TIERNO PECADO -LARRY-

"EL CIRCO"

~Primero llega el silencio,
Se abre el telón y comienza el show~

Harry sintió un leve dolor en su espalda baja antes de salir a cazar, no le tomo importancia y dejó a Louis durmiendo encima de unas mantas suaves y calientes.

Escucho unos rumores, por parte de sus víctimas claro, de que un circo ambulante llegaría al pueblo y él no dejaría pasar esa oportunidad para divertirse. La horrenda voz en su cabeza ya no estaba y ahora podía hacer lo que quisiera sin aguantar insultos o malos comentarios.
Sería libre, es libre.

Al llegar no había nada divertido, recién los trabajadores estaban acomodando todo para la función de esa noche.

Al pasar cerca de los vestidores vio a un grupo de chicas reír y probarse faldas con muchos adornos, con telas transparentes que no dejaban mucho a la imaginación, con bufandas que solo cubrían sus pechos pero dejaban sus espaldas y estómago descubierto.

¿Como se vería Louis usando eso?
No tenía tiempo para pensar como sería, tenía que hacer que pase.

Entro a un cuarto sin gente y lleno de perfumes, maquillaje, faldas y vestidos, metió todo en la bolsa que siempre cargaba y salió intentando que nadie lo viera.

- !Hey! Usted señor, no puede hacer eso - un tipo vestido de payaso empezó a correr hacia él.

Harry no se movió, pero apenas el payaso intento tocarlo cayó inconciente.
Harry miro todos lados para ver si alguien más quería ser sacrificado, metió al payaso en otra bolsa y salió de los vestidores.

En un parpadeo volvió a su amado bosque, antes de entrar a su cuarto de tortura guardo la bolsa que traía los vestidos y perfumes en un baúl cerca de la puerta.

Al llegar noto que Louis aún estaba dormido, dejo el cuerpo del payaso en una silla de madera y le ató las manos y las piernas con unas correas.

Algo que le encantaba a Harry era la sangre, le fascinaba ese líquido brillante en sus obras de cuerpos sin cabeza o sin extremidades.

Con carbón le pinto una sonrisa más grande, le encantó su dibujo y no quería que cuando el payaso gritara se distorsionará, cogió un aguja e hilo y empezó a coser su boca, incluso le agrego unos detallitos que la sangre que empezaba a escurrir no dejaban ver pero sonrió con el resultado.

Aunque sabía que Louis no disfrutaba de la tortura y muerte, solo que no la entendía o no le importaba, decidió que tenía que verlo.

Se subió a la mesa de madera y empezó a besar el pecho de Louis, su barriguita que creció un poco, subió por sus brazos y una idea se le ocurrió.

Ató a Louis como siempre lo hacía, pero esta vez no lo sujeto tan fuerte y dejó que pudiera mover su cadera. Cuando le quito las mantas de la piernas y lo dejo expuesto, su boca se hizo agua.

Sus hermosas piernas, tan blancas y algo rojas cerca de su miembro, su pecho tan delicado y sus pezones tan rosados que aprovecharia y los mordería. Su cuello con y sus clavículas brillantes esperando a que clave sus dientes y le dejé marcas que tardarán semanas en salir.

La noche anterior no lo pudo apreciar bien, se había concentrado más en darse placer a si mismo pero esa tarde haría que Louis se corriera tantas veces que rogaría por parar.

Esta vez Harry sería su demonio.

Se sentó en la orilla de la mesa y aprecio mejor su premio, se acercó y empezó a besar sus muslos y morderlos.

Se perdió en su suavidad y en la forma su cuerpo, cerró los ojos y paso su lengua cerca de su miembro. Se perdió en la perfección que era Louis despertándose y viendo a todos lados confundido pero exitado sin saber porqué.

