PARÁSITO -Meanie-

I.I

WonWoo apartó su mano tan pronto sintió la de Mingyu queriendola tomar, caminó más rápido intentando perderse entre los demás estudiantes pero fue inútil, tan pronto llegó a la entrada sintió los brazos de su molesto amigo rodearlo y detenerlo ahí mismo. Se escabulló por debajo y por fin lo encaró encontrando la gran sonrisa de Mingyu, aquella que le enseñaba su dentadura blanca y dónde mejor se apreciaban sus dos enormes colmillos. Suspiró con molestia y torció los labios.

Las reglas habían sido claras en un principio; nada de contacto físico mientras estuvieran frente a todos aún si nadie los estaba viendo bastaba con que hubiera una solo persona en una habitación con ellos para que la regla aplicase. Pero Mingyu la ignoraba de vez en vez, por lo general cuando sus energías eran suficientes como para seguir intentando romperlas.
WonWoo suspiró dándose por vencido, al final, si Mingyu quería molestarlo como todos los días sería normal para otros.

—¿no estás llegando tarde a clase, Kim? —preguntó deteniéndose en los casilleros. Sabía que si a Mingyu se le hacía tarde a él también, porque iban siempre a las mismas clases.

—Vamos juntos. —Mingyu achicó sus ojos a propósito en una pequeña sonrisa. Sabiendo el impacto que ocasionaba en WonWoo. —Solo por hoy, no sería raro.

WonWoo lo miró. Bien, llegar un día con él no sería extraño, tan solo habían llegado al mismo tiempo y ya, después cada uno tomaría su lugar y estarían separados durante toda la clase. Suspiró pensándolo un poco más y tan solo aceptó comenzando a caminar rápido hacia el aula, no sería raro que llegarán al mismo tiempo, pero lo sería si ambos llegaban tarde.

Cuando Mingyu intentó tomar de nuevo su mano la alejo y giró para darle una pequeña amenaza, pero la misma sonrisa apareció. Mingyu sabía que era lo que hacía cada vez que mostraba ese rostro juguetón, lo sabía perfectamente y lo usaba en contra de WonWoo, y era una gran desventaja para él. Tan solo torció los labios y siguió su camino pasando entre los pocos alumnos que quedaban. Algunos saludaban a Mingyu, no, no algunos, casi todos lo hacían.  

De tantas personas que querían al chico alegre y amigable, de tantas personas que lo rodeaban y buscaban conversar con él, o que no rechazaban sus abrazos, o directamente lo abrazaban y dejando en claro sus intenciones... De todos ellos Mingyu lo escogió a él. Escogió a la única persona tan cobarde como para no poder ni siquiera tocarlo en público, a la única con la que tenía que esconderse. Sintió un pequeño malestar subir por su estómago y desvió su mirada.

Cuando llegaron al aula Mingyu entró naturalmente saludando a todos, su preciosa sonrisa abriéndose paso y llamando la atención, mientras que WonWoo tan solo fue a su lugar y se dejó caer en él. Giró un poco para ver a los alumnos que rodeaban a Mingyu, tan felices de estar con él, e incluso una chica extendió sus brazos para atraparlo, pero Mingyu se alejó con una amable sonrisa e interponiendo sus manos frente a él. La chica hizo un puchero.

—¡Antes dejabas que te abrazará! —Ella reclamó.

Mingyu soltó una pequeña risa en respuesta.