Ben¡A la mierda!
No puedo creerlo, es Kira la que está hablando con la chica. Sé que mi hermana es loca pero plantarse a hablar así con alguien que no conoce es demasiado.
Pensé en bajar solo para asegurarme de que no haga nada loco, pero soy un cobarde que no puede hacerlo.
¡Se fueron juntas!
Esto es demasiado, ¿a dónde quedó todo lo que mis padres le enseñaron a Kira sobre los desconocidos?
Bien es cierto que yo no dejo de mirar a una desconocida, pero no le hablo, y no creo que algún día vaya a hacerlo. Esto es como de locos.
Seguro la rubia se sintió intimidada, Kira y yo somos del mismo tamaño, altos en comparación a la rubia. Seguro por eso se fueron juntas.
Me recuesto en mi silla, pensaba seguir leyendo después de verla pero ahora no puedo dejar de pensar en ellas dos hablando.
Le preguntaré al respecto cuando venga, o mejor no, no sé.
—Ben— me giro rápido en dirección a la voz y veo a mi madre parada en el umbral de la puerta. Entrecierra los ojos mientras me mira y pregunta —¿Todo bien?
—Sí mamá, todo bien. ¿Que querías?
—Ah si, ¿me acompañas al mercado? Quiero hacer lasaña esta noche y me faltan las mayoría de los ingredientes.
Me quedo en silencio por unos segundos, lo que la hace parecer incómoda en su lugar. Mi madre a veces parece una adolescente nerviosa. Lo cual hace que mis labios se curven en una sonrisa.
—Claro, ¿tienes la lista de los ingredientes?
—Aquí está— suelta con una sonrisa mientras me muestra la lista.
¿Puede existir algo mejor que saber que haces felíz a tu madre? ¿Saber que ella pasó tanto para criarte y que ahora puedas ayudarla?
En estos momentos dejaré de pensar en Kira y la chica, me centraré en mi madre, y en lo mucho que sé que vamos a durar en el mercado.
Porque aunque tenga la lista de lo que tiene que comprar, sé por experiencia propia que poco a poco irá agregando cosas, lo cual nos tomará mucho tiempo.
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La chica que veo a las 4
Short StoryY sin darme cuenta me acostumbré, a mirarte desde mi ventana todos los días. Inconscientemente esparaba con ansias las cuatro de la tarde solo para verte durante unos segundos que para mí eran más que suficientes. Pero luego no lo sentí así, no era...