Capítulo 28: Dante de Gorka

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—Calma, no te levantes. Todo está bien— la detuvo cuando ella intento ponerse de pie —Tranquila. Todo a terminado, todos estamos bien y a salvo— sonrió y ella hiso lo mismo. ¿De veras todo había acabado? No lo recordaba pero se sentía feliz saber que su esposo y los demás estaban bien.

—¿Sabes? Se me había olvidado cambiarme el apellido— le dijo divertida, sin notar el repentino cambio de humor de su esposo y sus nervios —Ahora soy Antonella de Khalil ¿no?— claro, ella jamas se había cambiado el apellido y él con su cara dura imponiéndose al padre. Natanael y Beatríz se habrían reído a sus espaldas si no hubiera sido por la situación trágica que vivían en ese momento. Se digno a besarle la frente hasta notar que Antonella tuvo un fuerte dolor de cabeza. Los recuerdos de ayer regresaron, el temible nocturno y lo que pasó después durante la conversación con Beatriz.

—¿¡Beatríz?! ¿¡Donde esta mamá?! ¿Que pasó con el Temible nocturno?— no dejó que Nicolás le respondiera y se puso de pie para salir a cubierta. Entre tropiezos encontró a su madre mirándo al mar y siendo acompañada por alguien....—¿Mamá?

—¡Hija, estas despierta!— corrió a abarzarla mientras Antonella aún miraba al invitado. Y si, era el Temible nocturno pero se veía diferente. Seguramente le habían dado un buen baño y recortado la barba. Traía un nuevo traje y todo eso sirvió para asimilar la situación y acordarse de un cuadro en la isla de Johan —Ve Antonella. Es tu padre Dante de Gorka— el pirata se acercó y sonrió algo apenado y feliz.

—¿Mi padre?— una lágrima brotó de la nada al reconocerle.

—Antonella. Mi pequeña— él la abrazó primero sin acordarse de que las heridas que le había hecho a su hija aún estaban sanando, pero al menos ella no se quejó, se sentía feliz a pesar de todo lo que había sucedido. Pasaron horas hablando, contándose lo que se perdieron uno del otro. La familia Gorka finalmente se había reunido y Nicolás y Natanael ahora eran parte ella.

El siguiente destino de el Caliópe fue la isla de Johan y allí Dante ordenó que el Jade fuese reparado con urgencia ya que se lo daría a Nicolás como compensación por la perdida de el Rosendo. La casa de él y Beatríz también fue reconstruida pues la vida de pirata sería un pasado inolvidable para ellos. Ahora se dedicarian a ellos mismos y su amor. Para cuando llegó la noche se dedicaron por completo a la celebración de la boda de Antonella de Khalil.
—Aun me parece increíble que hayas sobrevivido a la Armada. Es más, me sorprende que te hallan dejado ir— decía Natanael a su consuegro, recordando lo que le había contado Beatríz sobre lo que había sucedido hace tantos años.

—La verdad es que no servía para nada. Mis heridas no habían sanado y ellos creyeron que jamás me recuperaría a tiempo. Me abandonaron en una isla pequeña y con mucho suerte pude sobrevivir— contestaba Dante tras haber hecho el cuento de lo que pasó con él después de la batalla en el Jade. La misma donde había perdido a su familia .

—Es bueno tenerte de regreso. Todos extrañábamos a nuestro antiguo rey— tomó un largo sorbo de ron —Tengo otra pregunta, Dante ¿Vas a continuar como rey de piratas? O sea, nunca moriste— Gorka le sonrió y hecho un vistazo a donde los casados estaban bailando.

—No. Ya hay una nueva reina de piratas y se que hará un gran trabajo sustituyéndome. A partir de ahora Beatríz y yo ya no somos piratas, nos dedicaremos a nosotros mismos. Y quizás le demos un hermanito a Antonella— Beatríz enrojeció y lo golpeó con fuerza en el hombro. Natanael por su parte soltó una gran carcajada.

—Si llegan a tener otra hija denle por nombre Antonia, no estaría mal— sugirió y ellos estuvieron de acuerdo. Por otro lado Antonella y Nicolás se alejaron un poco de la fiesta para tomar algo de aire cerca de la orilla.

—Sabes. No creo que te lo halla dicho mucho pero...Te amo— dijo a su esposa, tomándola fuertemente de la mano— le dió un pequeño beso —Parece irreal todo lo que a pasado de un día para otro. Desde que Natanael me encontró hasta nuestro casamiento— y se sentaron juntos en la arena —Me siento dichosa de haber recuperado lo que perdí cuando era solo un bebé.

—Yo estoy feliz de que lo hallas recuperado todo y que te tenga a mi lado— la tomó entre sus brazos para besarla con más pasión —No importa lo que pase, yo siempre estaré a tu lado, Antonella, reina de piratas. 



«Reina de Piratas»
FIN

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