Kira
—¿No crees que ya deberíamos formalizar nuestra relación?
—¿Cuál relación? ¿De qué hablas Gust?
—Bueno, ya te dije que me gustas, y mucho, ¿puedo empezar a decir que eres mi novia?
Agradezco que no estemos sentados en la misma silla, porque de verdad que no podría responder bien teniéndolo muy cerca de mí. Agradezco estar sentada en el comedor y no en el mueble como mi amiga y mi hermano.
—Pero yo en ningún momento dije que me gustaras Gustavo, así que no digas esas cosas.
—Tienes razón, pero tampoco lo negaste en ningún momento.
No respondí, porque él tiene razón, pero si me he dicho más de una vez que no siento nada por Gust, entonces ¿por qué no puedo decirle eso? ¿por qué no puedo mirarlo y decirle que no siento nada por él?
Pues tal vez sientas algo por él en realidad.
Estúpidos pensamientos.
Dejé de mirarlo para ver el centro de mesa que estaba cuando no estábamos comiendo en dicha mesa.
—No hablaré sobre eso contigo.
—¿Con quién entonces?
—Con nadie, porque ese es un tema del que no quiero hablar, deberías deja de perder tu tiempo y hablar con alguien que de verdad quiera tus atenciones Gustavo, no vale la pena intentarlo conmigo.
Su rostro cambió, y en ese momento me arrepentí de lo que había dicho.
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La chica que veo a las 4
Short StoryY sin darme cuenta me acostumbré, a mirarte desde mi ventana todos los días. Inconscientemente esparaba con ansias las cuatro de la tarde solo para verte durante unos segundos que para mí eran más que suficientes. Pero luego no lo sentí así, no era...