Capítulo 35

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UN AVANCE

—¡Nish! —es Emma, viene hacia mí con su rostro preocupado.

—¿Qué pasa, Emma?

Se ve cansada por haber corrido quien sabe por cuanto tiempo.

—Me llamó mi madre y... ella sabe todo —dijo.

—¿Todo? ¿Qué cosa?

—Todo. Sabe que mi padre me ha estado maltratando desde hace ya varios años. No sé que hacer —se veía preocupada.

Max yo yo estábamos saliendo de la universidad para dirigirnos a casa, pero Emma nos había interceptado.

—¿Y ahora qué pasará? —quise saber, cruzándome de brazos.

—No lo sé, mi madre quiere que haga mis maletas y me vaya con ella. Pero no sé qué pasará con mi padre. Tengo que ir a casa y enfrentar toda esta situación. —los tres empezamos a caminar por la acera, Max iba en silencio escuchando lo que Emma tenía para decir— Creo que sin ti esto no hubiera pasado. Ayer fuiste y enfrentaste a mi padre, las cosas pasaron a cómo debían de pasar.

Me alegraba por ella de que su vida se estuviera solucionando y que ya no tendrá que sufrir ningún maltrato más de parte de su padre. Pero Max había hecho lo más importante.

—No es nada —le sonreí.

—Me siento aliviada. Quiero a mi padre a pesar de todo, pero me siento aliviada y mas liberada. Gracias —me dio un abrazo rápido.

Le devolví el abrazo a Emma, cuando pasamos por su casa ella se metió, quedándome así sola con Max.

—Lo hiciste —le dije.

—¿Qué cosa?

—Ayudar a Emma, sin ti no hubiéramos sabido que ella sufría ese tipo de cosas. Ahora se ve más sonriente. Sin ti no hubiera conocido a Dalton ni nada de eso. Hiciste algo bueno, Max.

Se sorprendió un poco.

—¿En serio? Yo solo hice lo que creí que era correcto —opinó.

—¡Y eso es lo mejor! Lo hiciste de corazón y no por ningún interés.

Max sonrió, parecía satisfecho con lo que había hecho. A lo lejos, en una esquina miré a Wanda, ella estaba de pie con su gato Salem en brazos. Ella me hizo un asentimiento de cabeza que no entendí muy bien. Cuando miré a Max y volví mi vista a ella ésta ya no estaba. Supongo que Wanda siempre está por aquí haciéndose cargo de que Max haga lo correcto. Pero no entiendo para qué querría el cuerpo de Max ni qué hará con él. Tendré que visitarla un día de estos y saberlo de una buena vez, porque tenía el presentimiento de que estábamos cerca de saber quién mató a Max y por qué.

Pero al mismo tiempo me entristecía, porque también estábamos cerca de que Max se fuera para siempre. Y eso me dolería como no tienen una idea. Tomé de la mano a Max y la entrelacé a la suya, tenía que apreciar el poco tiempo que me quedaba con él antes de que sea demasiado tarde.



—¿Max? —sorbí mi nariz, me encontraba en el baño porque creí tener un pequeño accidente.

La misteriosa muerte de Max  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora