LA PRUEBA
Estaba un poco confundida, demasiado desorientada para pensar con la cabeza fría. A Max lo habían asesinado, ya no había dudas; los policías lo creían, yo lo creía ¿y qué hay de los demás? ¿Qué hay de sus padres? Respiré profundo una y otra vez para poder tranquilizarme un poco. El chico que estaba sentado en el borde de mi cama me miraba expectante.
—¿Cómo puedes hacer eso? —pregunté después.
—¿Qué cosa?
—Creí que traspasabas las cosas —respondí dudosa.
—Lo sé, también me sorprendí pero me alegra que pueda hacerlo porque estaba harto de estar todo el tiempo en el piso.
—¿Todo el tiempo?
A pesar de que estaba muerto aún se miraba con sentido del humor, y supongo que era algo que caracterizaba a Max: siempre alegre.
—Sí, llevo días estando aquí contigo —se rascó la nuca nervioso—Era deprimente, pensé que me quedaría así para siempre. También era demasiado estresante el querer hablarte y que no escucharas. Sentía que me volvería loco.
Me compadecí de él, no era fácil su situación, además de que no tenía salida. Si en algún momento se lograba ir... estaría muerto ya. Y quizás el saber quien lo mató era lo único que él necesitaba para irse en paz.
—Me imagino —me puse de pie— Créeme, aún me parece extraño estar en esta situación contigo. Tengo mis dudas de que sea un sueño o algo así.
—Mañana que despiertes estaré aquí... o eso espero—Max también se puso de pie.
—Cenaré algo, mamá debe de estar por llegar —le avisé.
—Claro. —okay, al parecer ahora Max estaría detrás de mí, y fue entonces en donde un pensamiento vergonzoso pasó por mi mente: si Max me había dicho que llevaba días aquí conmigo ¿acaso él...?
—Max, ¿te puedo hacer una pregunta? —me crucé de brazos.
—Dime.
—¿Me has visto desnuda?
El chico tosió un poco, nervioso.
—¿Que? Yo no... —empezó a negar, pero parecía indeciso de sus respuestas; eso me confirmó lo que temía.
¡Oh por Dios!
—Max... —murmuré su nombre entre dientes.
—Yo... Nish, es algo complicado —respondió— Quizás una vez, ¡pero te juro que solo fue una vez!
Me llevé una mano a la cabeza un poco avergonzada.
—No puede ser —me abaniqué con la mano— Me viste... desnuda —Dios, si un día me dijeran que Max Stuart me vería desnuda no lo creería. Y ni siquiera sabía qué tal le había parecido.
Pero no es como si me importara.
Obvio no.
¿O si?
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La misteriosa muerte de Max ✔️
Mystery / ThrillerNisha es una universitaria de diecinueve años fanática de las novelas románticas. Cuando su compañero de clases, Max Stuart, aparece muerto en una habitación sombría con una bala en su frente, todo empieza a empeorar. Había sido un suicidio ya que...