VI.V

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—La entrada está llena de parásitos. —Explicó Seungcheol mientras rompía las bolsas de sal y las vertia sobre botes de agua. WonWoo hacía lo mismo mientras que Vernon y Soonyoung intentaban ayudar a Mingyu a mantenerse de pie. Lastimosamente el chico de antes había muerto. —Tenemos que salir por otro lado.

—Un parásito mordió a Vernon y Seungcheol lo partió a la mitad. —Explicó Soonyoung. —Dios, Mingyu... te ves fatal. No te preocupes, después de un par de botes de agua te sentirás mejor.

—¿Parásito? —Preguntó Mingyu apenas siendo capaz de mantenerse erguido.

—Son como sanguijuelas, pero estaban dentro de las personas así que son parásitos. —Aclaró Vernon.

La cocina era grande y bien equipada, sin embargo no tenían la suficiente sal como para usarla con todos los "parásitos", eran demasiados y parecían multiplicarse a cada parpadeo... Se preguntó si sus padres estarían bien, ellos trabajaban lejos así que, si la zona en la que estaban aquellos animales se limitaba a la escuela y poco más allá, entonces ellos estarían a salvo, o eso esperaba. Miró a Mingyu y este le regresó la mirada, sus ojos tiñéndose de ese color amarillento.

Se puso de pie y tocó su frente comprobando que su temperatura corporal estaba elevada. Lo vio sudar, así que era de esperarse. Tomó un bote de agua y lo colocó en sus labios permitiéndole tomar, aún no llevaba sal, pensaba que era mejor al menos por ese momento que se refrescará un poco antes de intentar algo contra el parásito. Examinó su piel sin encontrar el bulto.

Seungcheol se inclinó junto a él y le tomó de la mano extendiéndole los dedos para entregarle una navaja. WonWoo abrió los ojos de par a par.

—No es mía, la encontré en la sala de maestros junto con otras cosas confiscadas. —Explicó mientras mostraba otras armas blancas... que en realidad eran cosas pequeñas y para nada aterradoras. —Si necesitas defenderte úsalo...

—La sal...

—No me refiero a los parásitos. —Le interrumpió Seungcheol.

Seungcheol lo miró directamente a los ojos y WonWoo no tardó en comprender. Había personas como Suyen allá afuera, personas cuya intención era infectar a otros para que los parásitos puedieran hacer sus nidos. No solo tenían que cuidarse de los animales...también tenían que cuidarse de las personas allá afuera. WonWoo tomó con fuerza la navaja y la guardo entre su ropa buscando la manera de sacarla rápido  si fuese urgente.

Nunca había usado una navaja, ni había lastimado de gravedad a una persona. Esperaba no tener que hacerlo, porque no sabría si era capaz de ello. Mingyu gimió incómodo llamando la atención de WonWoo.

—Tenemos que salir de aquí o esperar a que alguien llegue a rescatarnos. —Cantó Vernon mientras llevaba las botellas de agua a una bolsa. —Hicieron muchas llamadas a la línea de emergencia, así que ya deben saber lo que ocurre.

—Primero tenemos que ser capaces de salir de este lugar... —Murmuró Soonyoung. —Tengo demasiados escalofríos...

—¿Escuchan eso? —Preguntó Vernon.

Todos se quedaron en silencio intentando escuchar. Eran pasos.

Seungcheol se puso de pie para asegurar la puerta y WonWoo lo miró con su corazón latiendo con fuerza. Alguien se estaba acercando, y si caminaba tranquilo no podía ser normal.

—Vamonos... —murmuró Mingyu tomándose de WonWoo para empezar a caminar. —Vienen más... es mejor irnos.

—Vamos escaleras arriba. Abajo está repleto. —murmuró Vernon preparándose para correr.

—¿A dónde iremos luego? ¿Nos tiramos de la azotea? —preguntó Seungcheol.

—¿Tienes una mejor idea?

—Esperemos a que sea de noche. —Dijo Soonyoung de golpe. —Cuando tenía el parásito siempre buscaba el calor... en las noches era cuando mejor me sentía, creo que es por eso... y si no es así de cualquier modo no tenemos nada que perder. Ir abajo es más peligroso que la azotea.

—Justo ahora la azotea es un desierto. —Habló WonWoo. —Si les gusta el calor... no es la mejor idea.

—Vámonos ahora. —murmuró Mingyu tomando a WonWoo y comenzando a caminar.

No tuvo tiempo para hacer alguna pregunta, tan pronto Mingyu apartó a Seungcheol y abrió la puerta salió de la cocina, y los otros tres lo siguieron con curiosidad. WonWoo miró alrededor. Ahí había un chico, llevaba el uniforme del club de atletismo y se veía exactamente igual que Suyen. Vernon le lanzó sal como si se tratara de confeti y el chico solo inclinó la cabeza.

—No sirve si no están expuestos. —Aclaró Vernon para después comenzar a correr.

¿A dónde demonios iban?

—Si no puedes correr entonces escóndete. —Le murmuró Seungcheol justo antes de tomarle del brazo y jalarlo para correr. —Si él nos sigue a nosotros entonces estarás a salvo.

Cuando Seungcheol lo soltó WonWoo se dió cuenta de que era una carrera perdida.

PARÁSITO -Meanie-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora