--Así se habla-- Jason levantó su espada al cielo. Sobre la plaza empezaron a acumularse grandes nubes grises y con ellas un trueno que retumbo.

--¡Que miedo!-- Grito el de cabello rojo --¿Y tu que puedes hacer, enana?--

--Estas bajo una fuente. Voy a mandarte a nadar con los peces maldito...

--¡Eh! Siento decirlo, niñita, pero esta estatua no es ninguna fuente. Tiene otro uso...

--¡Trampa!--

Leo lo comprendió y se llevó a Ivy de por medio cuando se lanzó fuera de la fuente. Lamentablemente Jason estaba demasiado ocupado invocando la tormenta. Los chicos cayeron sobre sus espaldas en el momento en el que cinco cuerdas dorada salieron disparadas de los dedos de la estatua de Neptuno y lo rodearon y tiraron de el hasta ponerlo boca abajo

--¡Bravo!-- Grito el de cabello marrón --¡Eres una piñata estupenda, hijo de Júpiter--

Leo invocó una bola de fuego y la lanzó a los pies de los enanos

--¡Hora de marcharse!--

Ambos dieron una voltereta hacia atrás y corrieron hacía los edificios entre risas. Los dos chicos se levantaron y se acercaron a toda prisa hacia Jason que seguía colgado boca abajo, atado de cuerpo entero, a excepción del brazo que sujetaba la espada con el cual intentaba cortar las cuerdas, sin mucha suerte

--Espera-- dijo Leo --A ver si encuentro algún interruptor y...

--¡Váyanse!-- Gruño Jason --Los seguiré cuando salga de aquí--

--Pero...

--¡No los pierdan!...Y cuida de ella--

--Se cuidarme sola, Grace-- murmuro Ivy dejando sus ojos en blanco pero fue interrumpida por los jaloneos de Leo que la obligaron a correr

Los enanos no se esforzaron en mantenerse escondidos. Aún cuando los chicos se retrasaban gracias a los pantalones de Leo estos corrían por las calles dentro de su campo de visión saltando como cabras locas.

Cuando se detuvieron por un segundo los observaron escalar una torre de piedra que sobresalía en el cielo. Una vez que estos llegaron hasta la cima movieron los objetos robados con burla

--Magnífico-- Gruño Leo

No tenían al chico volador y el hijo de Hefesto no tenía su cinturón portaherramientas para crear algún tipo de escalera

--¿Y ahora que?--

Leo se le quedó mirando de arriba hacia abajo y después se miro a el mismo

--Espero que sepas coquetear, princesa marina--

{...}

En 10 minutos Ivy ya quería salir de allí lo antes posible. Miro a Leo arremangar las mangas de su camiseta con las letras TEAM LEO y unos tatuajes mal hechos en sus brazos.

Se miro a si misma e hizo una mueca de desagrado. Amarró su camiseta para hacerla más corta de modo que su abdomen pudiese verse. Soltó su cabello y Leo lo despeino. Sus shorts cortos no ayudaban para nada cuando su deseo era estar cubierta

--¿Lista?--

--Ni un poco--

Leo le sonrio dándole un pequeño empujon hacia la torre. Ivy entró torpemente y levanto la mirada cuando se encontró frente a un chico