"MI NIÑO"

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*Pasado**

¿Como un pequeño niño como él terminó en una situación así?

Estaba tirado en el suelo, tenía sus brazos abiertos y todos los dulces que recogió antes cayeron a su alrededor, había un lobo negro con sus patas a cada lado de su cuerpo y le mostraba los dientes mientas gruñía.

El lobo empezó a olfaterlo y eso le dio cosquillas, reía muy tierno y para sorpresa del lobo no lloraba.

- Awww que suavecito eres - el niño trataba de tocar su pelaje y el lobo retrocedía cada que veía su pequeña mano cerca de sus orejas. - te tengo - el pequeño logro tocar su oreja y antes de que cayera porque el lobo se apartó, logro abrazarse a su cuello.

El lobo estaba muy confundido, aunque era probable que al ser un niño no notara que estaba a punto de comérselo.

- Hace frío - seguía abrazando su cuello, ya era algo tarde y pronto el bosque se volvería helado y obscuro. - ¿Quieres un dulce, osito? - el niño no se separó mucho, encontró una paleta y la limpió con sus manos y sopló un poco para que la tierra se vaya. - Listo -

La voz en su cabeza empezaba a hablarle -Y si él es el primero, míralo sonriendo, seguro quiere dañarte -

- No seas Imbesil, es solo un niño - hablaba con la voz de su cabeza mientras miraba como el niño trataba de que comiera la paleta que él mismo había echo, cada vez que el niño trataba de acercarle la paleta él movía su cabeza de un lado a otro.

- Te está dando una paleta con tierra, !Trata de envenenarté! -

Antes de responder, ve como el pequeño vuelve a abrazar su cuello y empieza a temblar, de verdad hacia frío esa noche.

- Si quieres mato a sus padres por dejar a esta cosita tan linda, en mi bosque - alejó el frío que los rodeaba, y se deleitó pensando en como sería matar a un humano.

- Y si lo adoptamos... -

- Lárgate -

- Siempre estaré aquí - esa horrenda voz, la odiaba tanto, era una de las razones por la que su vida era miserable.

- ¿Con quién hablas osito? - quería decirle que era un lobo, pero talvez si se metía a su cabeza lo dejaría mal, lo ayudaría a llegar a su casa.

El lobo lo dejo dormido unos segundos mientras empezaba a correr hacia su guarida.

Si, dejaría al niño solo para que regresara a su casa.

Louis se despertó a los treinta segundos y cuando abrió los ojos no vio al suave oso, pero sonrió al ver que a su lado había una bolsita de cuero llena de caramelos de muchos colores, tenía que volver a ese lugar.

Usando la bolsa como mochila, empezó a recoger las flores que estaba cerca y las empezó a regar mientras seguía recogiendo los caramelos que veía. Sería un lindo camino de flores para regresar al suave osito y que le diera otra bolsa de dulces.

Cuando terminó el camino de dulces y tiro las últimas flores, se dio cuenta de que estaba en el pueblo otra vez, estaba en la parte de atrás de una casa muy ruidosa, empezo a caminar hacia la iglesia en la noche, era el único camino que conocía.

Al llegar comió un último dulce antes de intentar tocar la puerta de madera, en ese lugar ya no había ruido y no veía a nadie para que lo ayudará, iba a seguir su camino a casa cuando la puerta se abrió y el sacerdote del pueblo le sonrió mientras miraba a todos lados.

- Ho..hola - ya era tarde para irse, él esperaba ver a su maestra y que lo ayudará porque ya tenía frío.

- Oh Louis ¿Que haces aquí? - seguía teniendo una sonrisa y se metía a la iglesia esperando que el niño entrara por si solo.

- Yo.. - golpeaba sus manitos - salí del jardín y me perdí - sonrió al recordad que había echo y la bolsa que aún cargaba.

- Eso está mal... Lo sabía - usaba un tono que la inocente mente de Louis no podía detectar, de todos modos ya había entrado a la iglesia y el cura había aprovechado que estaba contento para cerrar la puerta.

- Oh, no lo sabía ¿Quiere un dulce? - el niño empezó a sacar las paletas para presumirlas

- ¿Quieres ser bueno Louis? - el niño paro de sacar los dulces y lo miro serio.

- Si, para que el osito me dé más dulces - era una pequeña promesa, quería más dulces y si se portaba bien y le seguía dando amor al osito como antes, tendría más caramelos.

- Vamos - lo guía a las habitaciones de la iglesia.

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🥀Las flores volaron con el viento helado, los dulces ya dejaron de ser su prioridad, los gritos eran su única arma y las tristes  lágrimas sus balas 🥀

*Fin**


- Harry, yo quería hacer el amor - todo se salió de control, estaban sudados y despeinados, para Harry era los más romántico del mundo, aunque no supiera que era, y para Louis fue mágico, vio estrellas, pero no estaba seguro de que eso fuera hacer el amor.

- Ya lo hicimos - Harry respiraba entrecortado mientras sentía como Louis se corría dentro suyo - muchas veces .

- ¿Encerio? - la verdad le gustó mucho, y como nunca antes "había echo el amor", no sabía cómo tenía que sentirse. Estaba algo nervioso.

- Si pequeño, fue maravilloso, eres maravilloso - Harry se acostó encima de Louis pero usando sus brazos para no aplastarlo, le empezó a besar el cuello y dejar unas pequeñas mariquitas. - ¿Louis? -

- No Louis - Harry lo miro y su cara roja pero con un puchero lo hacían verse tan tierno.

- ¿Lou? - iba a pedir algo muy extraño, pero desde la primera ves que lo tuvo se moría de ganas por tener otro. - ¿Puedo pedirte algo tonto? - ahora él estaba sonrojado.

- Lo que quieras - había estado feliz de ser bueno para Harry, pero ahora sentía que no debía serlo, solo estaba amando a su esposo y podía sentir que su príncipe lo amaba igual. Quería hacerlo feliz, no tener que ser "bueno" para que esté contento.

- Mhh... ¿Puedes darme otro beso de amor verdadero? -

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Me da ternura y enojo.

Me da ternura y enojo

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Elmo lxs ama


TIERNO PECADO -LARRY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora