BenUna simple conversación que vista de cualquier forma no tenía mucho sentido, una que fue corta, pero yo la había disfrutado.
Desde el momento en que Gustavo y Jade se fueron Kira me miró con algo de preocupación, se sentó a mi lado en el mueble con cara triste.
—¿Qué pasa? —pregunté, porque era evidente que algo la atormentaba.
—Le dije algo que Gust que lo puso muy serio, ahora me siento culpable.
Se acomodó poniendo un cojín en mis piernas y dejando caer su cabeza en el cojín, se acostó teniéndome de almohada.
—¿Y qué fue lo que le dijiste?
Me miró y luego ocultó su rostro entre sus manos.
—Le hice entender que no siento nada por él.
—Creer.
—¿Qué? —apartó las manos de su rostro.
—Le hiciste creer que no sientes nada por él y por eso ahora te sientes culpable, por si cambia su comportamiento contigo.
—No, por ahí no iba la cosa.
—¿Segura?
Se levantó del mueble y me lanzó el cojín al pecho.
—Ese no era el rumbo que le quería dar a la conversación.
Y me dejó solo en la sala, todavía con el cojín en mis manos luego de haberlo agarrado cuando cayó en mi pecho.
Claramente tengo razón y Kira solo no quiere admitirlo.
Me levanté del mueble y subí a mi habitación, pero antes pasé por el de Kira y ahí estaba tirada boca arriba en su cama, como moví un poco la puerta para poder verla mejor, ella giró su cara para mirarme.
—Por ahí no iba la conversación.
—Si quieres puedes disculparte.
—No puedo, —se sentó en la cama —ni siquiera tengo su número, ahora debo esperar a que vaya mañana a la biblioteca.
—Sí que te sientes muy culpable hermanita, —apoyé mi peso en el umbral de la puerta mientras tenía los brazos cruzados —solo dile que el sentimiento es mutuo.
Ella me miró con una mirada que estoy seguro quería que pareciera desafiante, pero fallaba grandemente.
—Como sea.
Y decidí dejarla sola, cerré la puerta y ahora sí, fui a mi habitación.
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Holaa gente... tres meses, tres meses desde la última vez que actualicé esta historia, lo siento.
Pero ya está aquí un nuevo capítulo.
Gracias por leer, no olvides darle a la estrellita.
Hasta la próxima.
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La chica que veo a las 4
Short StoryY sin darme cuenta me acostumbré, a mirarte desde mi ventana todos los días. Inconscientemente esparaba con ansias las cuatro de la tarde solo para verte durante unos segundos que para mí eran más que suficientes. Pero luego no lo sentí así, no era...