Cuando Louis alzó su cabeza y se vieron a los ojos, Harry metió todo el miembro de Louis en su boca, noto como sus piernas intentaban unirse, su pecho subía y bajaba, sus pezones se ponían duros y rosados, su boca se abría y soltaba sonidos tan obscenos pero solo él podía hacer que se sintiera tierno, suave y sin ninguna imperfección.

El calor de la habitación empezó a elevarse y unos gritos acompañaron los gemidos de Louis, eran unos gritos de dolor, de pena, pero Harry noto que también con algo de gustó.

Eso le hizo enfurecer y aumentar sus movimientos.
A ese maldito le está gustando ver a mi ángel desnudo y deseando mis caricias.
Pensaba mientras sus ojos de volvían negros y Louis gemía más alto por todo lo que Harry le hacía sentir a su inexperto cuerpo.

De pronto el payaso empezó a gritar más alto y ya sin gusto por la escena que tenía en frente, la piel de su cara empezo a separarse y caerce de su cuerpo, era como si alguien con un cuchillo la cortara.

En ese momento Louis noto al payaso pero no le tomo importancia cuando se vino en la boca de Harry y este tragaba todo y lamía sus labios.
Necesitaba un beso de esos rojos y gruesos labios.

- Be-beso - pidió con el poco aire que entraba en sus pulmones, y Harry no perdió tiempo y le empezó a comer la boca.
Al besar a Louis, el miembro de este rozo con su entrada y el plan de ser su demonio se fue a la mierda.

Quería que Louis fuera su ángel otra vez.

Se separó un poco, antes de sentarse recordó la preparación que tenía que hacer antes pero cuando un montón de sangre salpicó sus cuerpos, perdió el control y se sentó gritando por su propia acción.

Louis tenía manchas de sangre en toda la cara y en sus piernas, al parecer el cuerpo del payaso simplemente estallo, y como ya esperaba, eso a Louis no le importó y empezó a mover sus caderas.

Harry espero a acostumbrarse y empezó a saltar, la sangre fresca le daba un encanto único a la situación y eso les encendía más.

Sintió un líquido dentro suyo y tocar algo que hizo que se viniera también, pero movía aún sus piernas y sus manos acariciaban las caderas de Louis.

Cayó encima de Louis, no se movió pero sentía las manos de Louis acariciar el saco que aún tenía puesto.
Porque si, Louis con su mete en blanco logro safarze y ahora tocaba todo lo que podía.

-¿Que- que es esto? - hablo Louis aún con calor, tenía una de las muchas propagandas que le habían dado a Harry y este solo las metió en sus bolsillos.

- Nosé - dijo sin interés y abrió las piernas de Louis, cerrando los ojos mientras volví a besar sus muslos.

- !Harry! Mira - Harry abrió los ojos de inmediato buscando cualquier peligro.
- Mira, un circo! Hay que ir, por favor - dijo Louis con una linda sonrisa cansada y sus ojos brillantes, Harry solo viró los ojos y volvió a esconder su cara en sus piernas, mientas movía su lengua.

- Porfavor siii? Y y y te daré muchos besitos sii? Y haré lo que tú quieras y y -

- ¿Lo que yo quiera? - eso le llamó mucho la atención y levantó la cabeza para mirar a Louis, algo en su pecho latió cuando vio sus ojitos azules y su sonrisa blanca.
Un completo angel, como podría negarle algo

- Sisisi - dijo Louis emocionado y le lleno la cara de besos.

- Pero tendrás que esperar hasta la noche - dijo imaginándose como se vería Louis con las faldas que robo y presumiendo a las chicas que solo a él le quedaban bien.

- Está bien - dejo un pequeño beso en sus labios y se acomodó para dormir. Harry sin poder cumplir con su plan se acostó a su lado y Louis utilizo su brazo de almohada y descanso un poco.

En la mente de Louis solo estaba el increíble circo, en ningún momento pensó en el cadáver sin cabeza de un payaso que estaba sentado alado de su "cama" improvisada.

Eso a Harry le fascinaba.