VII.II

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La última vez que pasó la
noche con Mingyu no era
nada parecido a esa
situación. El atardecer se
había ido, había poca luz y todo estaba en silencio. No había más gritos de
ninguna parte, ni siquiera de aquellos parásitos. WonWoo sostenía a Mingyu mientras su espalda se
recargaba en la pared, la
espalda de Mingyu estaba en su pecho y podía sentir su corazón latiendo. WonWoo temía que este se detuviera, aunque para ser honestos lo estaba
esperando.

Si el parásito no había
podido salir entonces
Mingyu se convertiría en
una de esas cosas. Sería
como Suyen, y quizás él
terminaría matando a
WonWoo. No podían hacer nada más, así que
solo esperaron a que todo ocurriera. Su mente
estaba en blanco mientras recargaba su mejilla sobre la cabeza de su novio. No
había nadie alrededor, así que no importaba,
pero... incluso si hubiera
alguien tampoco le
importaría.

La mano de Mingyu cayó a un costado y golpeó algo en el bolsillo de WonWoo que cayó al suelo emitiendo un pequeño sonido que lo hizo bajar la mirada. Ah. Se había olvidado por mucho tiempo de aquella navaja que le había dado Seungcheol. La tomó con desinterés y la observó por varios segundos. Tan solo la dejó a un lado. Ya no importaba, no se podría defender de nadie aun si alguien apareciera
justo en ese momento.

—ΕΙ poema que dijiste
aquella vez... —Murmuró Mingyu dándose un poco la
vuelta para acurrucarse
mejor. —Era una canción.
Estoy seguro...Aunque
todos dijeron que la
copiaste de algún lado yo
no les creí.

—¿Tanto importa? —Preguntó con la voz
apagada. Mingyu asintió.
—No la copie de ningún
lado...la escribí
yo.

—¿Podrías cantarla?

El corazón de WonWoo latió tan fuerte que pudo haber movido a Mingyu. Aquel poema que escribió hace tiempo, del cual no recordaba la letra... No, si la recordaba, recordaba
cada párrafo y cada
palabra. Lo recordaba por una sola razón. Acarició la cabeza de Mingyu y miró hacia enfrente. Justo donde estaba el escritorio
y se recordó a si mismo de pie mientras leía.

—No puedo cantar un
poema.

—No es un poema.

No, no era un poema.
Aquella vez no pudo
cantar la letra, aunque
quería hacerlo. Aun
recordaba la melodía,
porque era exactamente la misma que Mingyu usó para mostrar su rap. Dio un largo suspiró inflando su pecho
y meciendo a Mingyu por la acción. Aquel poema de hace tanto tiempo si era una canción. Una canción
que escribió por noches
gracias a una persona.

Escribió aquella canción
inspirado por Mingyu. La escribió gracias a él... La escribió para él.

Tomó aire antes de cantar.

Mi amor solo es esto.
Hola mi alegría, incluso si entro a una profunda
desesperación siempre
logras hacerme reír
estando a mi lado,
dejándome olvidarlo todo
por un momento.
Pon una canción que
conozcamos y da un paso, juntemos nuestras manos y demos juntos dos pasos.
Sin darme cuenta, lograste que desee por un mañana.
Está bien. Porque eres tú
quien conoce todas mis
mentiras, eres solo tú, te lo agradezco tanto.
Cuando luces cansada y te veo llorar, no sé qué hacer ¿que debería hacer? Lo
siento mucho
Mi amor solo es esto.
Pero te agradezco por
seguir a mi lado. Incluso si mi amor solo es esto seré tu primavera durante cualquier invierno.
Mi corazón solo puede
decir estas palabras.

Su voz se quebró justo en la última parte.
Tenía miedo. Miedo de
perder a Hoshi, y miedo
de morir

¿Qué más podía hacer?

—WonWoo... —Murmuró Mingyu con la voz débil mientras que WonWoo no podía controlar sus sollozos. —Nuestro WonWoo, no tengas miedo.

Abrazo a Mingyu con tanta fuerza que sus brazos dolieron.

PARÁSITO -Meanie-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora