"LOU"

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Tuvo otra vez sueños raros, pero desde que lo secuestraron se volvió algo normal.

Al abrir sus ojos noto que otra vez estaba atado. Intentó mover su cabeza para buscar el saco suave que se volvió su cómodo colchon pero no lo vio.
Volvio a safarze y empezó a buscar el saco.

Vio que todo está muy sucio y olía raro. Sería más fácil si todo estuviera limpio y más iluminado.

Abría cajones y buscaba trapos, encontró un pequeño valde y lo lleno de agua, que salía de un pequeño chorro. Empezó a limpiar todo, desde los pisos que tenían manchas rojas hasta las paredes que estaban salpicadas.

Al terminar prendió más velas y noto que estaba en una pequeña cabaña pero no entraba luz de ningún lado, como si estuviera debajo del suelo.
Pero la puerta no estaba en el techo, entonces simplemente no podía salir al exterior. No quería salir de todos modos pero le aburría estar ahí solo.

Mientras seguía buscando que hacer, en el cuarto encontró un baúl de madera, se acercó con curiosidad y noto que no tenía candado. Lo abrió esperando encontrar oro pero solo encontró libros.

Lo iba a cerrar pero uno de ellos le llamó la atención, PROFECÍAS.
Lo tomo y empezó a leer, al parecer era la historia de las brujas y sus poderosas supremas. Solo hablaba de mujeres fuertes pero de ningun hombre.
Continuó con su lectura pero algo intrigado.

Paro cuando sintió una respiración su cuello que lo hizo congelarse un momento pero reconoció el extraño olor de inmediato.

- Ho-ola Harry - temblaba, le gustaba la extraña sensación.

- ¿Qué haces niño? - dijo detrás suyo y vio lo que tenía en las manos.

- Estaba leyendo y limpie un poco - intentaba acercarse un poco más al extraño hombre, tenía un calor especial y en ese cuarto hacía mucho frío.

A Harry no le importó que el chico se recargara encima suyo, no entendía que quería pero estaba bien con eso.

En una de sus salidas, descubrió que los niños del pueblo tenían prohibido salír de sus casas, al parecer el caos se desató cuando un niño (Louis) desapareció y cuando su padre fue a buscarlo apareció muerto al día siguiente.
Pero antes de morir el hombre le dijo a Harry que (como sospechaba), Louis no era normal. Harry estaba bien con eso.

- ¿Osea que ya no te sirve este mocoso? - gruño en el cuello de Louis cuando esa maldita voz volvió a hablaré.

Louis se acercó más y eso seguía confundidolo.

- ¿Louis? - estaba perdiendo el tiempo, podría estar secuestrando otros niños y robarles la inocencia para fortalecerce pero ahí estaba, hablandole a ese pequeño como vio que su padre lo hacía, no sabía que ganaría pero su nuevo juguete le estaba gustando.

Movió la cabeza negando y frunció del ceño -No Louis, Lou - dijo enojado, como si Harry lo ubiera ofendido de la peor manera.

- Valla, valla, eso me sonó a una orden ¿A ti no? - esa voz encerio le hartaba - Noo - grito enojado.

- Si-i - tenía un puchero en los labios y sus ojos brillantes. - Lou -

- ¿Qué? Oh, si si, ¿Lou? - dijo aún escuchando burlas de esa voz, no podía evitar hablarle o responderle, era lo único que le hablaba, claro ahora estaba ese chiquillo pero era diferente.

- A quien más le hablas - pregunto curioso, siempre notaba que su secuestrador respondía preguntas o movía la cabeza.

Pasado**

- Pero es un echizo muy simple ¿Y si lo desace? -, dijo una bruja joven.

- Ese bastardo ha estado toda su vida encerrado sin una guía para saber cómo usar sus poderes, claro si es que los tiene - todas las otras brujas empezaron a reír.
- No te preucupes, no podrá desacerlo -.

- Iré ahora mismo y se lo pondre - odiaba a ese muchacho, no sería nada complicado ponerle ese echizo que volvería loco a cualquier hombre, una voz que le recordara todo el tiempo sus errores.

Llegó a la habitación obscura del chico y lanzó la maldición en su nombre, escucho su grito y ubiera saltado de alegría si no fuera porque un tronco impacto contra su cabeza y quedó inconciente.

Harry, el "inútil", el "inmaduro", el "jamás llegará a nada", se reveló ese día, mato a todo su aquelarre, las torturo y quemo vivas, a algunas las metió en carbón y luego a hielo, se encargó de que sufrirán hasta el último segundo de sus asquerosas vidas.
Todas las demás brujas descubrieron que las palabras de su anterior suprema se cumplieron cuando vieron el fuego en los ojos de Harry, Atilana no había muerto ese día, su chispa estaban viva y Harry la tenía.

Fin**

- Hace mucho tiempo me lanzaron un echizo y ahora escucho una voz en mi cabeza que me recuerda todo el mal que he echo - dijo sin tomarle importancia.

- Oh, leí algo parecido aquí - empezó a buscar la página de echizos simples.
- Si aquí está - dijo con una sonrisa al encontrar lo que buscaba.

- ¿Puedo desacerlo? - era lo que más le importaba, le enojaba que él mismo no pudiera haberlo averiguado antes pero lamentablemente no sabía leer.

- Si, necesitas... Oh vaya - dijo con sus mejillas rojas por lo que acababa de leer.

- ¿Que?! - dijo enojado.

- Eh un-un- beso de - paro por un rato - un beso de amor verdadero-.

- ¿Un que? - no sabía mucho del "amor", pero según las brujas los hombres eran tan egoístas que no lo tenían o sentían, él nunca lo tubo o lo vio, así que no sabía que era un "amor" ni tampoco un "beso.

- Un beso de amor - dijo nervioso, estaba apunto de hacer una tontería.

- Y ¿Son fáciles de hacer? - encerio quería encontrar uno y que la voz en su cabeza se fuera, su cabeza ya no lo soportaba.

- Si, mira -

- Fue un honor atosigarte, pero ya me tengo que ir, suerte - y se fue, Harry esperaba volver a oírla burlacer pero ya no había voz en su cabeza, solo unos delgados labios sobre los suyos.












TIERNO PECADO -LARRY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora