Capítulo 16

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LOCURA

—¡Es hora de levantarse!

Un extraño bulto se lanzó hacia mi cama, aplastándome. Abrí los ojos soñolienta y con algo de malhumor porque me moría de sueño y odiaba cuando alguien me interrumpía.

—¡Loren! —hice puchero, cubriéndome la cara con la sábana— Déjame dormir.

—Tu mamá me dejó pasar. Es domingo y no dejaré que te quedes sola en esta casa todo el día. Así que levántate.

—Me quedaré con mamá. Y para ser sincera no quiero terminar en la cárcel de nuevo. —me removí.

—Nish, ya me disculpé por eso. Fue un error. Por favor acompáñame, Davis irá pero no quiero ir sola. Y Jinni actúa muy raro últimamente.

Di una respiración profunda para después quitarme lentamente la sábana de mi cara. Me restregué los ojos y la miré con ganas de asesinarla por haberme hecho eso hace unas horas.

Loren usaba una chaqueta de cuero negra y un vestido negro también. Aún estaba de luto.

—¿A dónde quieres que te acompañe? —me sobé la sien. Ni siquiera había comido y me moría de hambre.

—Me vas a matar si te digo así que será una sorpresa.

—Loren, tus sorpresas casi nos dejan en la cárcel esta madrugada —rezongué, sentándome en la cama— Tenía pereza de salir hoy.

La voz de Max me hace estremecerme un poco, pero la ignoré. Eran las diez de la mañana según vi en mi celular.

—Te prometo que no te arrepentirás. Irán algunos chicos de la universidad. Es tipo fiesta en piscina para pasar el día y aprovechar el sol.

—¿Fiesta en piscina días después de la muerte de Max? La gente sí que olvida rápido.

Sentí que se tensó.

—Sí, bueno... la vida sigue, Nish. Por favor, acompáñame; te hará bien tomar algo de sol.

Lo pensé: ¿que me quedaría haciendo en mi casa todo el día? Viendo algún programa en la televisión con mi madre, quizás leyendo algún libro y seguir durmiendo. Sí, creo que era un plan un tanto deprimente. Además, tenía que saber qué tramaba Loren, Jinni y Davis. Aún recuerdo la conversación que tuvieron en la cabaña.

—Está bien, vamos.

—¡Yey! Ponte algo cómodo.

Salí de mi cama y me dirigí al ropero, escogí unos shorts cortos y una camisa corta de tirantes.

—¿Por qué no me quieres decir a qué casa vamos? —le pregunté mientras me quitaba mi pijama y me ponía la ropa. Usaría unas sandalias de verano. Amarré mi pelo en un moño alto y me dirigí al baño para lavarme la cara y cepillarme los dientes.

—Ya te lo dije, Nish, es una sorpresa. ¿Estás lista?

—Sí —salí del baño, tomé mi teléfono celular y las dos salimos de mi habitación. Cuando pasamos por la sala mamá estaba sentada en el sofá  comiendo algo mientras miraba algún programa en la televisión. Ella aún estaba en pijamas y usaba su pelo rubio en un moño desaliñado.

La misteriosa muerte de Max  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora