II.V

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Cuando estuvo de regreso a clases Suyen se veía completamente normal, ella sonreía y acomodaba su cabello como siempre, hacía bromas y abrazaba a sus amigos. WonWoo aún no podía sacar de su cabeza el recuerdo de ella vomitando sangre y de aquella cosa que se arrastró dentro de su mano, justo debajo de su piel y posiblemente sobre sus venas. La chica lo notó, porque de un momento a otro ella giró a verlo para sonreírle como si fuera cualquier otro día.

—¿Es tu novia? ¿Suyen? —  Preguntó Jun inclinándose sobre su pupitre. —¿En serio? A ella le gustaba Mingyu ¿No?

—Creo que  le sigue gustando, porque no es mi novia —Dijo apartando su mirada para encajarla en Jun. —¿No la notas algo diferente?

Jun giró a verla como si estuviera examinándola, la miró de pies a cabeza, de lado a lado, de lejos y de cerca, lo único que le faltó fue pararse de manos y meterse a su mente para terminar de descubrirla por completo, todo esto sin disimular. Cuándo terminó se cruzó de brazos y torció la boca como si estuviera pensándolo.

—¿Se cortó el pelo?

WonWoo quiso golpear su frente contra el pupitre. No, ella no se había cortado el pelo. No podía culparlo, no había nada en la chica que estuviera fuera de lugar, incluso su piel había adquirido su color un poco bronceado y bonito, como cualquier otra chica y completamente normal ¿Entonces porque no podía dejar de verla? Ella había estado tan mal la última vez que la vio, ella incluso vómito un poco de sangre ¿Cómo podía estar como si nada? Tan perfecta y normal que no tenía sentido.

—¡Llegué! —Gritó Mingyu entrando como una bala, y justo detrás de él  la profesora que hizo un pequeño berrinche.

—Te salvaste por esta vez —Dijo la mujer acomodando sus cosas sobre el escritorio. —Los que llegaron detrás de mí no pueden pasar.

Minghao estaba justo en la puerta y se deslizó hacia atrás, al parecer no la había alcanzado y procedía a darse por vencido. Seokmin llegó corriendo segundos después, y al verla ahí suspiró con cansancio para salir. Varios alumnos soltaron pequeñas carcajadas mientras Mingyu caminaba entre los pupitres victorioso, saludaba a todos a su alrededor con sus ojos achicados, y al llegar a WonWoo colocó una mano sobre su hombro y le dedicó una sonrisa enorme. Sonrió por reflejo y apartó su mirada.

—Felicidades Mingyu, le ganaste una carrera a la profesora. —Dijo Suyen con normalidad a lo que Mingyu solo se rió.

Giró solo un poco para verla preguntándose si lo de aquel día solo había sido su imaginación, porque en ese momento se veía tan irreal que podría ser una pesadilla. Encajó sus ojos sobre Suyen convencido de que había algo extraño en ella. Un bulto casi imperceptible se movió diagonalmente en su pecho ocultándose en su ropa, y eso no había sido su imaginación. 

PARÁSITO -Meanie-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora